VALENCIA. Más de 100.000 personas se inscribieron a la oferta para 200 empleos en el nuevo Ikea Alfafar; otras 18.000 probaron suerte en Teyoland para 300 puestos de trabajo y se prevé que también se cuenten por miles los aspirantes que desde esta semana remitan sus curriculums para los 150 o 200 puestos de trabajo del centro que está construyendo Bauhaus en Paterna.
Los altos niveles de desempleo de la Comunitat Valenciana y las escasas alternativas laborales explican esta masiva respuesta a unos proyectos que, siendo relevantes, generan un volumen de trabajo limitado: 400 empleos como máximo entre Ikea y Bauhaus para decenas de miles de demandantes.
Además, en este tipo de procesos de selección no se coge a todo tipo de desempleados, ya que se buscan mayoritariamente perfiles de tipo medio y no a los de mayores niveles de estudios o formación. Demasiado talento para ser reponedor o para estar vendiendo sillas, aunque el trabajador necesite el empleo.
La razón del rechazo a la sobrecualificación se debe a que quienes disponen de mayor nivel de formación o una formación específica propia de otro sector de actividad suelen dejar los empleos que están por debajo de su cualificación en cuanto mejoran sus expectativas laborales, convirtiendo en esteril la inversión en formación que la empresa ha hecho en él, según expertos en Recursos Humanos.
SIGNOS DE RECUPERACIÓN... A LARGO PLAZO
Por otra parte, es relevante que estos proyectos (incluido la fallida Teyoland) tengan en común el hecho de estar dedicados al hábitat, ser centros comerciales y encontrarse en el área metropolitana de la capital.
En los tres casos, sus impulsores han entendido que se va a producir un cambio de ciclo en la crisis del consumo, aunque tengan que esperar un periodo de tiempo para que se concrete. Una travesía por el desierto no acta para cualquiera, ya que hace falta tener riñón financiero, como es el caso de Ikea y Bauhaus, para superarla, el mismo riñón que demostró no tener el fallido proyecto local de Teyoland.
"Lo que pierdan ahora les permitirá ganar en el futuro, al haberse posicionado frente a la competencia", asegura Vicente Sorlí, director del Executive MBA de la Universidad Europea de Valencia. De hecho, distintos analistas coinciden en que los primeros signos de recuperación no llegarán hasta 2015 (Ikea abrirá el 17 de junio, mientras que Bauhaus lo hará a principios de 2015) y se empezarán a manifestar en las compras de pequeña envergadura o bajo coste.
Es en ese marco en el que se explica que los proyectos que se han puesto en marcha sean del hábitat, del hogar. Ikea, con su mobiliario de diseño económico, y Bauhaus, especialista en productos para la casa, el bricolaje y el jardín, permiten renovar a bajo precio bienes de uso y desgaste cotidiano, las primeras concesiones al consumo del consumidor constreñido.
EL ÁREA METROPOLITANA AL ACECHO
Más van a esperar otras aperturas o remodelaciones de centros dedicados al retail, como es el caso del megaproyecto Puerto Mediterráneo- Shopping Resort en Paterna de Intu Eurofund Investments, previsto para 2017 o 2018; o la transformación del Centro Comercial Gran Turia del fondo de inversión Corio, por citar los más relevantes.
Han optado por no tener prisa. "Confiamos en la recuperación. Si es en dos años, mejor que en cinco, pero con el objetivo de seguir estado aquí dentro de 20 años", como señalaba el director general para España del fondo de inversión Corio, Christophe Mouton, en la presentación del proyecto, que no estará finalizada hasta finales de 2015.
En cualquier caso, que el crecimiento venga por los centros comerciales no es baladí ya que se edifican en terrenos que actualmente están a muy bajo precio, y favorecen la captación de consumidores de grandes volúmenes de más allá del área de influencia inmediata. En el centro de las ciudades rigen otras leyes.
Aunque el Ikea de Alfafar prevé atraer clientes de Castellón, Albacete y Alicante, como apunta su directora Carolina García, en Bauhaus el planteamiento es menos ambicioso, pero sí prevén actuar como líder locales con alcance provincial. Si se afianzan, se habrán adelantado a los potenciales competidores y estará a su alcance ser los primeros en dar la bienvenida a la recuperación del consumo.
Bauhaus llega a un eje de la ciudad con un tejido comercial de gran superficie de bricolaje super desarrollado. En la Pista de Ademúz se enfrenta a dos Leroy Merlin y un Brico Depot. Es el último en llegar y totalmente desconocido en la ciudad. Complicado tiene actuar como líder local y obtener un alcance provincial, ya que prácticamente desde cualquier punto de la provincia los clientes han de pasar por delante de uno o varios de sus competidores para acceder a él.
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