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MADRID (EFE). La agencia de calificación crediticia Fitch valora el ajuste fiscal logrado por las comunidades autónomas en 2013, en la línea de los requerimientos del Gobierno central, pero advierte de que su elevado nivel de deuda añade presión adicional para que reduzcan aún más sus gastos de funcionamiento.

Fitch hace este análisis tras conocer los datos provisionales de cierre del ejercicio 2013, que las comunidades autónomas terminaron con una desviación del 1,54 % de su PIB, 24 centésimas por encima del objetivo global que tenían marcado.

La agencia subraya la mejora del comportamiento de las comunidades autónomas y da por hecho que el Gobierno central mantendrá los mecanismos que ha dispuesto para proporcionarles liquidez si la necesitan, motivo por el que el año pasado estableció el suelo de su calificación crediticia en BBB-, por encima del bono basura.

En este sentido, valora la puesta en marcha del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) para ayudar a las regiones a financiarse a un precio razonable si se les cierran las demás vías de acceso al crédito.

Fitch apunta que seis autonomías - Murcia, Aragón, Comunitat Valenciana, Cataluña, Navarra y Castilla la Mancha- se desviaron de los objetivos establecidos, pero matiza que incluso esas regiones han avanzado en la consolidación fiscal y los resultados fiscales globales han seguido mejorando gracias a la reducción de los gastos, pues apenas ha incidido el aumento de los ingresos.

La agencia incide en el descenso en los gastos de capital y de funcionamiento, en especial en los gastos de personal.

No obstante, advierte de que el funcionamiento de la economía sigue siendo débil y que los pagos de amortización de deuda e intereses absorben el 18 % del total del presupuesto autonómico de 2014, por lo que, en buena medida, se verán obligadas a refinanciar mediante nuevas emisiones.

Por ello, las autonomías tendrán más presión para reducir gastos de funcionamiento, algo que la agencia ve difícil ante la importancia de los recortes que ya se han acometido.

En cualquier caso, confía en que el comportamiento siga mejorando y que el Gobierno central estará satisfecho con la disminución de los gastos de funcionamiento y de capital del pasado año.