El paso adelante de Fabra en materia de corrupción se atribuye, desde distintos sectores del partido, a los malos datos de una última encuesta manejada por el Consell
VALENCIA. El paso adelante en materia de corrupción dado en la pasada semana por el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, no ha gustado en determinados sectores del Partido Popular de la Comunitat Valenciana.
Las manifestaciones del jefe del Consell respecto a la necesidad de apartar a los diputados procesados del grupo parlamentario popular si no abandonan el escaño de ‘motu propio', ha revitalizado un conflicto que viene arrastrando toda la legislatura.
El propio líder provincial del PP y presidente de la Diputación, Alfonso Rus, mostró públicamente su desacuerdo con las palabras de Fabra a la salida del acto celebrado el sábado en la sede del partido y que había presidido el máximo responsable autonómico. "Un político no debe abandonar el cargo mientras no sea culpable", comentó el también alcalde de Xàtiva preguntado por la postura del jefe del Consell.
Estas palabras de Rus son respaldadas por otros diputados autonómicos: el grupo de imputados y los parlamentarios próximos a Francisco Camps, son algunos de los que no coinciden con el nuevo ‘apretón' de Fabra, quien había parecido dejar de lado el asunto en los últimos meses.
El vicepresidente del Consell, José Císcar, mencionó en la rueda de prensa del pasado viernes que Fabra era sensible a las preocupaciones de los ciudadanos y éstas, según recalcó, venían reflejadas en los últimos sondeos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que mostraban que la corrupción había ascendido hasta convertirse en la segunda preocupación de los españoles.
Sin embargo, y en esto insisten diversos dirigentes ‘populares', la vehemencia en el discurso del presidente de la Generalitat, al igual que otras propuestas como la de la reforma de la ley electoral para ofrecer mayor participación directa de los ciudadanos, obedece a otras encuestas. Concretamente, aseguran, los últimos informes que se manejan en el Palau de la Generalitat muestran unas previsiones nada halagüeñas para los ‘populares' valencianos. Unos datos que habrían activado las alarmas y propiciado el impulso a nuevas decisiones.
Una maniobra que tiene especial lógica si se atiende a la preocupación que despiertan las elecciones europeas para el PP valenciano. Una cita electoral donde se tiene poco que ganar y mucho que perder, sobre todo si se produce un resultado sensiblemente peor al que se dé en otros territorios controlados por los ‘populares'.
Pese a que en buena parte del partido se da por hecho que Fabra será el próximo candidato a la Generalitat, siguen existiendo ciertas dudas sobre el recorrido que tendrían los problemas derivados de un pésimo resultado que evidenciara una debilidad especial del PPCV en comparación con otras regiones.
Así pues, y más allá de las complicaciones -si hay que votar para la expulsión de algún diputado- en el grupo parlamentario que puedan surgir de la ‘mano dura' frente a los parlamentarios a punto de sentarse en el banquillo, la prioridad para el presidente Fabra es conseguir remontar la caída en los sondeos y superar el trance europeo con un resultado que permita albergar confianza y esperanza de cara a las elecciones autonómicas y locales de 2015.
¿Alguien se cree que Fabra vaya a repetir como Presidente de la Generalitat?. Si llega a las europeas que de gracias. Todos en ese partido quieren que desaparezca, solo les hace falta un mal resultado en las europeas para que Catalá tome el poder.
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