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VALENCIA. Con excepción de Esteban González Pons, por su cargo orgánico dentro del PP nacional, y del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, por su cargo institucional, a día de hoy la consellera de Cultura, María José Català se ha convertido en una de las políticas valencianas con más proyección a nivel estatal. Así al menos lo creen algunas fuentes consultadas, que señalan como clave en su ascenso sus constantes relaciones con el ministerio de José Ignacio Wert, la buena sintonía con los mandos intermedios de Cultura en Madrid y el apoyo de personalidades valencianas relevantes con influencias en la capital.

Català es una persona que, dicen quienes han tratado con ella, se destaca por su "paciencia". Consciente del alcance nacional que pueden tener tanto el IVAM como el San Pío V, la consellera ha iniciado una labor de despachos, al principio en solitario y ahora acompañada por altos funcionarios ministeriales, que le está haciendo ganar enteros en Madrid.

La composición misma del comité de selección del IVAM, que este viernes era puesta en tela de juicio por la asociación de críticos, sólo se puede entender desde una perspectiva nacional, insisten estas fuentes. En este sentido aseguran que un comisario habitual del IVAM llegó a señalar en privado esta misma semana que el comité estaba muy por encima de la calidad media que se prevé de candidatos.

Desde una interpretación sólo artística, el comité quizá no es el más moderno posible ni el más enfocado a las nuevas tendencias en el arte, con demasiados nombres vinculados arte clásico, pero la verdadera interpretación aseguran que es a nivel político y en clave nacional. Y ahí, dicen fuentes vinculadas al sector artístico valenciano sin relación con la consellera, Català ha acertado. "Era lo mejor que podía conseguir y lo ha conseguido", sostienen. "La jugada le ha salido mejor de lo que esperaban, así que es normal que estén tan satisfechos", añaden otros.

QUIENES LES HAN ABIERTO LAS PUERTAS EN MADRID

En su búsqueda de aliados en Madrid, la de Torrent ha acudido a los principales nombres de la Cultura nacional de origen valenciano. Así, Tomás Llorens le ha abierto las puertas de la Thyssen y sus contactos. Además, Llorens con Garín han sido los encargados de reunir el comité de selección. Ellos han hecho las llamadas por petición de Català y con el visto bueno del Ministerio. El castellonense Borja-Villel, nombrado por el gobierno de Rodríguez Zapatero tras concurso director del Reina Sofía, también ha contribuido. En ningún momento, dicen, se han seguido criterios de amistad o afinidad política.

El Plan IVAM, apuntan estas fuentes, tampoco se entendería sin la presencia de Enrique Varela Agüí, quien, junto a la número dos del Ministerio, la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, se ha convertido en un nuevo aliado. El subdirector de Museos Estatales es una persona con gran ascendente. Su departamento es clave en la museística nacional ya que tiene la gestión exclusiva de 17 museos (entre ellos el Marqués de Dos Aguas) y, conforme a los convenios de transferencia de gestión a las Comunidades Autónomas, interviene en 64 museos. A través de él se gestionan inversiones en infraestructuras, autorizaciones de movimiento de fondos de arte mueble y asesoramiento técnico, como titular de los inmuebles y colecciones.

No ocurre lo mismo, por ejemplo, con el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, quien se negó a acelerar las obras de restauración y ampliación del San Pío V. Para el santanderino Valencia no era una prioridad. Tuvo que ser el propio Wert el que impulsara la puesta en marcha de la V fase de la ampliación del Museo de Bellas Artes de Valencia. Es por eso que Lassalle se negó a visitar el acto de inauguración de las obras, aunque oficialmente se dio una vaga excusa.

Con el beneplácito de Wert, el apoyo de Gomendio y la implicación de Varela, Català y su equipo esperan obtener más inversiones por parte del Estado en los próximos meses. Principalmente, dicen, para el IVAM; por lógica se entiende que un director que haya sido nombrado en un jurado presidido por Varela tendrá todas las puertas abiertas. Pero después vendrá el San Pío V, museo que también tiene pendiente su particular revolución. Se da por seguro que, "en su debido momento", se anunciará que se celebrará un concurso internacional para la dirección del San Pío V similar al del IVAM para el cual también se cuenta con el apoyo del Ministerio. Ése, dicen, es su siguiente objetivo.