VALENCIA. No hay duda de que la venta del Valencia CF se ha convertido en uno de los principales problemas del Consell en la presente legislatura. El proceso ya salpicó en su día al vicepresidente del Ejecutivo, José Císcar. Ahora ha incrementado la tensión entre el propio Alberto Fabra y el barón provincial del PP Alfonso Rus, que quiere presidir el club.
Pero no son los únicos altos cargos afectados. Aunque con mayor discreción, el conseller de Economía, Máximo Buch, también ha sufrido en sus carnes los rigores del delicado proceso de venta del Valencia CF. De hecho, en los mentideros de la Generalitat se habla de que existe cierta decepción con el animoso conseller por la 'espantada' de la oferta árabe que pugnaba por el club.
Fuentes conocedoras de la operación, aseguran que Buch había mostrado su apoyo a la citada oferta, aunque ésta ofrecía dudas, con la confianza de que supondría la resolución del problema al que se enfrenta el Gobierno valenciano. Sin embargo, la retirada de la misma, precisamente tras unas desafortunadas declaraciones de Alfonso Rus, desmontó la baza que había jugado el Ejecutivo con la intermediación del conseller de Economía.
Así, el problema volvió a la casilla de salida pero con un jugador menos. Una mala noticia para Buch, que se suma a la lista de políticos que han sufrido un revés a cuenta del Valencia CF. Precisamente el conseller ha sido, desde que fuera nombrado, uno de los hombres de confianza del presidente Fabra.
Tras esta maniobra fallida en la operación de venta del club de Mestalla, algunas fuentes de la Generalitat han vislumbrado cierto distanciamiento entre Buch y la cúpula presidencial. Sin embargo, altos cargos consultados por este diario se limitan a señalar el traspiés del conseller como "uno más" entre los que se han cometido a la búsqueda de encontrar la solución definitiva para el Valencia CF.
traspiés? fue una patada en toda regla de Rus, descolocando a sus adversarios en la Generalitat y en mestalla dentro del PP.
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