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VALENCIA. Los ingleses son personas con el techo gris viviendo muy rápido. Cualquiera que haya visitado a su primo, el que trabaja de camarero en Candem, pero ahora también los padres de no pocas chicas lanzadas a la aventura de aprender inglés mientras trabajan en United Colors of Benetton (todo lo dicho es solo un decir). La cosa es que viven tan rápido que juntan el desayuno (breakfast; sí, fast) con el almuerzo (lunch) y acaban por hacer del brunch una tendencia internacional con el paso de los siglos.

La verdad es que en este Estado al sur de Europa lleno de visitantes liberados de fronteras, la causa del brunch nos ha acompañado en nuestras visitas a hoteles de bien. En estos hoteles uno se despertaba allá por el mes de agosto (o en mitad de un macropuente) y descubría que las salchichas, los donuts y la fruta fresca podían estomagarse sin miedo a las consecuencias. No ha sido hasta décadas más tarde que hemos descubierto finalmente la forma de acercarnos a la mesa a la hora del almuerzo y hacer un desayuno fuerte. Una acción que, foto subida a Instagram mediante y mejor compañía, ha acabado por sumirnos en una brunch tendencia que en gran medida ha revitalizado el ocio diurno de la ciudad de Valencia.

PASIÓN POR EL BRUNCH EN LA RAMBLETA

Tras profundizar hace unos meses en las posibilidades más destacadas del ‘cap i casal' (y en las madrileñas también), hay que reconocer que no son pocos los locales de restauración que han querido mostrar sus cualidades dejándose llevar por la vía del brunch. El último, de hecho, es el grupo La Sucursal que en su sede de Espai Rambleta presenta este domingo un brunch ‘premium' a las 12:30h. Un brunch que más que un almuerzo fuerte tiene visos de festival gastronómico. Eso sí, vestidos, atendidos y sonreídos de forma relajada.

Aunque es posible que nos hayamos acostado tarde tras alargar el concierto de Tórtel en la Sala Russafa, el festín propuesto en la Rambleta invita al desplazamiento. Gafas de sol mediante, el menú invita a iniciarse por la terraza con las brochetas a la brasa de presa ibérica, pimientos, choricitos picantes y tomates cherry previstas. En el interior y con música en directo (una banda de versiones de Dean Martin, Tony Bennett o Nat King Cole) podemos ir recuperando la cordura perdida horas antes con cruasanes rellenos de ensaladilla, salmorejo cordobes, queso seleccionados, croquetas, minipizzas, minihamburguesas...

Esta solo parece ser una parte previa ya que a la hora de comer (y por los mismos 22 euros que cuesta el pack gastronómico que también se repetirá el próximo domingo 27 de abril) el menú se amplía: rost beef con ensalada, huevos benedictines, arroz y cerveza Ambar para acompañar el festival de platos. Postres y "caprichos" dulces cerrarán el menú.