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VALENCIA. La Comisión Europea aprobó este lunes el nuevo listado de productos que podrán acogerse a ayudas comunitarias por el veto impuesto por Rusia a la importación de determinados productos procedentes de la Unión Europea y Estados Unidos. En el listado hay una omisión que afecta directamente a los agricultores valencianos: los cítricos.

La decisión de Bruselas de excluir el principal producto hortofrutícola producido en la Comunitat Valenciana provocó la indignación de las asociaciones profesionales. "El parche, más que una solución al problema es una burla a la agricultura mediterránea", dijo el presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), Cristobal Aguado.

Aunque Rusia no es un gran mercado para los cítricos españoles -controlado por los productores valencianos en casi el 75%- lo cierto es que en los últimos años había experimentado un importante crecimiento que lo convertían en uno de los países con mayor potencial de crecimiento para el sector. Según datos de la última campaña, del total de las exportaciones de cítricos valencianos, el 2% de las ventas totales, que superan los 2.000 millones de euros, se realizaron en Rusia.

Ese dato, que supone un negocio para los naranjeros valencianos de unos 40 millones de euros, fue casi un 20% mayor que en el ejercicio anterior. El recorrido, por tanto, era relavante. El coste del veto va más allá del dinero que se deja de ingresar, ya que esa partida se puede intentar colocar en otros países. La cuestión es que para lograr establecer una red de comercialización en un país nuevo hay que realizar inversiones y consolidar cada operación campaña tras campaña.

A punto de iniciarse la campaña citrícola de este año, el mercado ruso se presenta como una incógnita para los agricultores valencianos, que estudian maneras para superar la prohibición de importar naranjas europeas ordenada por el gobierno ruso. Una de ellas pasa por utilizar países no afectados por el veto como destino inicial para que, desde allí, lleguen a los clientes.