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RABAT (EFECOM). Estos puertos o "marinas" han sido los elegidos por la Agencia Nacional de Puertos de la veintena que habían sido objeto de estudio, y ahora deben salir las licitaciones correspondientes para su realización y explotación.

A excepción de la que se creará en el puerto antiguo de Tánger, en la zona del Estrecho más cercana a España, las otras marinas estarán situadas en playas mediterráneas de arena consideradas infraexplotadas y con grandes potencialidades turísticas y de ocio.

Algunos de los lugares elegidos presentan problemas de accesibilidad, como el caso de Cala Charranes, donde la carretera más próxima está a 3 kilómetros al interior, o ecológicos, como Sidi Lahcen, ya que la playa está situada en el entorno de un bosque que habría que "habilitar" urbanísticamente.

Por el contrario, otros, como los dos elegidos junto a la ciudad de Alhucemas (Isly y Tata Yousef), tienen problemas contrarios, ya que se encuentran en playas muy concurridas en verano y con un desarrollo urbanístico informal que habría que reconsiderar.

La costa mediterránea marroquí es de orografía muy accidentada, a diferencia de la atlántica, y muchas de las playas son pequeñas y conocidas solo por la población local, pero se considera que tienen un gran potencial turístico.

Los planes de la ANP coinciden con los proyectos de Marruecos de fomentar el sector turístico (y diversificarlo al turismo deportivo y acuático, entre otros) hasta duplicar la cifra actual de 10 millones de visitantes anuales en un plazo de solo seis años.