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VALENCIA. Diez empresas se han interesado hasta el momento por las instalaciones de la antigua Estación Marítima de la Marina Real. Según apuntan fuentes conocedoras de las negociaciones entre el Consorcio Valencia 2007 y estas compañías, la mayoría son startups que quieren integrarse en el clúster tecnológico que pretenden conformar en la dársena, aunque también compañías naúticas que buscan cercanía con el muelle de megayates. 

En estos momento, desde el Consorcio Valencia 2007, integrado por la Generalitat, el Estado y el Ayuntamiento de Valencia, están estudiando el presupuesto de adecuación del edificio para poder operarlo con el fin de determinar el precio por metro cuadrado. En este caso, las divisiones para cada empresa serán de 100 metros cuadrados en adelante.

Como ya publicó este diario, la antigua Estación Marítima de la Marina Real se perfila como sede de startups tras el interés por parte de pequeñas empresas de formar parte del futuro clúster tecnológico que pretende acoger la dársena. A pesar de que, en un primer momento, la intención era acoger el ecosistema emprendedor en la zona de las bases, la petición por parte de startups nacientes de instalarse en el recinto ha hecho replantear el modelo.

La razón es que las bases están más pensadas para acoger aceleradoras de empresas, como Proyecto Lanzadera, Business Booster o Plug and Play, además de proyectos relacionados con universidades y formación. Sin embargo, estas bases siguen siendo demasiado grandes para las startups, que suelen estar compuestas por pocas personas y necesitan un espacio reducido.

De hecho, la antigua Estación Marítima, que ya tenía como fin previsto el albergar oficinas, se constituirá como una especie de coworking. Este edificio tiene una superficie de suelo de 2.172 metros cuadrados pero el total de metros cuadrados a licitar será de 4000. Las licitaciones de las bases y de la antigua Estación Marítima saldrán antes de verano. Gran parte del éxito de que la Marina Real llegue a convertirse en un clúster tecnológico radicará en el precio que pidan tanto a aceleradoras como a las startups por ubicarse en éstas y que, con toda probabilidad, estarán consensuados la próxima semana.

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