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VALENCIA. ¿Por qué Zubin Mehta no ha dicho aún si quiere ser o no director de la orquesta del Palau de les Arts? Ésa es la pregunta que se hacen en los pasillos del complejo valenciano. La intendente, Helga Schmidt, no habla del tema. El tenor Plácido Domingo, presente estos días en Valencia, tampoco se explaya mucho. Ambos se lo pidieron públicamente en rueda de prensa hace mes y medio pero el director indio todavía no ha dado una respuesta oficial.

"No sabemos lo que se han dicho ellos en privado, pero cuando les han preguntado responden que están trabajando, que 'ya se verá', y todavía no se ha visto nada", explican desde Cultura. "Vamos a ver", decía Schmidt hace unas semanas. El caso es que cada día que pasa las dudas crecen.

En la Conselleria de Cultura quieren transmitir tranquilidad. Insisten en que Zubin Mehta seguirá en Valencia, aunque sea como director del Festival del Mediterrani. La cuestión de ser director titular o no de la orquesta, apuntan, es apenas un matiz de tiempo porque en la práctica sólo cambiará que dirija "una o dos óperas más".

Pero el silencio incomoda. "Se lo está pensando tanto tiempo que empieza a ser sospechoso", dice una fuente consultada por ValenciaPlaza.com. "Yo creo que va a decir que no. No tiene tiempo", dice otra. "Hazme caso: dirá que no", añade. Una tercera no es tan taxativa. No hay que descartar, recuerda, la enorme influencia que tienen tanto Schmidt como Domingo sobre el director indio. Les une una relación de amistad de décadas. Mehta es un trasunto de Hamlet. Ser o no ser.

O Mehta responde rápido, o cuando vuelva en mayo se puede llevar la sorpresa de que algun profesor se haya ido. "Yo sé que algunos están mirando la posibilidad de cambiar de orquesta", comenta un trabajador del complejo. Los profesores están cansados de los silencios y misterios de Schmidt, están hartos de las desconsideraciones, de la poca atención y el escaso mimo con el que se les trata. Si siguen en Valencia, repiten, es por Mehta.

Si finalmente Mehta dice que sí, la consellera de Educación, Cultura y Deporte, María José Català, celebrará su decisión. Dos personas del equipo de confianza de la consellera lo resumían este jueves con la misma frase: "Mehta es incontestable".

Eso sí, apuntan rápido desde la avenida de Campanar, sede de la Conselleria, no habrá incremento financiero para el complejo. No habrá más dinero. "Si acepta trabajar más por el mismo sueldo le hacemos un monumento", bromea otra fuente consultada. Pero no es una broma. Es un hecho. Es más, Mehta ya está trabajando más que antes y por menos dinero que cuando fichó por Valencia en 2005.

¿Y si dice no? 

Si dice no, Schmidt sabe que tendrá que aceptar las tesis de la consellera y elegir entre los músicos valencianos que defiende Català. La situación es muy parecida a hace mes y medio pero ha pasado el tiempo y, cada día que pasa, se refuerzan sus candidaturas.

Los favoritos son dos: Gustavo Gimeno y el alcoyano Jordi Bernàcer. En Campanar no quieren que salgan sus nombres en prensa, que se hable de ellos, porque temen que se quemen pero Schmidt los ha incluido en la programación de la próxima temporada. La interpretación que se hace es que la propia intendente los ha aceptado como candidatos. Les ha señalado con el dedo. Son los elegidos. Están en la carrera.

"SI HELGA TIENE UN PRIMO, YO TENGO OTRO"

El primero es el preferido de parte del equipo de Català. En Campanar sueñan con darle la posibilidad de que sea uno de los pilares del Palau de les Arts. "Apúntate el nombre de Gimeno". En su contra, que es muy joven, que está prácticamente empezando.

Es una incógnita, una apuesta, pero de algo están convencidos: "Será mejor que Wellber", dicen. No es aventurado asegurar que hasta Schmidt, que es escéptica (se le ha visto bromear en público con el hecho de que Gimeno es percusionista), les da la razón.

El segundo es un hombre de la casa, un maestro muy querido en el Palau de les Arts, uno de los suyos porque está en el complejo desde el primer día. Son muchos los que están de su lado. Le aprecian. "Lorin Maazel le adoraba", recuerdan. Y el director estadounidense no se casa con nadie.

"No habrá otro Wellber", advierte una de las fuentes consultadas. "Si Helga [Schmidt] tiene un primo", dice una persona del equipo de Català, "yo tengo otro". Si la intendente quiere alguien de su confianza, en la Conselleria también tienen maestros de confianza.

Y Català lo tiene claro: o Mehta, o un maestro valenciano. "Lo que la jefa se propone lo consigue", dice un miembro del equipo de la consellera. Schmidt, hasta ahora, también.