VALENCIA (EFE).- La Marina Real Juan Carlos I de Valencia ha comenzado su despegue para recuperar el esplendor que vivió durante los años en que acogió la Copa del América de vela y las citas de la Fórmula Uno, cuando se cumple un año de la cesión de la dársena al Ayuntamiento.
Con el "glamour" que le dio la vela en 2007 y la proyección internacional que supuso para la ciudad en el recuerdo, la dársena se había quedado paralizada por los desencuentros entre las Administraciones de distinto signo político, añorando el bullicio y las actividades ciudadanas y deportivas de antaño.
La llegada del PP al Gobierno central materializó que el Ayuntamiento de Valencia consiguiera la cesión del espacio de cerca de un millón de metros cuadrados de superficie de la dársena para revitalizar este "nuevo barrio" de la ciudad y convertirlo en centro neurálgico náutico, tecnológico, de innovación y turismo.
Fue el 8 de marzo de 2013 cuando el Consejo de Ministros aprobó la cesión de forma gratuita de los terrenos de la dársena por parte de la Autoridad Portuaria a la ciudad, aunque no fue hasta julio cuando se hizo efectiva tras su inscripción en el registro.
Entre los trámites, el consistorio cedió el terreno al Consorcio Valencia 2007 para explotarlo y lograr beneficios con los que devolver los 350 millones del crédito ICO concedido para la celebración de la primera de las dos ediciones en que la Copa del América recaló en aguas valencianas.
Tras la "histórica" cesión, la dársena ha definido su plan de usos y ha iniciado su planteamiento urbanístico y un plan para consolidar la zona en un espacio lúdico y deportivo para disfrute de ciudadanos, además de centro de hibernación de embarcaciones de referencia en el Mediterráneo y centro internacional de vela.
Todo ello, según explican a EFE desde el Consorcio, con el firme propósito de que la zona sea "locomotora" de generación de riqueza y creación de empleo cualificado directo e indirecto.
En este periodo, se han instalado en la Marina seis federaciones y clubes deportivos -entre otros, la federación de Remo, el club de Kayak y el de piragüismo-, así como dos tiendas de material para deportes de agua, tres espacios de restauración y cinco empresas de mantenimiento y servicios náuticos.
La apuesta por consolidar en la dársena como centro tecnológico y de innovación ha interesado al empresario Juan Roig, que ya ha mostrado su deseo de poder establecer en las bases norte que fueron sede de los equipos de vela su aceleradora Lanzadera, la empresa Angels Capital y la escuela de negocios EDEM.
Precisamente, el Consorcio tiene previsto sacar a licitación estas bases antes de verano para convertirlas en un polo de innovación, formación y emprendimiento.
Para facilitar la accesibilidad y conexión del recinto con el resto de la ciudad, a lo largo de estos meses se ha derribado la valla que separaba la Marina de la extensa playa y el paseo, y realizado la apertura frontal de las bases norte a la dársena.
Además se han implantado nuevas paradas de taxi y de alquiler de bicicletas, el tren turístico en el recinto y, en verano, una conexión de transporte entre la Ciudad de las Artes y las Ciencias y la dársena.
En su afán por convertirse en un centro de actividades lúdicas y deportivas, la Marina ha acogido en este tiempo diversas citas deportivas como el triatlón, la media maratón o la 15K, que han reunido en total a 200.000 personas.
Su apuesta por el sector náutico se refleja en el aumento del 10 % en la ocupación de los 800 amarres de sus tres dársenas deportivas en 2013 respecto al año anterior. Además, el crecimiento en periodo invernal de los barcos de mayor eslora en el pantalán central ha crecido un 35 % respecto a 2012.
Estos son solo los primeros pasos, porque en 2014 la Marina continúa su andadura de crecimiento y revitalización con la concesión de una veintena de locales de restauración y ocio y el inicio del procedimiento para la concesión del emblemático edificio de Veles e Vents a un único operador, así como el concurso del varadero en una parcela de 56.000 metros cuadrados.
Además, se demolerá la antigua base del sindicato China Team y el antiguo edificio de televisión, aumentarán las zonas verdes y se acogerán tres conciertos multitudinarios, entre ellos el de Dani Martín.
También este año está prevista la construcción de la nueva lonja de pescadores que combine usos pesqueros con una oferta gastronómica, educativa y turística, y la primera fase de rehabilitación del Tinglado 2, destinado a mercado "gourmet".
Todo ello para ver renacer a una Marina que quiere recuperar tiempos mejores y convertirse en el mejor puerto deportivo urbano del Mediterráneo.
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