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VALENCIA. La Consellería de Infraestructuras es una de las más afectadas por la crisis económica que afecta a la Generalitat Valenciana y en general a todas las administraciones públicas. Sin dinero, la actividad del departamento encargado de las obras -desde el metro a las carreteras- se ha reducido a la mínima expresión. De hecho, algunas infraestructuras emblemáticas, como la línea 2 del metro, están paralizadas sin fecha.

Hay una máxima en política que dice: "Si no hay dinero, legisla". Y a ella se ha acogido la consellera Isabel Bonig. A falta de fondos para acabar obras o para emprender otras, la responsable de Infraestructuras ha optado por dar un empujón al cuerpo legislativo que depende de ella. Este viernes presentó la Ley de Puertos, una cuerpo normativo del que carecía la Comunitat Valenciana (era, junto a Astrurias, la única autonomía con litoral que no la tenía) y prepara otras normas que espera presentar al Consell y a Les Corts a corto plazo.

Las dos más avanzadas son la Ley de Vías Pecuarias y la nueva Ley Urbanística Valenciana. Ambas están siendo evaluadas por el Consell Jurídic Consultiu (CJC). La consellera aseguró este viernes en un corrillo informal tras la rueda de prensa del Consell que los textos contarán con el respaldo del organismo consultivo. "Y de la Unión Europea", dijo en referencia a la LUV, una legislación urbanística siempre polémica y que ha sufrido denuncias ante Bruselas.

BONIG SALVA EL INMOVILISMO DEL CONSELL

La consellera de Infraestructuras destaca de esta forma dentro de la escasa actividad que desarrollan los consellers, atenazados por la falta de presupuesto que les permita poner en marcha iniciativas en sus departamentos.

También el vicepresidente Císcar tiene en sus manos la puesta en marcha del portal de transparencia, con el que el Consell quiere hacer públicas todas sus contrataciones, una iniciativa que pretenden esté en funcionamiento en los próximos meses.  

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