Los valencianos David Vinué y José Luis Gil proporcionan a los agricultores la información necesaria para saber cuánta agua o fertilizante deben utilizar en cada parte del campo
VALENCIA. Usar los recursos con precisión se ha vuelto imprescible en la actualidad, tanto por ahorro como por la concienciación ecológica que se ha instaurado en la sociedad. Uno de los colectivos que más ha alzado la voz, tanto por la escasez como por el coste, ha sido el agrícola, quien necesita el agua para sus campos y que además gasta grandes cantidades en fertilizar sus tierras. Por este motivo, la empresa valenciana Geopixel ha desarrollado un servicio de consultoría que determina con precisión las cantidades necesarias en cada parte del terreno.
David Vinué, ingeniero técnico forestal y máster en Teledetección y José Luis Gil, doctorando en Cartografía, junto a otro doctorando en Físicas ofrecen un servicio de consultoría que, a través de unas herramientas espaciales basadas en la teledetección desarrolladas por ellos, permite obtener datos a tiempo real de las varibales biofísicas, es decir, del estado y los componente que tiene, por ejemplo, una superficie a cultivar.
Esto lo pueden hacer a través de imágenes de satélite de la superficie terrestre. "Se puede averiguar si se necesita más o menos transpiración o, por ejemplo, en vez de proporcionar dotación de agua o fertilizante para toda la tierra por igual, se hace dependiendo de las necesidades de cada tramo" explica David. Se trata de un concepto de agricultura de precisión. "Es una herramienta para el ahorro" destaca.
Inicialmente se encuentran trabajando en pruebas en plantaciones de Requena, donde hay más problemas de regadíos. Toda la información que proporcionan permite gestionar de forma óptima los recursos de la producción agraria, maximizando los beneficios tanto en el aspecto económico como el ambiental. Además, también permite generar predicciones sobre las cosechas y posibles disfunciones, lo que permite dirigir la producción gracias a los mapas de evotranspiración, humedad y nitrógeno en el suelo.
"Las señales son rápidas ya las imágenes de satélite se renuevan cada siete días, aunque con los nuevos lanzamientos se van a reducir a dos" explica a David. Este proceso de leer las imágenes les ahorra tener que ir al campo y medir, ya que tan solo tienen que calibrar. "Ahorra tiempo y mano de obra" destaca. De hecho, estas imágenes de satélite son de libre difusión, sin embargo se han de poseer los conocimientos y desarrollar técnicas para poder aplicarlas.
"Yo calculaba la biomasa forestal y pensaba que si podíamos hacerlo con algo tan complejo con un bosque, por qué no se iba a poder hacer con algo más fácil como un campo", explica. De hecho, las técnicas que desarrollan también permiten la gestión de los recursos naturales. A través de la teledetección se puede monitorizar la humedad, los cursos de ríos y las extensiones de lagos, además de el cálculo de reservas hídricas y la información relativas a las sequías. "Estas herramientas permiten la toma de decisiones" explica.
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