La cadena del Grupo Inditex ha sometido a una profunda remodelación a la antigua sede de la institución
VALENCIA. La nueva tienda de Bershka en la calle Colón de Valencia, que este jueves recorría junto a los responsables del Grupo Inditex el conseller de Hacienda Juan Carlos Moragues, poco tiene que ver con lo que fue las últimas décadas: la sede de la Conselleria de Economía e Industria. Por donde antes trabajaba una legión de funcionarios entre ordenadores y fotocopiadoras, la pasada tarde se cruzaban hipster de barbas y chicas de estética pin-up que escuchaban la música en directo de Dorian y a DJ BeGun.
El alquiler de este edificio de 3.166 metros cuadrados, propiedad de la Generalitat, a la enseña de moda joven de Amancio Ortega para una tienda de referencia, flagship, va a reportar a la Administración valenciana 992.048 euros anuales (impuestos no incluidos) en un periodo mínimo de cinco años y ha sido el primer gran logro comercial del director General de Patrimonio, Miguel Sánchez Ferrer.
Salvo por los elementos arquitectónico de carácter histórico del acceso por la calle de Colón (datados entre 1870 y 1880, dentro del llamado neoclasicismo valenciano), la transformación que se ha hecho de los 1.307 metros cuadrados ocupados por la tienda hace complicado identificar buena parte de las antiguas dependencias del edificio.
CUATRO MESES DE OBRA INTENSA
Las obras han durado cuatro meses, desde su inicio el 23 de octubre de 2013, y han significado la división del inmueble en dos bloques. Buena parte de la planta baja y del primer piso corresponden a la tienda, mientras que una pequeña parte del bajo y las plantas superiores serán subarrendadas en breve por Bershka a una cadena hotelera para la apertura de un establecimiento de los denominados "con encanto".
En lo que se refiere a Bershka, se han eliminado los tabiques y se ha cubierto el patio interior con una estructura de metal y cristal. De este modo, se busca proteger de las radiaciones solares y aprovechar la luz por medio de paneles fotovoltaicos, que generan parte de la electricidad que requiere el conjunto.
Igualmente, esta zona del antiguo patio interior produce un efecto invernaderos que permite un ahorro energético en calefacción en invierno y que genera una ventilación natural para el verano, además de disponer de un sistema que permite el aprovechamiento del agua de lluvia para cubrir un 75% de la que consume el establecimiento.
Desde un punto de vista estético, se impone el color blanco y el lima, que identifican la zona de moda mujer, mientras que el gris es el que corresponde a la línea juvenil (identificada como BSK), dejando el negro para la sección de hombre.
UN BERSHKA CON MÁSTILES PARA BANDERAS
Desde Bershka se señala que el diseño y la ejecución del proyecto se han realizado "dentro del entorno BIM (Building Information Modeling)" y ha sido el primero de la firma en el que se ha implantado la nueva norma ISO 21.500, que reglamenta el project manager de cualquier proyecto, estandarizando y normalizando el procedimiento de gestión.
La planta noble de la antigua Conselleria de Economía, que incluía el despacho del conseller y del alto mando de la institución, ha quedado fuera de esta remodelación. De hecho, el edificio aún mantiene los tres mástiles en los que hasta hace unos meses ondeaban las banderas de la Comunitat, España y la Unión Europea.
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