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Moragues reconoce que el Gobierno podría aplicar medidas de castigo pero rechaza a plantear nuevos recortes porque afectaría a los servicios básicos 

VALENCIA. "Estamos en un escenario en el que el Gobierno puede aplicar las medidas coercitivas por el incumplimiento del déficit... pero sería un error tremendo". El conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, compareció este viernes tras el pleno del Consell para explicar la situación económica en la que se encuentra la Generalitat Valenciana y el complicado horizonte que se atisba tras la negativa del Gobierno a abrir el melón de la nueva financiación autonómica. Y el panorama que dibujó no es nada alentador.

"No vamos a tomar más medidas de recorte y solo si hay nuevos ingresos vía un nuevo sistema de financiación o se establece un fondo de compensación transitorio la Comunitat Valenciana podrá cumplir con los objetivos de déficit del 1% para este año y del 0,7% para el próximo", explicó Moragues. El problema estriba en que el Gobierno ni quiere plantear un nuevo sistema de financiación a un corto plazo ni tiene previsto crear ningún tipo de fondo compensatorio, lo que aboca a la Generalitat a un incumplimiento que le sitúa en puertas de una intervención.

De hecho, como reconoció el conseller, la Generalitat ya incumple el plan de estabilidad en los términos que permitirían al Gobierno tomar medidas que supondrían tomar el control de las finanzas de la Generalitat y forzar recortes hasta cuadrar los gastos con los ingresos dentro del límite máximo. Aunque algunas de las medidas coercitivas ya están siendo aplicadas por el Gobierno en la Comunitat Valenciana, como la obligación de pedir permiso para endeudarse, la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera contempla controles mayores por parte del Gobierno a las entidades incumplidoras.

Hasta ahora la Generalitat ha evitado esa situación límite con planes de ajuste anuales que han permitido reducir el déficit notablemente en los últimos años pero no lo suficiente para entrar en los límites que ha ido fijando el Gobierno. De hecho, el año pasado pese a tener el máximo objetivo de déficit permitido a cualquier región, la Comunitat Valenciana tuvo una desviación del 2,33% frente al 1,6% autorizado.

"No podemos rebajar más. Sin ingresos extraordinarios, por ejemplo a través de un fondo de nivelación, es imposible que la Comunitat Valenciana cumpla el objetivo de déficit del 1% este año, igual que no es posible un déficit del 0,7% para 2015 con las condiciones actuales. Siempre estará por encima del 1%", insistió Moragues.

El Gobierno, sin embargo, cree que la Generalitat sí puede recortar más el gasto. Se lo dijo claramente el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, al propio conseller en un acto público. Ese enfrentamiento es el que abre un escenario de difícil solución: si la Generalitat no aplica un nuevo plan de estabilidad con nuevos recortes (que según el Consell afectarían a servicios básicos) al Gobierno solo le queda asumir el incumplimiento y financiarlo o intervenir la Comunitat Valenciana.

"Vamos a seguir reivindicando el nuevo sistema, aunque sabemos que no existe una expectativa a corto plazo para revisar el modelo de financiación y al mismo tiempo insistiremos en un mecanismo de compensación", dijo Moragues.

"AUNQUE SE NOS LLEVE POR DELANTE"

El conseller insistió en ese mensaje. El problema es si no se consigue. "Vamos a hacerlo aunque se nos lleve por delante", apuntaron fuentes de la Generalitat.

La cuestión es que Moragues ya no cree que haya recorrido en los ajuste del gasto y los más de 1.300 millones de diferencia que existe entre lo que gastó el año pasado y lo que debería gastar este como máximo (a ingresos similares) es imposible de recortar. La cuestión es si el Gobierno estará dispuesto a intervenir la Comunitat Valenciana, más en puertas de unas elecciones autonómicas en mayo de 2015.