MADRID (EFECOM). El estudio "España en el mundo en 2033", dirigido por el ex jefe de la diplomacia europea Javier Solana, efectúa un ejercicio de prospectiva y diseña cuatro escenarios diferentes sobre cómo podría ser el mundo en 21 años, y cómo prepararse para él.
Además de la perspectiva de los "bloques regionales", que es la que ven más probable, aunque no necesariamente la "más deseable", dibujan una esperanzadora "gobernanza global multilateral y Estados Unidos de Europa", para la que ven bajas posibilidades, al igual que para el "proteccionismo nacional".
También se contemplan altas posibilidades para el escenario de "intereses económicos al mando", con una gobernanza difusa y una Europa a dos velocidades. Pero el escenario que se considera más plausible es el de un planeta sin una potencia hegemónica, un "partido sin árbitro, marcado por la diversidad de los jugadores", donde la globalización habrá dado marcha atrás.
Esto afectaría menos al comercio exterior español, concentrado en Europa y en América Latina, que al de países más expuestos a Asia, como Alemania, que no obstante seguirá siendo la potencia más influyente dentro del bloque europeo.
Además, unos costes salariales más reducidos son "especialmente positivos para España", que se consolidaría como destino industrial europeo, mientras que su atractivo en calidad de vida atraería el "talento" y fomentaría la "multiculturalidad europea" en el país.
Según ha resumido el asesor de PwC Jordi Sevilla, dentro de veinte años "la economía pesará más que en otros momentos de la historia", y mandará más que las armas o incluso la ideología, como ya se ha podido ver en la respuesta al conflicto de Crimea.
El Pacífico será el nuevo "mare nostrum" y la estructura social primará el poder del individuo y el liberalismo, más que el estado, mientras que la democracia tal y como la conocemos hoy no será la forma de gobierno imperante, ha continuado.
Para Solana, actual presidente de ESADEgeo (Centro para la Economía Global y Geopolítica), en la preparación para estos escenarios es fundamental la presencia de empresas españolas en Asia, mientras que España "haría mal si no estuviera bien representada en las instituciones europeas, y podría estarlo mejor".
"Soy optimista, no naif, y creo que en el mundo que hemos descrito podemos encontrar nuestro nicho", ha dicho Solana, para quien "la apuesta por la integración europea plantea retos, pero es la mejor opción para defender nuestros intereses a nivel global".
Otras recomendaciones para que las administraciones públicas se preparen para el mundo que viene son una política exterior más ancha de miras; proporcionar un entorno fértil para la innovación y la productividad; compensar los efectos del envejecimiento y preservar el estado del bienestar e invertir en capital humano.
Al tejido empresarial le invitan a ahondar en la internacionalización de las empresas; impulsar la multilocalización, en especial en economías emergentes; hacerse con un capital humano flexible y multicultural; centrarse en los grupos sociales emergentes y los nuevos patrones de consumo; y asumir nuevas responsabilidades políticas y sociales.
En palabras del presidente de PwC, Carlos Mas, "en los próximos 20 años España tendrá que afrontar retos mayúsculos y las decisiones que se tomen a medio plazo condicionarán el éxito o el fracaso del país".
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.