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VALENCIA. Tras el éxito en la inscripción en el censo para las primarias abiertas de los socialistas valencianos, este lunes se inicia la campaña que concluirá con la votación final el próximo domingo. 68.000 personas (más de 50.000 no afiliados y cerca de 18.000 militantes entre PSPV y Joves Socialistes) tendrán una cita con las urnas -habrá que ver cuál es el nivel de participación real- para decidir quién es el candidato a la Generalitat de los socialistas.

Los candidatos, Ximo Puig (secretario general) y Toni Gaspar (alcalde de Faura), medirán sus fuerzas este lunes en dos debates: uno por la mañana en la sede de la Cadena Ser y El País, y otro por la tarde en abierto que tendrá lugar en la calle Blanquerías, donde se ubica el PSPV en Valencia.

Hasta el momento, la relación entre los aspirantes, al margen de que miembros de sus candidaturas hayan sido más vehementes, se ha limitado a pequeñas escaramuzas. Por poner algún ejemplo, Gaspar, al margen de la identificación con el pasado que hizo sobre Puig en su día, ha criticado algunas decisiones de la organización (el número y distribución de los debates, por ejemplo) o ha puesto el acento en las ventajas de Puig como secretario general del partido.

Su rival, por el contrario, ha optado por pisar el acelerador con su agenda, combinando actos relacionados con las primarias con sus apariciones públicas como secretario general del partido, algo que ha sido criticado por Gaspar al considerar que debía haber dejado su cargo temporalmente para no obtener rédito del mismo durante la precampaña. Puig, se ha limitado a dar la menor publicidad posible a su oponente, aprovechando su mayor fuerza entre la militancia (aglutinó más del 50% de los avales frente al 17% de Gaspar) y la mejor posición pública que le otorga su cargo de líder del PSPV.

No obstante, la rivalidad entre los dos candidatos no ha conllevado hasta ahora una guerra personal entre ambos. Por el momento, no ha saltado la chispa, no ha habido barro: los diferentes sondeos publicados en los últimos meses y la precaria situación de PP y Consell, parecen haber concienciado a los socialistas valencianos de que si controlan las guerras intestinas pueden ganar las elecciones.

Así, la puesta en escena de las primarias abiertas, al menos en la faceta de la participación, parece que será un éxito, y está por ver si los candidatos están decididos a plantear un verdadero enfrentamiento por ser el cabeza de lista o el proceso quedará en una buena operación de marketing político y preparación electoral para 2015.

PROPUESTAS SIMILARES, DIFERENCIAS PERSONALES 

Bien es cierto que resulta complicado establecer diferencias programáticas o propositivas entre los candidatos. Al fin y al cabo, el PSPV sigue -o al menos así debe hacerlo- las bases acordadas por la formación en los diferentes documentos que emanan de la dirección ejecutiva. Esta no es una batalla como puede suceder en las primarias de Estados Unidos o incluso en unas primarias de ámbito nacional, donde si un socialista aragonés se enfrenta a un socialista valenciano, por ejemplo, podrían encontrar motivos de enfrentamiento más marcados.

Por poner algunos ejemplos de la sintonía en propuestas, Gaspar se ha mostrado favorable a una banca pública valenciana o la eliminación del aforamiento, propuestas que también había planteado Puig antes de que comenzara el proceso de primarias. Asimismo, el alcalde de Faura propone limitar ocho años el mandato en la Generalitat, mientras que Puig coincide en ese tope para los diputados autonómicos aunque permitiría un mandato más en un cargo de Gobierno. Así, al margen de los conciertos educativos, donde Gaspar insiste en revertirlos mientras Puig mantiene una postura más tibia, las propuestas resultan similares en su mayoría.

La pugna, por tanto, al margen de matices en diversas medidas a aplicar o en niveles de prioridad en algunos asuntos, es únicamente personal, como reconocen destacados dirigentes socialistas. Decidir quién es mejor candidato. Y para ello, se hace muy difícil ganar respaldo sin señalar los defectos del otro aspirante, sin atacar por tanto las debilidades del rival y dejarle en evidencia. Un hecho que todavía no se ha puesto de manifiesto y que de producirse debería tener lugar este lunes en los debates.

De hecho, uno de los pocos incidentes subidos de tono en estas semanas fue la filtración de una imagen de un cartel cinematográfico en el que aparecía Toni Gaspar entre animales prehistóricos, con las fotografías de, entre otros, Ximo Puig y Joan Lerma, bajo el título: ‘Caminando entre dinosaurios'. El montaje, que fue atribuido a un afín a Gaspar -éste se desvinculó por completo- fue inicialmente perseguido por la candidatura de Puig, para luego abandonar la idea de tomar medidas sobre el asunto.

Con este escenario, mientras se intuye que Puig intentará rehuir el choque frontal; Gaspar, que en teoría parte con desventaja, deberá decidir si pone toda la carne en el asador en la crítica o, por el contrario, mantiene una postura equilibrada que, aunque no le permita ganar, sí le deje en una buena posición de cara a un futuro controlado por Puig. Es decir, si va a buscar la victoria sin mirar más allá o va a limitarse a ser un rival lo más digno posible sin generar un conflicto que cueste enterrar una vez termine el proceso.

DEBATE ABIERTO CON PREGUNTAS Y MODERADO POR LA UNIÓ DE PERIODISTES

Tras el primer debate que tendrá lugar este lunes en la Cadena Ser, ambos candidatos volverán a encontrarse por la tarde, esta vez en la sede del PSPV en un segundo encuentro esta vez organizado por el partido y que será moderado por la vicepresidenta de la Unió de Periodistes, Amparo García Vilaplana.

Este debate tendrá una duración de una hora y el formato acordado consta de una primera parte en la que los candidatos abordarán cuestiones de interés general para los ciudadanos de la Comunitat Valenciana.

Una vez concluido este bloque, la segunda parte del debate contará con la participación de colectivos y asociaciones que asistirán de público y que tendrán la posibilidad de trasladar sus preguntas a ambos candidatos a través de la moderadora. Esta segunda parte tendrá también una duración de media hora.

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