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10 aniversario del hallazgo

Verdades y mentiras sobre los frescos de la Catedral

C. AIMEUR. 01/07/2014 La búsqueda de las pinturas tendría que haberse realizado en 1999; no hubo ninguna paloma

VALENCIA. Nunca hubo una paloma, ni fue un hallazgo casual. El descubrimiento de las pinturas renacentistas de la Catedral de Valencia fue producto de un trabajo premeditado que se tuvo incluso que aplazar cinco años por cuestiones políticas. Cuando se inició el proceso de limpieza de la bóveda del altar mayor de la Catedral en 2004, la actual subdirectora del Instituto de Restauración, Carmen Pérez, ya anunció que iban a comprobar el estado en el que se hallaban las pinturas de Paolo de San Leocadio y Francesco Pagano. Ahora que se celebran diez años de su hallazgo, su descubridora, Carmen Pérez, recuerda y reflexiona sobre esta obra que es la primera manifestación del Renacimiento en España.

1. EL PRIMER INTENTO POR DESCUBRIRLAS FUE EN 1999

Pérez se planteó por primera vez el desmontaje de la bóveda en 1995 y la aplazó por cuestiones técnicas. En teoría la orden que dio el Arzobispo que ordenó taparlos en el siglo XVII, Luis Alonso de los Cameros, era picarlos. ¿Se habría cumplido la orden? En esa duda estaban.

La primera vez que se intentó seriamente saber cuál era el estado de las pinturas fue durante la primera edición de la Luz de las Imágenes en 1999, que restauró buena parte de la Catedral de Valencia y del arte de la archidiócesis. En aquella ocasión, recuerda Pérez, la premura de tiempo les impidió siquiera intentarlo. "Íbamos tan justos que me negué a hacer nada, y nos limitamos a quitar el polvo del altar mayor". Tenían que inaugurar el 4 de febrero. Pérez pensó que ya tendría oportunidad de intentarlo.

Estaba equivocada. Entre otras cosas, porque entre medias fue cesada como directora de Patrimonio y sustituida por Consuelo Císcar. Tardaría cinco años en poder afrontar la obra para redescubrir los frescos, y lo hizo a través de un proyecto que se gestionó a través de la fundación La Luz de las Imágenes.

2. LA PALOMA SE LA INVENTÓ ESTEBAN GONZÁLEZ PONS

La idea de que el hueco donde se encontraban los frescos fue hallado gracias al aleteo de una paloma partió del entonces conseller de Cultura, Esteban González Pons, ahora eurodiputado, que sugirió esa propuesta por ser más mediática. La realidad fue más prosaica. Se habían hecho cálculos comparando planos históricos y se sabía donde estaban los huecos más amplios.

"Nosotros estábamos esperando un endoscopio de última generación para poder hacer más pruebas, pero teníamos tanta prisa por ver cómo estaban las pinturas que decidimos no aguardar más", relata Pérez. El colaborador de Pérez, Javier Català, en el mediodía del 19 de junio de 2004 aprovechó que había un pequeño agujero e hizo una fotografía con una cámara digital. Al comprobar que se hallaban en buen estado, se dieron cuenta de que habían encontrado lo que buscaban, los famosos frescos renacentistas que hacía dos siglos que no se veían.

3. LA CATEDRAL DUDÓ SI DESCUBRIRLOS O NO: LA BÓVEDA, OLVIDADA

Si bien el canónigo Jaime Sancho ha sido uno de los grandes valedores y defensores de la valía de los frescos, los primeros días no tuvo tan claro cuál era la solución. De hecho el mismo día del descubrimiento se le podía ver caminar en el entorno del altar mayor murmurando: "Abrir agujeros, sólo quieren abrir agujeros".

La opción de retirar la bóveda barroca y dejar al descubierto la pintura se debatió. Un grupo de arquitectos recordó que la construcción que recubría los frescos, obra de Pérez Castiel y concluida en 1682, también tenía un gran valor. Desde el Arzobispado se optó finalmente por dejar las pinturas al aire.

La bóveda, desmontada, sigue almacenada en el seminario de Moncada. "Cada año revisamos que se encuentra en buen estado", afirma Pérez. La decisión de qué hacer con ella corresponde al Arzobispado que aún no ha movido ficha. "Todavía no hay nada decidido", admitía este lunes Sancho.

4. NO SE HAN RECONOCIDO A NIVEL NACIONAL; EN ITALIA SÍ

Los frescos renacentistas de la Catedral están reconocidos en Italia como una de las obras cumbres del renacimiento italiano fuera de su país. De hecho la prestigiosa revista FMR le dedicó un número especial. Sin embargo, en España apenas se les menciona, o al menos ésa es la impresión que tiene Pérez. "Parece que haya algunos [en referencia a los historiadores de arte] que no les hace ilusión tener que reconocer que el Renacimiento llegó a través de Valencia".

El profesor de la Universitat de València, Amadeo Serra, asegura comprender las palabras de Pérez. "Puedo darle la razón en que no se ha reescrito ni se les ha dado un lugar en la Historia del Renacimiento en España, pero la Historia es mucho más complicada...", justifica. "En el caso de esos ángeles fueron una gran novedad pero no cambió el panorama cultural de la noche a la mañana. Los cambios fueron más lentos". "El impacto de esos ángeles fue limitado incluso en Valencia", señala.

5. PAOLO DE SAN LEOCADIO TUVO QUE ADAPTARSE AL GUSTO LOCAL

Un buen ejemplo de ello, indica Serra, es que el propio San Leocadio, que hizo carrera y fortuna en Valencia, no siguió pintando con el estilo que desplegó en la Catedral. "La gente buscaba otro tipo de valores", dice Serra.

Una idea que reconoce la propia Pérez quien comenta que en la pintura posterior no evidenció ese riesgo y atrevimiento que desplegó en la Catedral. Viendo los frescos de Valencia se puede entender que San Leocadio se sintió en esa ocasión liberado de pintar cómo considerase, ya que contaba con el patrocinio del valenciano Rodrigo de Borja, futuro Papa Alejandro VI y entonces hombre fuerte de la iglesia católica. Una vez perdido su mecenas, se aclimató al gusto imperante.

6. ALGUIEN LOS VIO EN LOS AÑOS SESENTA... Y NO DIJO NADA

Un hecho sorprendente es que las pinturas renacentistas tenían que haber sido vistas con anterioridad, con motivos de los diferentes trabajos que se realizaron en la catedral de Valencia. Este inmueble se intervino en los años 40 y en los 60; luego en el 97 se encargó el plan director.

De todas esas intervenciones, hubo una como mínimo, la de los años sesenta, que entró en la bóveda renacentista. De hecho se aplicaron unos tubos de uralita con yeso sobre la pintura. Quienes quiera que hicieron la obra, ni vieron con detalle ni valoraron los frescos. "Quien entró allí no se dio ni de cuenta", reflexiona Pérez.

7. POR QUÉ FUERON TAPADAS

El motivo por qué se taparon las pinturas nunca ha quedado aclarado del todo. Una vez quedó en evidencia que los frescos se hallaban en buen estado, se han tejido todo tipo de teorías. Pérez apuntó en su artículo para FMR sobre los frescos el hecho de que los ángeles músicos eran un encargo de Alejandro VI, un personaje que en el XVII había caído en descrédito.

Serra por su parte recuerda que existía un deseo de cambiar todo el altar mayor. La petición del arzobispo Luís Alonso de los Cameros cabría enmarcarla en ese deseo. Y en ese contexto, pleno XVII, las pinturas de la catedral parecerían viejas, anticuadas. "Tampoco sabemos muy bien cómo estaban las partes bajas", apunta Serra.

8. PINTADAS OBSCENAS DEL XVII: UN GRAN FALO PARA UN ÁNGEL

De la poca consideración que se tenía a los frescos hay una prueba fehaciente que se encontraron los restauradores de La Luz de las Imágenes. Una vez se retiró la bóveda barroca, descubrieron que los operarios encargados de instalar la bóveda a finales del 1600 se habían dedicado a picar las bocas y ojos de los ángeles y sobre el ala de uno de ellos se había marcado un gran pene.

"El tapado de boca y ojos  y la pintura obscena es de esa época", comentaba este lunes Pérez. Esa broma grosera permaneció inalterable durante los más de doscientos años que la pintura estuvo cubierta. Posiblemente sea el grafiti más duradero de la historia y forma parte de una larga tradición de procacidades en Valencia.

9. LA MODA CRUEL LAS CONDENÓ AL OLVIDO

Tal y como apunta Serra, la renovación de la capilla mayor de la catedral formaría parte "de un proceso de redecoración y a la postre radical transformación del espacio interior y del ambiente de la mayor parte de iglesias valencianas entre los siglos XVI y XVIII, que alteró los muros y la decoración de la etapa anterior". "En aquella época, más que conservar o integrar lo moderno con lo antiguo, se pretendía renovar y modernizar a ultranza, con valores muy distintos a los conservacionistas que actualmente, aunque no siempre, imperan", añade.

La lista de iglesias valencianas renovadas en la segunda mitad del siglo XVII es larga. Sólo deja fuera a templos que se vieron decorados antes, en el XVI o poco después, ya en el siglo XVIII. Esto puede ayudar a comprender por qué se sacrificaron los frescos que habían pasado a segundo plano ya a comienzos del siglo XVI, cuando las puertas pintadas por los Hernandos realzaron el retablo de plata que era la pieza principal del conjunto y que, como recuerda Serra, "hemos perdido para siempre".

"Al final, en el siglo XVII se quiso acompañar ese conjunto del retablo de plata y las puertas pintadas con un ambiente más acorde con los valores escenográficos de una iglesia contrarreformista y renovada en sus manifestaciones artísticas". Y ahí, las hermosas pinturas renacentistas les parecieron a los responsables de la época desfasadas, antiguas, demodés. Como con telarañas. Y las taparon. Ahora, 232 años después, son uno de los atractivos artísticos de Valencia, con más de dos millones de visitantes en diez años.

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1 comentario

01/07/2014 21:58

Excelente artículo. Como realizador de RTVV-Canal 9 tuve la suerte de hacer el seguimiento del proceso de restauración, y aunque fue muy duro trabajar en unas condiciones muy complicadas (altura del andamio, inestabilidad para grabar, calor sofocante en verano, frío en invierno, difícil acceso para el material....fue una experiencia maravillosa. Hicimos un documental junto a mis compañeros Nel.lo Pellisser (periodista) y Fernando Martínez (cámara). Te pongo el enlace al documental: http://victormartinezrealizador.hol.es/los-angeles-de-la-catedral/ Hace poco actualicé la entrada con otro artículo de Valencia Plaza, y si me lo permites, incluiré este también. Enhorabuena y a seguir luchando por el patrimonio y la cultura. Que nadie nos pueda silenciar.

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