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Los miles de compradores que aguardaban la apertura de la tienda de Ikea en Alfafar fueron testigos del conflicto que se vivía puertas adentro entre la multinacional, el alcalde de la localidad y la Generalitat
VALENCIA. El alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara, ganó este martes la competición para el montaje de una silla de Ikea entre la directora del nuevo centro, Carolina García, la directora general de Ikea Iberia, Belén Frau, la embajadora de Suecia en España, Cecilia Julin, y el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, durante la fiesta de inauguración del primer centro de la multinaional en Valencia. Sin embargo, desde la empresa sueca se espera que éste sea el último tanto que se marque el edil en relación al complejo.
Después de que Adsuara retirase la solicitud que su ayuntamiento había presentado ante la Conselleria de Economía para permitir a Ikea abrir en festivos, el propio conseller Máximo Buch reconoció en la inauguración que este pasado lunes le habían dado diez días de plazo al consistorio y a la empresa para presentar alegaciones ante esta marcha atrás.
De hecho, Ikea se ha "personado como parte afectada" y defiende que el cambio de criterio del Ayuntamiento le ha provocado "un perjuicio porque ya contaban con abrir el domingo" cuando puso en marcha su proyecto. "Han hecho la publicidad, las señales y todo", apuntaba el conseller.
Sin embargo, en declaraciones a Valenciaplaza.com, el alcalde de Alfafar ha asegurado que le ha transmitido a Buch la petición de que desde el Consell "no se tomen medidas específicas para Alfafar" (en beneficio de Ikea), sino que se planteen las medidas que se consideren oportunas para toda la Comunitat Valenciana". "Que se reúna el Observatorio del Comercio y que allí se escuche a todos los interesados: pymes, comercios, grandes superficies... y se tome una decisión", ha indicado Adsuara.
UN CONFLICTO DE AÑOS
Las espadas están en alto desde hace años entre el parque comercial de Alfafar y el consistorio, pero el cambio de actitud del equipo que dirige Adsuara respecto al centro de la multinacional sueca para que abra en domingos y festivos ha sido definitiva para que se haya abierto un frente que ha implicado a la Generalitat.
La libertad de horarios comerciales en amplias zonas de la ciudad de Valencia, que se aprobó desde enero de 2013, ha condicido a que la afluencia de compradores a los distintos centros y grandes superficies del recinto no sólo haya hecho que pierdan la posibilidad de vendar en esas fechas, sino que ha hundido las ventas hasta un 28'4% los sábados en lo que llevamos de año respecto al año anterior.
Fuentes del negocio en la zona insisten en que esto se debe a la desventaja competitiva generada, especialmente con el Centro Comercial El Saler, y que se concreta en el establecimiento de nuevas rutinas por parte de los compradores que, sea festivo o no, han modificado sus hábitos de compra y ocio en beneficio de los centros que se encuentran abiertos cualquier día del año.
COMPROMISOS ROTOS CON IKEA
Sin embargo, la elección por parte de Ikea del municipio generó esperanzas entre sus vecinos de parque que pronto se vieron frustradas, al presentar el ayuntamiento una solicitud de declaración del área como Zona de Interés Túrístico Comercial, lo que le permitiría abrir en festivos, pero limitado al negocio del mueble.
De este modo, se beneficiaría tanto a Ikea como a la llamada 'milla del mueble', un conjunto de establecimientos del ramo en una de las vías de acceso al Ikea. De este modo, los otros vecinos de la zona, que ya habían recibido a Ikea con manifiesta incomodidad por el efecto que tendría su instalación ante las deficiencias infraestructuras viarias del recinto, clamaron por el agravio comparativo.
Desde Generalitat, cuyo presidente Alberto Fabra hizo de la libertad de horarios una de las claves del discurso del Debate de Política General de 2012, entendió la decisión como un mal menor, al permitir satisfacer los deseos de Ikea, aunque frustrara los de los demás. No en vano, la llegada de la compañía de mobiliario y hogar ha sido uno de los orgullos del Consell en materia comercial, por la imagen que transmite de Valencia como destino de inversiones.
Sin embargo, el pasado 15 de mayo, Adsuara decidió retirar la solicitud presentada en la Conselleria de Economía, alegando el daño que podía causar en el pequeño comercio y, según fuentes del proceso, por la percepción generalizada en Alfafar de que el porcentaje de vecinos del pueblo que habían sido definitivamente incorporados a la plantilla del centro había sido muy bajo.
No obstante, fuentes del sector de centros comerciales aluden reiteradamente a las presiones que, en su opinión estarían ejerciendo los lobbys que agrupan a las cadenas de supermercados como origen de esta decisión del alcalde de Alfafar. Estos lobbys son conscientes, según la mismas fuentes, de que la apertura de Ikea en festivos acabaria teniendo como efecto dominó la apertura del resto de grandes centros comerciales incluidos sus Carrefour, Alcampo, etc, verdadera competencia de las cadenas de supermecados.
PARQUE COMERCIAL COMO 'LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO'
Desde el parque comercial de Alfafar las críticas a la gestión municipal han sido constantes desde hace años. En opinión de distintos propietarios y explotadores de negocios, la localidad ha convertido la zona en una fuente de ingresos desproporcionada por medio del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que ha subido un 78'11% desde el inicio de la crisis en el año 2007 hasta hoy en el caso de los complejos edificados.
Esta situación es especialmente llamativa con los solares, cuyo impuesto se ha más que duplicado hasta crecer un 127%. A pesar de que el grueso del aumento se produjo durante la gestión del anterior equipo municipal, el del socialista Emilio Muñoz, lo cierto es que Adsuara ha seguido subiendo en IBI, concretamente un 4,58% para los complejos edificados entre 2011 y 2013 (aunque la previsión es que el consistorio rebaje en 2014 un 2,41% este impuesto); y un 4,10% en el caso de los solares.
A mi lo que me parece más divertido es que al Molt Honorable lo hayan ganado hasta montando sillas
Completamente de acuerdo con el comentario anterior. ¿Es necesario que vayan los políticos a estas inauguraciones?....da asquito verlos...
Imagino que muchos Valencianos como yo no entendemos que, durante años y al parecer por acceder a presiones de unos cuantos, se nos haya privado de lo que, de repente y enarbolado por sus detractores,es el acontecimiento del año de la C.Valenciana. Los representantes de la Generalitat no merecían el protagonismo que ayer les brindo la inauguración más esperada de Valencia. Por fin tenemos IKEA en Valencia a pesar de los esfuerzos de algunos durante muchos años por que no estuviera. Esos mismos que ahora se dan golpes en el pecho y se cuelgan medallas por ello sin merecerlo. Si alguien merecía estar en la foto desde luego no era un político.
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