VALENCIA. El Rainbow Warrior de Greenpeace ha llegado a aguas valenciana, donde permanecerá hasta este martes. ¿El motivo? Iniciar la campaña contra las prospecciones petrolíferas en los yacimientos del Golfo de Valencia, del Delta del Ebro y del Golfo de León. "Prospecciones No. Ni aquí, ni allí" pone bajo el foco de sus críticas la actividad de Cairn Energy, una compañía petrolera escocesa con base en Edimburgo fundada en 1981 por el antiguo jugador de rugby escocés sir Bill Gammell.
En 1952 el padre de Gammell aportó gran parte de la inversión inicial de la firma petrolera de Bush padre, Zapata Petroleum (ahora Pennzoil), y formó parte de la junta directiva de Zapata durante 30 años. Pocos hablan bien de Gammel. Con una gran amistad con la familia Bush, diferentes artículos aseguran que tiene por costumbre acudir a los estamentos más elevados de la política cuando le interesa.
Según recoge el diario digital Nou Diari, un artículo en el Financial Chronicle relata cómo Gammell, inmerso en un problema empresarial con su filial en la India, no dudó en acudir directamente al presidente del país, así como a algunos ministros cuyas competencias le afectaban, para eliminar los obstáculos y asegurarse la vía libre al acuerdo que pretendía alcanzar con una petrolera que opera en la zona, Vedanta Resources.
Gammell pasó del rugby al pelotazo petrolífero cuando compró a la petrolera Shell un pozo en Rajastán que esta empresa daba por vacío. Cairn Energy lo adquirió por siete millones de dólares y vendió a Vedanta, la petrolera india, por 9.600 millones de dólares, multiplicando más que por mil lo que pagó inicialmente. Insisten en que Gammell nunca fracasa en sus negocios, aunque para ello tenga que mover los más altos hilos de la política mundial.
La compañía opera en el Reino Unido, Noruega, Marruecos, Groenlandia e Irlanda, además de en España, donde inició un proyecto de investigación de hidrocarburo en el golfo de Valencia. Este estudio, encargado por la Asociación Española de Compañías de Investigación, Exploración, Producción de Hidrocarburos y Almacenamiento Subterráneo (Aciep) señala que en el Golfo de Valencia se prevé hallar cinco pozos de petróleo con unos 70 millones de barriles de crudo, que consumirían en 46 días y medio y que no habría gas.
El estudio de la asociación formada por Cairn Energy, Repsol, Cepsa y Spectrum Geo Limited, entre otras, destaca que las campañas de hidrocarburos que se pudiesen realizar en el Golfo de Valencia, el Delta del Ebro y el Golfo de León encontrarían un máximo de 272 millones de barriles de crudo, que se consumirían en 173 días, una cantidad que Greenpeace y la asociación Petroli no-Columbretes Netes (Valencia) considera mínima como para realizar estas prospecciones.
Las operaciones a través en Valencia se realizan a través de su filial Capricorn Spain, cuyo director general también es presidente de ACEIP. Esta empresa es la misma que inició las búsquedas de petróleo en el Ártico. La plataforma Aliança Mar Blava apunta a que en sus prospecciones árticas, Cairn Energy ha demostrado ser una empresa opaca y con graves deficiencias en lo que se refiere a seguridad. Según apuntan, la empresa se negó durante meses a publicar un plan de respuesta a posibles vertidos en sus labores de perforación del Ártico. Finalmente, se evidenció que era totalmente inadecuado para las condiciones del entorno.
Las posibles prospecciones de hidrocarburos por parte de Capricorn Spain Limited serán a unos 50 kilómetros al oeste de Ibiza y a una distancia de 50 kilómetros del Puerto de Valencia. Se trata de usar cañones de aire comprimido que estarán remolcados por un barco de adquisición de unos 100 metros cuadrados de eslora a una profundidad de entre 6 y 7 metros bajos la superficie del mar.
La explosión de la burbuja produce, según afirman, un fuerte sonido que penetra hasta 7.000 metros en el suelo marino. Las ondas acústicas emitidas tienen un nivel sonoro de 249 a 265 decibelios (dB) bajo el mar cada diez segundos y durante 75 jornadas seguidas durante día y noche. Para ello, Cairn Energy ha establecido un área de 2.420 kilómetros cuadrados a 20 kilómetros de Dénia y 25 de les Columbretes. Actualmente, la empresa está pendiente de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de sondeos acústicos.
Sin embargo, estas asociaciones denuncian que estas ondas acústicas provocan lesiones graves a la fauna marina, así como una importante disminución de las capturas pesqueras durante largos periodos de tiempo. También critican el posible daño a los espacios protegidos próximos a las zonas de protección, y alertan de que el mar puede contaminarse con lodos, productos químicos y residuos oleosos que se podrían derramar durante las perforaciones.
En Edimburgo, la empresa de Bill Gammell es una parada obligatoria en la 'Ruta del escándalo'. Sus compatriotas escoceses hablan de su estilo empresarial y de las polémicas que suscita donde levanta sus plataformas petrolíferas. Por este motivo, The World Development Movement, una organización activista contra la pobreza mundial, organizó a finales de 2013 esta ruta con unos itinerarios que recorrían las empresas más turbias de la ciudad, entre las que se encuentra Cairn Energy.
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