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VALENCIA. El pleno del Consell aprobó este viernes la liquidación del presupuesto de 2013, un trámite obligado y del que se desprende la realidad económica de las arcas públicas. Pese a su relevancia, el Gobierno valenciano optó por aplazar la información relativa al cierre de las cuentas públicas hasta la próxima semana. 

Según aseguró el vicepresidente José Císcar, esta decisión obedece "a la voluntad del conseller de Hacienda [Juan Carlos Moragues] de ofrecer los datos con todo el detalle posible", algo que, por lo visto, no era posible hacer este viernes.

La liquidación del presupuesto incluye tanto los gastos totales en los que finalmente ha incurrido la Generalitat como los ingresos tanto ordinarios como financieros, así como una cuenta consolidada y patrimonial de la Administración valenciana. De estos datos es de los que se extrae el déficit en el que ha incurrido la Comunitat Valenciana este último ejercicio.

El pasado martes el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, hizo públicos los datos del déficit de todas las autonomías, en los que la Generalitat Valenciana volvió a incumplir con el límite máximo que tenía impuesto, marcando un desfase del 2,33% del PIB frente al 1,6% autorizado.

Ese dato tiene dos lecturas distintas. Por un lado evidencia la imposibilidad del Consell de alcanzar un equilibrio presupuestario. Por otro, destaca el esfuerzo realizado para reducir el déficit que se arrastraba el año anterior. Todo esto, en todo caso, requiere de una lectura pormenorizada que es la que ofrece la liquidación del presupuesto. Habrá que esperar.