VALENCIA (EP). El presidente de las Corts y exconseller de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, Juan Cotino, ha afirmado que la concejal del Ciclo del Agua del Ayuntamiento de Valencia, Mª Angels Ramón-Llin, le alertó de "problemas de gestión" en la Entidad Metropolitana de Aguas Residuales de Valencia (Emarsa) y que él se los trasladó posteriormente al expresidente de la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi) y exvicepresidente de la Diputación de Valencia Enrique Crespo.
Así consta en la declaración que ha prestado Cotino, en calidad de testigo, ante el juez instructor del 'caso Emarsa', por su etapa en la que fue conseller y presidente de la Entidad de Saneamiento de la Generalitat Valenciana (Epsar).
Cotino, cuya citación fue propuesta por el PSPV --acusación popular en el caso-- estaba citado a las 9.30 horas, y ha llegado al juzgado unos diez minutos antes. A su salida, transcurrida una hora y media aproximadamente, ha atendido a los medios de comunicación que le esperaban y ha indicado que ha expuesto ante el juez la gestión que hizo la Generalitat sobre la depuradora de Pinedo, "porque en un momento determinado la Emshi tomó la decisión de que la depuración era una concesión o encomienda de gestión de la Epsar", ha dicho.
Así mismo, ha expuesto que la Generalitat aceptó la encomienda y decidió sacar a concurso la contratación del servicio de todas las depuradoras de Pinedo, y esta licitación "supuso un ahorro de 14 millones de euros para los contribuyentes valencianos", ha destacado.
En su declaración ante el juez, Cotino ha explicado que ocupó el cargo de presidente de la Epsar y conseller desde finales de 2009 hasta junio de 2011. En un momento determinado, cuya fecha exacta no recuerda, ha indicado que le llamó la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y le dijo que le iba a pasar a Ramón-Llin porque quería contarle unos temas de Emarsa, para ver si la podía recibir pronto.
Así, habló por teléfono con la concejal y la citó para el día siguiente, a las 8 horas, "porque era habitual en mí actuar de este modo", ha aseverado. Luego, en el encuentro, ha señalado que le comentó que el funcionamiento de Emarsa, "bajo su punto de vista y lo que había comentado con otros miembros del Consejo", no estaba funcionando adecuadamente, y hablaron la posibilidad de que Emshi hiciera una encomienda de gestión para sacar una licitación conjunta.
En la reunión, ha reiterado que la concejal le dijo que "había problemas en la gestión" y que eso suponía la posibilidad de que aquello "no funcionara en algún momento": "fue una conversación en la que habló de la existencia de problemas económicos que podía haber en relación con la compra de materiales. Habló de un exceso de personal, pero fue una conversación general", ha dicho.
"Ramón-Llin --ha añadido-- había tenido competencias en medio ambiente y básicamente la preocupación que me trasladaba y yo asumí es la de qué pasaba si mañana no funcionaba la depuradora. Que me transmitió la preocupación por problemas tales como qué ocurriría si al día siguiente no se podía comprar material o pagar las nóminas", ha puntualizado.
"PREOCUPACIÓN" A CRESPO
Seguidamente, ese mismo día se puso en contacto telefónico con Enrique Crespo y le señaló la conversación que había mantenido con la concejal. Luego se vieron, en el despacho de Manises (Valencia) de Crespo, y estuvieron tratando la cuestión. Cotino le transmitió la "preocupación" y éste se la confirmó.
Crespo le manifestó que en alguna otra ocasión, con su antecesor en el cargo, ya se había planteado la posibilidad de hacer una encomienda de gestión para que la Epsar se hiciera cargo de aquello. "Yo le manifesté --ha dicho-- que mi única preocupación era que si por cualquier causa la depuradora dejaba de funcionar, y más en las fechas en las que estábamos hablando, teníamos un grave problema que podía afectar tanto a la salud de las personas como al medio ambiente, porque el agua que se depuraba allí iba o a La Albufera o a la Playa de Pinedo".
Por lo tanto, le pidió que se tomaran medidas "con carácter urgente" de lo que se tuviera que hacer. Le solicitó que "se reunieran los técnicos de Emshi y Epsar y buscaran fórmulas y, a su vez, que el Consejo de Administración de Emshi decidiera si aquello lo iban a hacer o no, pues yo era un mero receptor de lo que iba a hacer otra sociedad".
Preguntado a cerca de la relevancia de este aspecto, ha manifestado que porque tienen banderas azules en las playas: "mandamos agua depurada a La Albufera y desde la depuradora ésta se regenera. Por tanto, si por cualquier causa la depuradora no funciona, existía un problema grave para mí y para el conjunto de la sociedad valenciana", ha apostillado.
Por otro lado, Cotino ha señalado que desconocía el sistema de financiación de Emarsa, así como el precio que se pagaba por el tratamiento de los lodos o su destino. Sobre el convenio de financiación suscrito entre Epsar, Emshi y Emarsa ha manifestado que procedía de 2004 y cuando él llegó no tenía conocimiento del mismo.
Interpelado por si durante su Presidencia existió algún protocolo o mecanismo de control del destino de los fondos de la Epsar destinados a la financiación de los costes de explotación de las depuradoras, ha afirmado que él recuerde "no hubo ninguna normativa nueva" y, por tanto, se regían por la normativa de la Generalitat: "cualquier tema económico se remite a la Generalitat y es supervisado por el Síndic de Comptes, supongo que sería el mismo régimen", ha afirmado.
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