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VALENCIA. Todo ha sucedido muy rápido, tal y como cuenta Lucas Soriano. Este valenciano nacido en 1985, sobrino de Mique Beltán ('pope' de la llamada Escuela Valencia de dibujantes) y licenciado en Bellas Artes por la Universitat Politècnica de València, empezó a enviar books a agencias y compañías de todo el mundo vinculadas con la ilustración. Buscaba una salida laboral, algo vinculado al producto y capaz de ofrecerle un espacio en el que desarrollar una línea muy clara de dibujo. Por su cuenta tenía sus proyectos, pero también la necesidad de encontrar clientes fuera de España.

Empezó lanzando un precio por ilustración, bajó rápidamente y, en no mucho tiempo, encontró el equilibrio de mercado: alguien contestó al otro lado. Era Game Salude, una compañía con base de operaciones en Oceanía y sedes en Estados Unidos y Reino Unido que se dedica a la fabricación y distribución de juegos de mesa. Él ya había realizado cartas por su cuenta para series como Juego de Tronos -cada vez más cotizada-, pero en este caso debía desarrollar 50 personajes ("una ampliación") para Nothing Personal, el juego emblema de la compañía.

Este juego de mesa en torno a la mafia puso en contacto a Lucas con la empresa para que, pocos meses más tarde, un fracaso de una compaña hermana dejara sobre la mesa de posbilidad de diseñar todos los elementos para el futuro Area 1851. Soriano, que ha colaborado entre medias con un tercer proyecto de la compañía, ha diseñado absolutamente todo en este juego de mesa que será lanzado a nivel mundial y cuya línea creativa parte de la llegada de los alienígenas al lejano Oeste.

"El crowdfunding le sirve a la compañía para hacer un estudio de mercado gratuito. El anterior diseño y planteamiento fue un fracaso (unos 3.500 dólares recuadados), mientras que este fue un éxito en muy poco tiempo (más de 14.000)", apunta el propio Soriano a CulturPlaza.com. Este ilustrador asegura que la compañía ya le pagó sus emolumentos correspondientes antes de la campaña de crowdfunding por su trabajo para este nuevo producto y que esto se hace "sistemáticamente para cada nuevo juego de la compañía".

Su equipo de trabajo se reparte por todo el mundo, desde el director artístico al ejecutivo pasando por el escritor y otros profesinales capaces de poner en circulación el juego. Los regalos que se han podido obtener por el momento -a través del micromecenazgo- para aquellos que han financiado el proyecto van desde el propio juego a la novela en la que está inspirada, láminas del propio Lucas y una edición que llega con meses de adelanto con respecto al mercado. Se espera que este mismo 2014 el juego se distribuya, aunque Soriano no es muy optimista con las opciones de que llegue a España: "aquí existe poca tradición y la gente que hace uso de estos juegos está acostumbrada a comprarlos desde la propia página de la compañía".

Gracias al crowdfunding, Soriano asegura que se hacen mejoras sustanciales en el juego: "por ejemplo, hemos pasado de unas figuras o fichas que eran cubos básicos a unos alienígenas de plástico". La producción se afina y el resultado del diseño de las cartas es de lo más colorido y sugerente con respecto al objetivo del juego. "Es cierto que al jugador de este tipo de juegos de mesa le gusta marcarse unas reglas exigentes y en este caso lo que han de hacer es construir artilugios y tratar de venderlos con materias primas que pueden ser indígenas, colonas o alienígenas".

El juego, que la compañía ya 'vende' desde el punto de vista creativo como una locura, ha sido visualizado por Soriano pese a tener que enfrentarse a algunas exigencias: "en este caso el tablero tenía que incluir una gran cantidad de texto, para evitar tener una ficha constantemente al lado. Además, debía estar rodeado de un temporizador que es clave para la rápidez y decisiones del juego". 

La compañía directamente percibe los ingresos por la comisión de su venta y en este caso lo único que resta es la producción ("en China", apunta el dibujante valenciano) y la imprenta, que se llevará a cabo de forma local. 

UNA LÍNEA DE TRABAJO ESTABLECIDA

Pero su vinculación con la empresa continúa, ya que a las 80 cartas que está realizando para el nuevo Area 1851 hay que añadir unas 90 que llegarán en el año 2015 como ampliación del juego ya establecido en el consumo Nothing Personal. "Con este juego tengo cierta contradicción, porque solo he dibujado tarjetas y el contenido de la caja y del juego choca con ese resultado final", apunta Soriano.

El dibujante, que no esconde su "autoexigencia" de cara a los proyectos internacionales en los que ya está inmerso, está desarrollando un estilo colorista que vincula vanguardias de los años 20 y 30 con un aspecto decididamente importado del cómic clásico. Él mismo ha estado muy vinculado a este mundo y en Area 1851 ha obtenido algo más de libertad ya que ha podido realizar el juego completo: "he diseñado desde las instrucciones hasta la caja, pasando por las fichas y la cartas... todo".

La compañía, dentro de un mercado de jugadores de juegos de rol y cartas, nada explotado en España, tiene su mayor índice de ventas en Estados Unidos, páises nórdicos y Alemania. El éxito de sus juegos se basa, principalmente, en las ampliaciones de los mismos. Una vez consolidados en el mercado, como es el caso de Nothing Personal, se intentan aumentar el número de posibilidades de cara a mejorar la experiencia del jugador y hacer más complejo el desarrollo del juego.

Para ello, el cliente es exigente y reclama una buena historia y buenos materiales de juego. "En este caso todo se basa en una novela histórica que también se publicará este año. Habla sobre la ruta de oregón y tiene referencias alienígenas en un estilo de comedia pura y dura", apunta Soriano. Su llegada hace ahora poco más de un año hizo que se reactivara este proyecto archivado y cuya previa no ha sido utilizada para nada en el nuvo proyecto.

"Me pareció un juego son bastante complejo, así que me lo plantee como un reto. Tendría que empollar antes de empezar porque estaba muy estudiado como el jugador iba a 'picarse' y había que hacer efectivo esto", apunta Soriano. En el momento de la entrevista, el dibujante valenciano ultima las cartas del juego, reconociendo que vuelve hacia atrás para mejorar dibujos y seguir realizando cambios constantemente antes de su inminente entrega. 

"En mi día a día puedo verme dibujando un detonador de palanca para una bomba a control remoto", apunta con ilusión este profesional valenciano que ha comenzado a consolidarse entre los dibujantes de este tipo de juegos a través de Game Salute.