VALENCIA. El presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, sigue porfiando por alcanzar su sueño de presidir el club de Mestalla. Un objetivo por el que no está dispuesto a sacrificar las otras responsabilidades que ejerce en estos momentos. Pese al 'populismo' y proximidad de la que suele hacer gala, el alcalde de Xàtiva lo quiere todo: seguir al frente de la corporación provincial, liderar el PP valenciano, controlar la alcaldía, retener su escaño en Les Corts y, además, tomar el mando del Valencia CF. Ahí es nada.
Rus ha crecido como político en la última década hasta convertirse en el barón provincial del PPCV por excelencia, un título simbólico protegido por la guardia de alcaldes fajadores que le rodean y suelen cubrirle las espaldas.
Este pequeño empresario tiene un largo recorrido político: comenzó en política en los 80, pasó por Alianza Popular, por Centro Democrático y Social (CDS) y por la Agrupación Independiente de Xàtiva (AIX), consiguiendo acta de concejal. Finalmente logró la alcaldía cuando volvió a sumarse al proyecto 'popular'.
Desde entonces encadenó cinco victorias consecutivas en el consistorio mientras, paralelamente, crecía en el ámbito orgánico del PP hasta convertirse en presidente provincial del partido tras presentarse en un momento delicado en el que los zaplanistas empezaban a debilitarse.
En estos últimos años, el poder de Rus en las comarcas se ha fortalecido hasta controlar prácticamente la totalidad de las mismas, más allá de los pequeños reductos que mantiene su histórico rival, Serafín Castellano, secretario general del PPCV.
Pero todo se le queda pequeño para el barón de Xátiva. Su debilidad -rallana en lo obsesivo- continúa siendo el fútbol: es presidente del Olímpic de Xàtiva y sueña con tomar el mando del Valencia CF. Ahora bien, ese deseo en el que ya fracasó en el pasado -perdió las elecciones al club frente a Paco Roig-, se ha convertido en una prioridad para el presidente provincial del PP.
Un anhelo, eso sí, por el que no tiene pensado ceder ninguno de sus otros cargos: alcaldía de Xàtiva, presidencia de la Diputación, liderazgo en el partido y escaño en Les Corts Valencianes. Rus quiere aferrarse al poder que ostenta en instituciones y PP aunque consiga su principal objetivo: sentarse como jefe en el palco de Mestalla.
El cruce de caminos para Rus es inmediato: lo perfecto para el dirigente setabense sería que la situación que actualmente vive el Valencia se hubiera producido en otro momento: tal vez de esa manera podría controlar más cómodamente su sucesión y defender las posiciones estratégicas de sus afines en instituciones y partido. No obstante, la actualidad manda y la situación del club no puede alargarse tanto. Ante eso, la solución consiste en apurar las bazas para alcanzar su sueño futbolístico y atrincherarse hasta las elecciones en los cargos que ha ido acaparando.
"¿QUIÉN LE VA A PEDIR QUE DEJE ALGO?"
El enroque de Rus en su posición obedece a varias circunstancias. El alcalde de Xàtiva no ha alcanzado los puestos que ocupa de forma cómoda: fracasó en la lucha por su municipio en varias ocasiones hasta conseguirlo, dio en su día un paso al frente arriesgado para postularse como líder provincial del PP, logró ser presidente de la Diputación pese a los impedimentos internos del entorno de Francisco Camps... una carrera política a la que no está dispuesto a renunciar fácilmente.
Fuentes populares apuntan a que, tras muchos meses de tensa relación, Fabra ha conseguido en cierta medida apaciguar al impulsivo barón provincial. "¿Quién le va a pedir que deje algo? Lo hará si así lo considera", comenta un dirigente del PP que pone el acento en la buena gestión de Rus en la Diputación. Este pensamiento es el que circula en la dirección provincial, que da por hecho que Rus terminará la legislatura al frente de la Diputación, del PP, y probablemente de la alcaldía. El único cargo, apuntan algunas fuentes populares, que tal vez podría plantearse abandonar en un momento dado sería el de diputado autonómico. La siguiente legislatura, ya se verá.
Otro factor es el compromiso adquirido entre Rus y sus afines: un complejo entramado de alcaldes, presidentes comarcales y portavoces locales que han respaldado a su 'protector' en momentos difíciles, especialmente su lugarteniente en la Diputación, Emilio Llopis. Por citar algunos, el pulso de Rus a Alberto Fabra en el congreso regional del PPCV, las presiones previas al último congreso provincial o los cónclaves comarcales en los que Serafín Castellano propició diversas candidaturas alternativas a las de Rus, han sido momentos en los que el alcalde de Xàtiva ha tocado el silbato y se ha visto respaldado en bloque por su tropa.
El abandono de Rus de la Diputación o del PP implicaría el descenso del poder, ahora basado en la unidad, que mantiene su bloque dentro del partido. Más aún si esto se produjera en esta recta final de la legislatura, con el futuro incierto que planea sobre los ‘populares' valencianos, que por primera vez en mucho tiempo pueden perder el timón en todas las instituciones. De producirse la marcha de Rus antes de la cita electoral, el secretario general del PPCV, Serafín Castellano, aprovecharía la coyuntura para tratar de ganar terreno.
Ante este escenario, el barón de Xàtiva prefiere enrocarse. Luchará -como está haciendo- por entrar en cualquier operación relacionada con el Valencia CF que pueda resolverse con él como presidente del club, pero se aferrará al resto de sus cargos al menos hasta después de las elecciones y vea en qué lugar han dejado a cada uno las urnas.
LAS INCÓGNITAS PARA 2015: ¿MANTENER LA DIPUTACIÓN?
Y es que los comicios locales y autonómicos de 2015 se presentan bajo inquietantes dudas para el PP. Salvar la Generalitat, a día de hoy, parece difícil dado que aunque los ‘populares' mantengan la mayoría, los pactos entre fuerzas de izquierdas superarían a la formación que lidera Fabra.
Ahora bien, la corporación provincial es distinta, puesto que se eligen 31 diputados en distintos partidos judiciales: 18 en Valencia capital y su área metropolitana y 13 en los departamentos comarcales restantes. La ventaja del PP actualmente es de siete diputados sobre la oposición: 19 para los populares, 10 para los socialistas, uno para Compromís y otro para Esquerra Unida.
En buena parte de los partidos judiciales se reparten dos diputados, yendo a parar a las dos formaciones más votadas, PP y PSPV-PSOE. No obstante, existen tres áreas, Requena, Ontinyent y Sueca, donde solo hay en juego un escaño en cada una, que cayeron a favor del PP en 2011. Los populares cuentan con mantener esos tres de ventaja porque, aunque desciendan, consideran que saldrán beneficiados por la división de voto de la izquierda.
El grueso de la elección se juega en Valencia capital, que aglutina una masa electoral mayor que toda el área metropolitana junta. Un aceptable resultado del PP en la ciudad -contando con los tres partidos judiciales con un diputado en juego- podría salvar la Diputación y, con ello, dejar a Rus -si decide continuar- como el dirigente popular más destacado en la Comunitat Valenciana, algo que supondría una tabla de salvación para los suyos aunque se perdiera la Generalitat.
Aunque desde el PSPV-PSOE aseguran que la tendencia al cambio también arrastrará muchos votos en la capital, los populares consideran que la diputación podría mantenerse aún sin retener el Gobierno autonómico. A Rus le espera un gran futuro como 'césar' provincial 'pluriempleado'...
No, no hace falta ser Alcalde para ser Presidente de la Diputación, con ser concejal basta. Y en Xàtiva nadie le hace sombra, sería raro que perdiese la alcaldía.
Dudo mucho que consiga retener el cargo, ya que tengo entendido que para ser el Presidente de la Diputación, has de ser alcalde (creo), y Rus tiene muy dificil retener la alcaldia de Xàtiva.
Ya sería demencial que se metiera otro POLITICO a medrar en EL VALENCIA C.F. EL NAPOLEONCITO.....de vergüenza.
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