VALENCIA. El secretario general del PPCV, Serafín Castellano, ha logrado su objetivo: la sede de los 'populares' valencianos, situada en la calle Quart, se encuentra bajo el absoluto control del 'número dos' de Alberto Fabra, quien tiene la responsabilidad de coordinar el partido en el ámbito autonómico y lograr que la campaña electoral de las elecciones europeas sea un éxito.
Una de las herramientas que ha utilizado Castellano para terminar de lograr el control ha sido el diseño del Comité de Campaña del PPCV designado hace un par de meses. La composición del grupo no pasó desapercibida para las direcciones provinciales del partido: el secretario general copó este órgano prácticamente en su totalidad con dirigentes de su cuerda, una estructura que le está sirviendo para blindar su poder en el ámbito orgánico.
Además, se da la circunstancia de que varios de los dirigentes en los que descansa el peso ideológico y estratégico de la campaña tienen en común su estrecha colaboración en el pasado con el expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana. Una situación que, teniendo en cuenta la proximidad de Fabra y el exministro en los últimos tiempos, pocos ven casual.
Así, fuentes populares señalan que no es "extraño" que se produzcan encuentros en la sede en los que participan dirigentes como el vicesecretario de Política Autonómica, Miguel Ortiz, junto a Antonio Luis Martínez Pujalte y Luis Santamaría, entre otros.
ARRINCONAMIENTO DE LOS OTROS PODERES DEL PPCV
Aunque pueda parecer un hecho circunstancial fruto de la inminente campaña electoral para las europeas, distintas voces del partido aseguran que los encuentros en la sede de la calle Quart poseen un mayor calado y simbología que la mera preparación de los comicios. En torno a Castellano se ha aglutinado un auténtico entramado formado por sus fieles, como la diputada Verónica Marcos o la secretaria autonómica Asunción Quinzá y los antiguos zaplanistas -aunque actualmente mantengan otras fidelidades-.
De hecho, otros dirigentes de peso dentro del organigrama se encuentran fuera de la maquinaria engrasada por Castellano. Así, el vicesecretario general, César Sánchez, centrado en la campaña europea de Alicante, y otros altos cargos como Marisol Linares y César Augusto Asencio, no pertenecen a este círculo de confianza creado por el número dos de Fabra. En este sentido, algunos dirigentes populares consideran que se ha establecido una dirección regional 'B' del partido, que diseña una hoja de ruta para las europeas pero donde existe una vocación de control orgánico por parte de Castellano.
¿COINCIDENCIA? LOS 'CEREBROS' DEL COMITÉ VINCULADOS A ZAPLANA
Miguel Ortiz siempre ha mantenido una relación estrecha con Zaplana, quien incluso acudió a respaldarle públicamente en las elecciones de 2011. Además de ser vicesecretario de Política Autonómica del PPCV, está encargado de coordinar la campaña de los consellers.
Martínez Pujalte, aunque trabaja ahora junto a la alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso, fue jefe de Gabinete en el Ministerio de Trabajo y coordinador del grupo en el Congreso junto al exministro Zaplana. Además, también colaboró en el libro sobre la gestión del expresidente al frente de la Generalitat publicado en 2007.
En cuanto a Luis Santamaría, actualmente subdelegado del Gobierno en Valencia, también pasó una etapa en el Ministerio de Trabajo hacia 2004 como asesor en esa cartera, coincidiendo con Martínez Pujalte, para luego ascender a la Dirección General de Fomento de la Economía Social y del Fondo Social Europeo del ministerio.
En 2008 se incorporó a las órdenes de la entonces consellera de Justicia, Paula Sánchez de León, en la Dirección General de Modernización para, posteriormente, pasar a la Dirección General de Participación Ciudadana, dependiente de la Conselleria de Presidencia a la que entonces se incorporó Sánchez de León, que después fue nombrada delegada del Gobierno 'fichando' a Santamaría como subdelegado.
Por citar más ejemplos de otros miembros de la misma área del Comité de Campaña, el referido al programa electoral y los argumentarios, la diputada nacional Macarena Montesinos, con buena sintonía con Zaplana, también se encuentra asignada a esta tarea. De la misma manera, el vicepresidente de la Diputación de Castellón, Miguel Barrachina, está integrado en este área. Este exdiputado también mantuvo buena relación con Zaplana incluso en la etapa de mayor conflicto con Francisco Camps. No obstante, Barrachina es ahora uno de los hombres fuertes del líder del PP de Castellón, Javier Moliner, y guarda más las distancias con el entorno de Castellano.
TAMBIÉN EXRUSISTAS EN EL CÍRCULO DE CONFIANZA
Además de dirigentes repescados o relanzados desde la vieja guardia zaplanista, también participan de la actividad en la sede otros cargos que en su día fueron incorporados desde el entorno de Alfonso Rus, presidente provincial del PP de Valencia y rival histórico de Castellano. Es el caso del vicepresidente de la Diputación, Máximo Caturla, y del alcalde de Paiporta, Vicente Ibor.
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