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VALENCIA. La negativa del Ministerio de Comercio chino a la alianza entre las tres principales navieras internacionales, la danesa Maersk, la suiza MSC y la francesa CMA-CGM le concede un tiempo precioso a los actores del puerto de Valencia para resolver sus diferencias y conseguir recuperar competitividad.
Con esta alianza, llamada P3, las tres compañías querían gestionar de forma conjunta sus líneas, que suman el 40% del tráfico marítimo mundial, para optimizar costes. Desde China se entiende que esta concentración va en contra de sus intereses comerciales y, especialmente, de sus propias navieras, que están ganando cuota de mercado en el escenario actual.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Rafael Aznar, que conoció la noticia la pasada semana mientras estaba de visita en el país asiático, está convencido de que las tres firmas tendrán un Plan B para esta contrariedad, ya que la voluntad de establecer alianzas entre las tres es "irreversible".
TIEMPO EXTRA DE NEGOCIACIÓN
Desde Valencia se entiende que la redefinición va a significar una prórroga para el proceso de negociación del convenio colectivo del puerto, sin acuerdo desde hace 10 meses por el enfrentamiento que mantienen las empresas contratistas y los estibadores.
Para las primeras, los costes laborales son la piedra de choque y han planteado alternativas que van desde la reducción de retribuciones hasta la supresión de puesto de trabajo a cambio de redefinir las funciones de los trabajadores, a cambio de mantener los actuales niveles de salario.
Algunas fuentes empresariales aseguran que los costes superan hoy en un 40% a los de los principales competidores mediterráneos de Valencia y Algeciras, unidos en este asunto. En todo caso, Aznar se define como "moderadamente optimista, pero prudente sobre el acuerdo laboral".
PLAN ESTRATÉGICO Y MÁS COMPETITIVIDAD
Además, el convenio no es la única medida que se considera necesaria en los puertos de la APV. Su presidente entiende que se debe aprovechar este periodo de redefinición de la P3 para "mirarnos a nosotros mismos" e implementar el plan estratégico y conseguir ganar en competitividad.
"Hay que hacer que inversores, operadores y trabajadores sean una piña", ha asegurado, aunque ha advertido que la redefinición de las relaciones debe ser firme, ante los riesgos que traería cerrarla en falso para el conjunto del negocio portuario y vinculado a él.
En la situación actual, el tráfico de los puertos de la APV acumila caídas de tráfico desde junio de 2013, hasta dejar de ser el primer puerto del Mediterráneo en contenedores, una condición que mantenía desde hace años. Además, en lo que se lleva computado en 2014, el descenso del tráfico de contenedores ronda el 8%.
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