El soterramiento de la playa de vías de Valencia y la construcción de una  gran 'mancha verde' en su lugar revolucionará el urbanismo de la ciudad. Pero al gran cambio que representará la construcción del futuro Parque Central todavía le quedan muchos años para ver la luz

La nueva estación del AVE

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VALENCIA. Se trata de una transformación tecnológica completa. Los maquinistas no serán quienes controlen los trenes, sino que será todo por ordenador (la velocidad no les permitirá avistar las señales). La ciudad, ahora dividida en dos por la gran masa de raíles, convergerá en una zona verde pública más grande que el Jardín de Viveros. Y sólo se tardará 90 minutos en llegar a Madrid. Las actuaciones de Parque Central, una sociedad creada en 2003 e integrada por las tres administraciones públicas, están arrancando, pero faltan años para finiquitar sus proyectos. Sólo uno tiene fecha, el AVE.

A un mismo kilómetro y medio de la ciudad van a parar todos los trenes y pasajeros cuyo destino es Valencia. La Estación del Norte está saturada, estresada. Para aliviarla se están llevando a cabo los cambios que permitirán que el centro respire, pero la operación empezó a gestarse a finales de los ochenta. Hace ahora 20 años.

Muchas ideas han ido pasando, una tras otra, por el Ministerio de Fomento, el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat. Desde que en el año 89 se planteara por primera vez qué hacer con los 300 trenes que de media llegan al día a la ciudad, los cambios han ido acaeciendo sin parar. Un buen ejemplo de ello ha sido el presupuesto, que de 804 millones de euros se ha doblado hasta alcanzar los 1.700.

Las grandes intervenciones que ya están a la vista de todos son, por una parte, la llegada del tren de alta velocidad, que debe inaugurarse antes de que finalice el año, y por otra, el diseño del Parque Central, una superficie de 66 hectáreas, más de la mitad de ellas de zonas verdes.

Esta segunda operación está en preliminares, ya que a finales de abril -se esperaba que fuera en un par de semanas-, una comisión técnica del Ayuntamiento de Valencia escogerá entre 36 equipos y en función de su currículum, a los cinco finalistas que presentarán en septiembre los anteproyectos del parque. El ganador se llevará tres millones de euros para la ejecución de la idea, y los cuatro restantes un segundo premio de 50.000 euros cada uno.

EFICAZ, BELLO Y SINGULAR

"No se buscan sólo ideas, sino que sean factibles y construibles", afirmaron a Valenciaplaza.com fuentes de la sociedad Parque Central. El concurso internacional para el diseño de la zona bajo la que descansarán las vías del tren se convocó a principios de año y, en contra de todo pronóstico, se presentaron el doble de equipos de lo esperado. Entre ellos, cuatro premios Pritzker.

Los aspectos que se tendrán en cuenta serán su funcionalidad, belleza y exclusividad. "Queremos que el parque sea eficaz, es decir, que contemple las papeleras, que tenga una buena iluminación, que sea seguro, etc", explicaron desde Parque Central. Que no sea una zona sólo para ser contempalada, sino para usarla y que se convierta en un importante centro de reunión de los ciudadanos.

Por otra parte, se valorará la belleza del espacio, motivo por el cual era recomendable contar con al menos un paisajista en el equipo; y por último, que sea un proyecto singular, pensado en exclusiva para Valencia. Ni recreaciones, ni plagios. El presupuesto del que no debe salirse el elegido son 73 millones de euros.

Después de dos décadas, la idea ya parece estar en la calle, pero faltan años para que se haga realidad. Una vez se haga el diseño del Plan de Actuación Integral (PAI), se procederá a la reparcelación del suelo, y cuando todo esto finalice, le tocará el turno al parque.

DE 800 A 1.700 MILLONES

El notable incremento del presupuesto, que pasó de los 804 millones de euros que se fijaron en 2003 a más del doble, responde, según Parque central, al cambio de planes y estrategias que se han llevado a cabo desde que hace 7 años se constituyó la sociedad. Antes de 2003, los costes del proyecto estaban divididos en partes desiguales. De esta forma, Fomento tenía que pagar 400 millones de euros, 75 la Generalitat, y el Ayuntamiento debía generar una plusvalía de 310 millones de euros a través de los terrenos.

Aunque pasa de puntillas, una de las actuaciones que más coste representará a la sociedad será la construcción de dos estaciones más de trenes, una en la Avenida de Aragón y la otra en la zona universitaria. La complejidad de las nuevas infraestructuras está concentrada básicamente en la perforación del suelo con tuneladoras. Este eje pasante permitirá la salida de ferrocarriles en dirección norte, así como la posibilidad de usar el metro desde las mismas estaciones.

Las actuaciones que ya se pueden contemplar son varias. Una de ellas es el traslado de las instalaciones relacionadas con la industria ferroviaria, hasta hace poco situadas en uno de los laterales de la Estación del Norte, a la zona de la Fuente de San Luis. Según Parque Central, estos cambios representarán una mejora de los servicios de mercancías y fomentarán la intermodalidad en el transporte de mercancías con origen o destino Valencia y su puerto.

El espacio que se ha liberado ha permitido la construcción de la estación provisional que acogerá a finales de año el AVE. En estado avanzado, la gran nave industrial que servirá, al menos durante cinco años, para recibir a los trenes de alta velocidad procedentes de Madrid, es reutilizable. Por ello, una vez la nueva estación encargada al arquitecto César Portella esté terminada -tampoco tiene plazos-, la provisional se desmontará y pasará a mejor vida. Se estima que la estación provisional recibirá una media de tres millones y medio de pasajeros al año.

La gran operación urbanística que cambiará el pasaije del centro de Valencia comprende más actuaciones. Además del lavado de cara a la Estación del Norte, se suprimirá el túnel de las Grandes vías y el puente elevado de la Avenida de Georgieta.