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BARCELONA (EFE).- El secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Rafael Catalá, ha alertado hoy de que la construcción del Corredor Ferroviario Mediterráneo puede generar cuellos de botella en alguno de sus tramos debido a la necesidad de "simultanear tráficos" de trenes.

Catalá ha puesto como ejemplo el tramo del Corredor Mediterráneo entre Castellón y Vandellós, en el cual se tendrá que contar con un ancho de vía mixto y otro internacional para combinar el tráfico de los distintos trenes, esto son, el Euromed, la alta velocidad de pasajeros y los trenes de mercancías.

Catalá ha afirmado, durante la jornada "El Eje Mediterráneo en el nuevo ciclo europeo", celebrada en la escuela de negocios de Esade en Barcelona, que la alternativa a no mantener los dos anchos de vía sería que el recorrido de alguno de los trenes de mercancías se desplazase hacia Aragón.

Respecto al Corredor Mediterráneo, Catalá ha afirmado que se van a asignar "soluciones inteligentes y prácticas", realizando así un proyecto "posibilista" al que se le vayan añadiendo sucesivas mejoras técnicas.

En el mismo escenario, el consejero de Territorio y Sostenibilidad de Cataluña, Santi Vila, ha pedido "conjurar a todas las administraciones" para priorizar aquellos proyectos más vinculados a la actividad económica y con mayor retorno social a corto plazo.

"Vamos a asistir a unos años en que va a ser inevitable decir a algunos territorios que deben esperar", ha dicho Vila, que ha instado a apostar por la descentralización, la liberalización y la modernización en el terreno de las infraestructuras en contraste con los "grandes demonios" que, a juicio de Vila, han marcado la política de infraestructuras española durante los últimos 150 años.

Así, Vila ha señalado como "demonios" el "poco compromiso liberalizador y descentralizador", así como "la poca fe en el partenariado público-privado de verdad" que, a juicio del conseller, han protagonizado las políticas en infraestructuras españolas, y ha pedido sustituirlos por "una priorización valiente y muy honesta".

Más crítico se ha mostrado Joan Amorós, presidente de Ferrmed (asociación que promociona la construcción de un corredor ferroviario transeuropeo), quien ha alertado de los problemas que pueden surgir en el corredor, como por ejemplo el paso de trenes de 500 metros en lugar de 750 por Portbou o las carencias de algunos tramos franceses.

"Echamos en falta una programación decida del corredor mediterráneo", ha asegurado Amorós, que ha comparado este corredor con el "pariente pobre" de una familia, ya que, a su juicio, a medida que las líneas van hacia al sur se deterioran, y, de hecho, ha llegado a calificar de "penoso" el recorrido hasta Algeciras debido a que, en lugar de ir por la costa, la línea sube hasta Granada antes de llegar a Algeciras. EFE