CASTELLÓN (EFE). El informe del Instituto Geográfico Nacional (IGN) sobre la actividad sísmica en el entorno del proyecto Castor concluye que existe una "relación directa" entre los más de 400 seísmos que se produjeron en septiembre de 2013 en el litoral norte de Castellón y la inyección de gas. El estudio, además, revela la existencia de una falla en la zona hasta ahora no identificada y asegura que no se tuvo en cuenta el informe de "impacto de sismicidad inducida" para determinar la peligrosidad del proyecto Castor.
Teniendo en cuenta la peligrosidad sísmica de la zona, todo indica, según el informe, que el origen de la serie sísmica registrada tiene "una relación directa con la inyección de gas en el proyecto Castor". Esta inyección de gas, añade, habría "acelerado el proceso sismotectónico con acumulación de esfuerzos".
El informe ha sido facilitado a EFE por el diputado de IU en el Congreso, Ricardo Sixto, quien ha tenido acceso al mismo tras una petición de información al Congreso en relación al informe del Instituto Geográfico Nacional sobre los seísmos en el entorno de la plataforma Castor, situada frente a las costas de Vinaròs.
Con fecha de 10 de abril, el Congreso remitió al diputado el informe del IGN, fechado en diciembre de 2013, en el que se pone de manifiesto que existió una relación directa entre la actividad de la planta Castor y los cientos de seísmos que se produjeron en septiembre de 2013, quince de los cuales fueron percibidos por la población.
Tras conocerse las conclusiones de este informe, Sixto ha reiterado la petición de cierre definitivo de la planta, y que esta clausura "no acabe costando dinero a los ciudadanos y a los consumidores de gas". Para el diputado de IU, "no sólo se pone de manifiesto la relación directa entre los seísmos y el Castor, sino que debieron hacerse más informes antes de autorizar el proyecto".
El informe del Instituto Geográfico Nacional explica que comenzó a hacer un "seguimiento especial" debido al incremento diario de la actividad sísmica en el Golfo de Valencia, a unos 20 kilómetros de la costa, frente a Vinaròs, a partir del 5 de septiembre de 2013. El 26 de septiembre, el IGN recibió el encargo de realizar un informe sobre dicha actividad por parte del Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
Asegura que desde 1920 hasta el 1 de junio de 2013, el número de seísmos registrados en esa zona fue de 203, con una magnitud máxima de 3,3 grados en la escala Richter. En cuanto a la peligrosidad del emplazamiento de la plataforma, obtuvo un valor correspondiente al "nivel más bajo de peligrosidad sísmica a considerar en la Normativa Sismorresistente", sin embargo, añade, "no se tuvo en cuenta el impacto de sismicidad inducida" que se debería estudiar para el caso de emplazamientos que puedan generarla.
Por otra parte, se recuerda que del total de cerca de 450 seísmos registrados en septiembre de 2013, tres de los cuales superaron la magnitud 4 en la escala Richter, una quincena fueron sentidos por la población de forma "leve o muy leve". En sus conclusiones el informe señala que la actividad sísmica registrada no pertenece a la de la denominada falla de Amposta, por lo que "se trataría de otra falla no cartografiada", y aconseja que sean expertos geólogos quienes la identifiquen.
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