Cada vez más altos cargos del segundo escalón escuchan ofertas del sector privado o deciden volver a sus plazas de funcionarios
VALENCIA. A finales del pasado año, como ya informaba ValenciaPlaza, el murmullo de dudas dentro del Gobierno valenciano había comenzado a hacerse audible. El proyecto del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, no arrancaba y los altos cargos del segundo escalón escuchaban ofertas de la empresa privada o, en el caso de los funcionarios, empezaban a plantearse el regreso a sus plazas ante las dificultades para gestionar cómodamente y las malas perspectivas del Ejecutivo valenciano.
El primero que había dado la campanada en agosto de 2013 fue el subsecretario de la Conselleria de Presidencia, Jesús Marí, quien anunció su marcha para integrarse en Edem, la escuela de empresarios vinculada a la familia Roig. Este miércoles, dos de sus antiguos compañeros en la cartera de Educación y Cultura, la subsecretaria Virginia Jiménez y el secretario autonómico de Educación, Rafael Carbonell, decían adiós al departamento por "motivos personales". También dejó ayer su puesto Ismael Martínez, director territorial de Educación en Valencia.
Fuentes del entorno de estos altos cargos aseguran que no hay "nada" detrás del abandono de estos responsables de la conselleria más allá de su "decisión personal" de regresar a sus plazas como inspectores de Educació, una versión que confirmaron públicamente ambos en comparecencia junto a la consellera María José Catalá. Ahora bien, no puede pasar desapercibido el momento elegido para su salida: a menos de un año de las elecciones y con la Generalitat en uno de las situaciones más delicadas en su relación con el Gobierno central, que exige más recortes al Consell cuando tanto Fabra como el titular de Hacienda, Juan Carlos Moragues, han recalcado que no se puede meter más la tijera sin tocar la Sanidad y la Educación.
Llama la atención, además, que dos piezas fundamentales de la conselleria hayan dedicido marcharse al unísono, sin esperar al pleno del Consell del viernes donde suelen realizarse estos anuncios. Las citadas fuentes explicaron que los altos cargos comunicaron a la consellera ayer por la mañana su decisión -ya meditada desde hace meses- de abandonar el cargo. Una determinación adoptada tras la aprobación de la Lomce y, según apuntan varias fuentes del departamento, tras alguna diferencia con las consellera.
La noticia, hecha pública por la Cadena Ser, precipitó la reacción de Catalá, que convocó una rueda de prensa en compañía de ellos mismos para horas después en la que designó a los sucesores.
La aparente normalidad presidió un acto en el que los altos cargos ratificaron su decisión basada en "motivos personales" y "agotamiento". La marcha de estos dirigentes, si bien sus razones se antojan verídicas, evidencia el desgaste que implica un puesto en el segundo escalón de la Generalitat: un peso que no todos están ya dispuestos a soportar.
Carbonell, natural de la localidad valenciana de Massamagrell, es doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universitat de València en 2007. Además, es Licenciado en Psicología por la misma institución académica en 1992. Tiene una amplia experiencia en la administración educativa, ya que fue director General de Ordenación y Centros Docentes de la Conselleria de Educación y jefe de Servicio de Ordenación Académica de ese departamento. Asimismo, ha sido inspector de Educación con destino definitivo en la Dirección Territorial de Educación de Valencia y profesor asociado del Departamento de Educación Comparada e Historia de la Educación de la Universitat de València.
Por su parte, la subsecretaria de la Conselleria de Educación y Cultura, Virginia Jiménez, había aparecido últimamente en los medios de comunicación al ser la persona designada por la propia Generalitat para ostentar la delegación de firma para trámites administrativos del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM), mientras se lleva a cabo el proceso de elección del nuevo director del centro museístico en sustitución de Consuelo Ciscar.
OTRAS SALIDAS Y DIFICULTADES PARA CUBRIR DETERMINADOS PUESTOS EN LA GENERALITAT
No es la única baja en la cartera de Educación en los últimos tiempos. La consellera María José Catalá prescindió en el mes de junio del director general de Universidades José Miguel Saval para sustituirle por Felipe Palau, con la intención de dar un "impulso" a este departamento.
Este mismo miércoles, anunció su marcha en este caso por "motivos de salud" el director del Instituto Valenciano de Investigación Agraria (Ivia), Eduardo Primo. Pese a las razones argumentadas -y confirmadas por este diario- para la dimisión, la diputada de Esquerra Unida Esther López recordó que el ente se encuentra en una "situación insostenible económicamente", dado que, según la parlamentaria, "la conselleria no le ha transferido ni un sólo euro de las partidas que le correspondían a través de la ley de presupuestos de 2014".
Antes del verano pasado, fue el secretario autonómico de Agricultura Joaquín Vañó quien dijo adiós al pueso en el segundo escalón de la conselleria. En este caso, el dirigente aceptó una oferta de la consultora PwC.
La delicada situación que atraviesa el Gobierno valenciano se ha dejado sentir en otras situaciones. Por ejemplo, las dificultadas del entorno de Fabra para encontrar un recambio para Lola Johnson, la secretaria autonómica de Comunicación de Presidencia de la Generalitat, que cesó en su cargo hace mes y medio. Fuentes próximas al Ejecutivo han asegurado a este diario que desde el Palau se ha tanteado a varios profesionales del sector obteniendo la negativa por respuesta. Finalmente, según publicaba este miércoles Las Provincias, el elegido -con visos de aceptar el puesto- podría ser el periodista José Luis Torró, expresentador de Canal 9 y profesor del Ceu.
También se apuntó recientemente al nombramiento de la vicesecretaria del PPCV Eva Ortiz como directora general de la Sociedad de Proyectos Temáticos de la Comunitat Valenciana, si bien el nombramiento no llegó a producirse dado que, según fuentes 'populares', la dirigente oriolana podría optar por un puesto en la empresa privada que le permita compaginar el trabajo con su dedicación a la formación 'popular'.
Una serie de casos y situaciones que evidencian con claridad lo poco atractivo que resulta en estos momentos ostentar o aceptar un puesto ejecutivo en la Generalitat.
Estoy ,completamente de acuerdo con Fran. Ni son ratas, ni utilizan móviles para lo que no es el trabajo, ni tienen ipad ni tableta mas que la de ellos, ni comen a cargo de nadie porque como mucho se toman un sandwiche y se lo pagan de su bolsillo y seguro trabajan mas horas que tú y que muchos de empresas privadas. En ocasiones, son circunstanciales los cargos, y lo cumplen y bien, en otras vocacional.Si no sabeis, Ángel, Boro y Job, no hableis ni difameis que eso, dice muy poco de vosotros, y solos, os descalificais.
Mira,Job, se me olvidó poner los números para evitar el spam por eso te vuelvo a escribir. Mediocres?.No sé si conocerás a alguno,pero los que yo conozco ni lo son ni lo han sido nunca.Unos están por vocación, otros por profesionalidad , así que no digas esas cosas que solo con ello podemos conocerte. Saludos
Ángel y Boro.Los que ocupan cargos ni son ratas ni nada que se le parezca.Tal vez,la rata mas grande eres tú y ya se sabe el refrán. No pueden devolver nada porque nada tienen.Ni tableta, y además, los que conozco tienen su movil particular para llamar,pese a tener la Generalidad tarifa plana. La luz, que lo sepas,la apagan todos los dias. Harias tú lo mismo?.es que criticas por desconocimiento.
Las ratas abandonan el barco.
... ¡y no olvideis devolver los móviles! ... y las tabletas.
Por favor, el último que apague la luz, que también la pagamos los valencianos.
Solo hay tres razones por los que alguien acepta un cargo público: 1.- Porque se cree en quien lidera proyecto 2.- porque hace ilusión embarcarse en un proyecto en el que cree poder aportar algo 3.-Por el prestigio social y profesional que debiera suponer un cargo público. --Actualmente el PPCV y el PSPV carecen de liderazgo. Los altos cargos, salvo alguna excepción, son personas muy mediocres profesionalmente que no atraen a otros profesionales.-- Al carecer de proyecto no hay motivación.—El cargo público se ha convertido en un Punching-ball, en el que todo el mundo puede descargar sus frustraciones. Se les insulta, se les acosa en sus propias casas y sobre todo se les desprestigia profesionalmente dejándolos “tocados” para su vuelta a la vida profesional. A ello hay que sumar que a los segundos niveles se les hace pagar judicialmente las irregularidades de sus jefes(esos que carecen de nivel y categoría personal y profesional suficiente) En definitiva, no compensa ni tan siquiera económicamente, salvo para aquellos que tengan un nivel profesional muy bajo y que jamás encontrarían trabajo en empresas serias.(¿Alguien ha leído los Curriculums de los aspirantes del PSOE a gobernar España?). En el sector privado se dobla o triplica el salario con menos responsabilidad. Tenemos los políticos que votamos y en consecuencia tenemos el país que nos merecemos. En definitiva ¡sálvese quien pueda¡
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