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VALENCIA. La ciudad de Valencia va a pasar de no tener ningún mercado extrictamente gourmet de referencia a apostar por dos. En una ciudad en la que aún existen mercados municipales que no han logrado revitalizarse y conseguir compradores y en la que se ha intentado inculcar la cultura 'gastronómica' en dos joyas arquitectónicas, como el Mercado de Colón y el Mercado Central, se está preparando para abrir estos espacios dirigidos a la hostelería y el ocio.

La ciudad de Valencia se ha juntado con dos propuestas de mercado gourmet y de forma muy concentrada. Por un lado, se encuentra el que se instalará en el Tinglado número 2,  ubicado en la Marina Real y gestionado por una empresa privada tras una licitación del Consorcio Valencia 2007, mientras que por otra parte se pretende rehabilitar el Mercado del Grao, muy cercano a la zona del Puerto de Valencia. Pero, ¿son estas dos ubicaciones optimas para establecer un mercado gourmet?

Según destacan desde el Ayuntamiento de Valencia, la Comunitat recibió 2,6 millones de visitantes internacionales en junio, por lo que este récord supone que hay que promover iniciativas que resulten de interés para un sector emergente como el turismo. 

También hacen hincapié en el atractivo cultural y recreativo de la cocina española, uno de los motivos que "cautivan" a estos extranjeros. De hecho, apuntan a que, teniendo en cuenta que el principal consumo de quienes visitan la ciudad, después del alojamiento, es la restauración, un mercado gourmet servirá de incentivo para es tipo de público.

DÓNDE DEBE SITUARSE UN MERCADO ‘GOURMET'

El socio-director de Auren Consultores, Juan Antonio López, explica a Valenciaplaza.com que este tipo de mercados se encuentra principalmente en zonas turísticas y en el centro financiero de una ciudad. "Debe ser una zona de paso de gente que está buscando nuevas experiencias o de un tipo de persona que tiene un nivel adquisitivo medio-alto", explica López. "En cuanto al turista debe ser, sobre todo, cultural ya que busca tener una experiencia o un conocimiento".

Sobre el recinto, insiste en la importancia de tener un edificio histórico, algo que cumple el Mercado Central. Sin embargo, el Mercado del Grao pierde fuerza, tanto por el tipo de edificio del que se trata como del paso por la zona. En el caso de la Marina Real, poco a poco intenta abrirse y aumentar su atractivo turístico, además de estar a la espera de constituir un centro financiero con el polo tecnológico en el que pretende convertirse.

Este último requisito es bastante necesario, en el caso de que el edificio no sea un atractivo en sí mismo, además de que su posibilidad de éxito es mayor porque sufrirá la estacionalidad del turismo.  "Si es un edificio antiguo, tiene un atractivo cultural, en sí ya es patrimonio, es un edificio emblemático y a nivel estético y funcional ya es atractivo", apunta. "No vale cualquier inmueble. Aunque puede tener una ubicación muy buena, la distribución y la dimensionalidad interna pueden no hacerlo atractivo".

López también destaca la importancia del cronouso, es decir, la frecuencia de paso. "Los centros urbanos tienen una actividad mucho más intensa por la jornada y cuando haces algo que requiere desplazamiento está más condicionado a las horas de ocio y a que la gente quiere desplazarse ahí. Además, debe tenerse en cuenta que Valencia tiene muy buena restauración, por lo que el 'mercado gourmet' debe encontrarse a mano y depende mucho del tránsito.

MERCADOS MUNICIPALES QUE TANTEAN EL 'GOURMET' 

Según apuntan desde el Ayuntamiento, no sólo foráneos disfrutan de los alimentos típicos valencianos, sino que los de aquí también reclaman cada vez más el ocio gastronómico. De hecho, destacan como prueba de ello el éxito que ha tenido el proyecto ‘Chef al Mercat' organizado por el Ayuntamiento en diferentes mercados de la ciudad. Esta actividad está ayudando a revitalizar los mercados municipales. En su sexta edición en Ruzafa el 18 de junio, contó con Ricard Camarena, el reconcido chef que también explota el Central Bar en el Mercado Central y los bajos del Mercado de Colón.

Además, el Ayuntamiento de Valencia también está trabajando en la aprobación de una nueva ordenanza donde se contempla otorgar un permiso para habilitar zonas de degustación donde los productos y el trabajo autóctono se combinen con el servicio hostelero. "La crisis se ha convertido en una oportunidad para la hostelería valenciana que va a reinventarse, mejorar y ofrecer originalidad a los clientes", María Jesús Puchalt, concejal de Comercio y Abastecimientos. Por este motivo, destaca que los mercados gourmet son la mejor estrategia de futuro y una apuesta clara para la bonanza económica.