VALENCIA. La victoria este domingo del diputado madrileño Pedro Sánchez en la votación para elegir al próximo secretario general del PSOE provocó un suspiro de alivio en la dirección de los socialistas valencianos. Más aún cuando desde Blanquerías se había decidido respaldar -aunque no de manera pública y oficial- a este candidato en detrimento de Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias, los otros aspirantes.
No obstante, toda victoria tiene un coste. La alianza entre el líder del PSPV-PSOE, Ximo Puig, y su homóloga andaluza, Susana Díaz, ha sido determinante para que desde la cúpula de la federación valenciana se diera respaldo a Sánchez, dado que Díaz había decidido que el candidato madrileño era el hombre a promocionar.
Esto ha generado no pocas contradicciones internas en el PSPV, donde la dirección ha visto en este proceso cómo dirigentes que habían apoyado a Ximo Puig en las primarias decidían alinearse con Madina. Esto, unido a la fuerte campaña a favor del vasco por parte del sector crítico con el líder de los socialistas valencianos, ha provocado una tensa igualdad que podía haber debilitado notablemente a Puig a menos de un año de las elecciones autonómicas y locales de 2015. Es decir, la fidelidad mantenida por el líder valenciano a su homóloga andaluza podría haberle salido muy cara.
En total, Pedro Sánchez ha conseguido en la Comunitat Valenciana 6.200 votos, por los 5.544 de Madina y los 1.835 de Pérez Tapias. Una diferencia corta que, sin embargo, permite salvar los muebles a Puig y consolidarse como un referente nacional en el PSOE. Ahora bien, procede analizar los datos y el estado en el que ha quedado internamente la formación tras la batalla por la secretaría general del partido.
La mejor noticia para Puig se ha producido en la provincia de Alicante, donde Sánchez ha conseguido vencer a Madina (2.139 votos a 1.988), cuando este último había recogido una cifra de avales ligeramente superior. De esta manera, se ha frenado en cierto modo a los afines a la ex ministra Leire Pajín, encabezados por el secretario general provincial, David Cerdán. Este sector, respaldó a Puig en las primarias por lo que las fuentes socialistas consultadas consideran que la pugna en este último proceso no debería implicar mayor conflicto, al menos por el momento.
Esta agradable sorpresa en Alicante para la cúpula de Blanquerías se ha compensado negativamente con el resultado en la provincia de Valencia. Aunque Sánchez venció también en votos, (3.257 por 2.948 de Madina), se esperaba una diferencia mucho mayor a favor del madrileño. Especialmente preocupante resulta el caso de Valencia capital, donde Sánchez venció solo por 50 votos: (425 por 375 de Madina y 156 de Tapias). En esta ciudad se había erigido como promotora de la campaña de Madina la concejal Anaïs Menguzzato, quien también respaldó a Puig en las primarias y que mantiene buena relación con el llamado 'lermismo'. No obstante, el resultado de este proceso indica que la capital está muy fragmentada y que el actual portavoz, Joan Calabuig, necesitará aglutinar varias sensibilidades para vencer en un proceso de primarias.
En la provincia de Castellón, victoria también para Sánchez: 804 votos por los 608 de Madina y 214 de Tapias. Sin embargo, aquí hubo sorpresa en la capital, donde Madina se impuso con 151 sufragios por los 86 de Sánchez y los 56 de Tapias.
El resultado, aunque sea de manera simbólica, resulta en líneas generales positivo para Ximo Puig. El candidato favorito para la cúpula de los socialistas valencianos se ha alzado con la victoria, aportando el mayor número de votos -solo detrás de Andalucía- de toda España al aspirante madrileño. Otro de los factores que algún veterano dirigente recalca para reivindicar el papel clave de la dirección del PSPV en la victoria de Sánchez es la participación del tercer candidato, Pérez Tapias, que consiguió alcanzar el mínimo de avales de manera muy ajustada. A juicio de las citadas fuentes, la entrada de este aspirante le ha restado muchos votos a Madina. Una participación lograda gracias a las más de mil firmas que consiguió en la Comunitat Valenciana.
Pese a la sensación de alivio en Blanquerías, habrá que esperar a comprobar la digestión de unos resultados que, a diferencia de lo ocurrido en el proceso de primarias en el que venció Puig con claridad, han sido notablemente ajustados. Lo lógico, como señalaba anoche un experimentado dirigente socialista a este diario, será que los críticos con el líder del PSPV regresen a sus cuarteles de invierno y los que le respaldaron en las primarias, aunque ahora hayan apoyado a Madina, regresen al redil sin mayores disensiones. No obstante, los mismos porcenajes obtenidos en el proceso (45% Sánchez, 40% Madina y 13%) escenifican la división que ha existido a pesar del trabajo realizado por el aparato del PSPV en la línea de que el candidato madrileño obtuviera una victoria clara.
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