VALENCIA (VP). Los que hablan de una subida de tipos no son analistas especuladores: se trata de voces autorizadas como la de Axel Weber, presidente del Bundesbank, o la del miembro del Comité Ejecutivo del BCE Jürgen Stark. Mientras, el propio Jean Claude Trichet, presidente del BCE, reiteraba el pasado fin de semana que el nivel actual de los tipos "es apropiado".
Lo cierto es que una subida de tipos no le vendría mal a la economía germana, ahora que comienza a coger velocidad a la vista de los últimos datos macroeconómicos publicados. Como también por las halagüeñas previsiones de las expectativas de mejora económica, según los principales institutos de estudios económicos de Alemania.
Entre ellos, el IFO de Múnich, el Instituto de Economía Mundial de la Universidad de Kiel, el Centro para la Investigación Económica Europea de la Universidad de Mannheim (ZEW), el Instituto de Estudios Económicos de Halla, el Kiel Economics y el Instituto de Estudios Económicos de Renania-Westfalia de la Universidad de Essen.
Sin embargo, una subida de tipos en estos momentos -caso de tener continuidad- sería un obstáculo complicado de superar para aquellas economías que siguen sin dar síntomas de reactivación. Y, entre ellas, la española, que podría asistir a un empeoramiento todavía mayor de la crisis inmobiliaria y, de paso, aumentar la tasa de desempleo. Por ejemplo, subirían las hipotecas, se reduciría el número de préstamos concedidos, se frenaría el consumo y, en general, se encarecería el nivel de vida de los españoles.
Hace un par de meses, el único español en la cúpula del BCE era preguntado sobre las potenciales consecuencias para España de una eventual subida de tipos, a lo que González-Páramo respondió "que es posible que futuros ajustes a la orientación excepcionalmente acomodaticia de las condiciones monetarias que hay en la actualidad tengan algún impacto en aquellos países que estén más retrasados en su recuperación".
LA RECUPERACIÓN ECONÓMICA, EN FASE INCIPIENTE
Por este motivo, el directivo del BCE subrayó la necesidad "crucial" de que los gobiernos "aceleren las reformas necesarias para liberar las fuerzas del crecimiento", ya que el BCE tiene un mandato primario muy claro, que es el mantenimiento de la estabilidad de precios en la Eurozona en su conjunto.
Actualmente, el precio oficial del dinero en la Eurozona se mantiene en el 1%, es decir, en el tipo más bajo en la historia de la institución. El motivo no es otro que lograr dar más liquidez a la economía europea en tiempos de crisis, pese a tener que renunciar al objetivo principal del BCE que no es otro que velar por la estabilidad de precios. Básicamente el problema no es de inflación sino de crecimiento.
En opinión de Javier Navarro, director de GBS Finanzas en Valencia, "la recuperación económica sigue en su fase incipiente, con el crecimiento algo más lento de lo esperado y con reducidas expectativas de inflación. Los bancos centrales, tanto en Europa como en Estados Unidos, continúan con su política económica acomodaticia de tipos excepcionalmente bajos durante un periodo extendido de tiempo, por lo que no habrá modificaciones en el resto del año y no veremos aumentos de tipos de interés hasta el segundo semestre de 2011".
Para este experto, la crisis soberana ha trastocado los planes del BCE y ha retrasado la subida de tipos. Sin embargo, Navarro considera que "el ciclo de subidas de tipos será muy suave, de modo que el tipo de intervención se situará en 1,50 % a finales de 2011 y en el 2,25 % a finales de 2012. En cualquier caso el ritmo de subidas dependerá de las expectativas de inflación y el crecimiento económico en Europa. España va más retrasada en el ritmo de recuperación, por lo que no le favorecen las subidas de tipos, pero al ser estos tan suaves, la situación será asumible por los particulares y las empresas".
Iñigo Susaeta, socio de Arcano Wealth Advisors EAFI, advierte que "nuestro escenario económico central limita las posibilidades de un cambio de sesgo en la actual política monetaria del BCE en los próximos 12 meses". A su juicio, la Eurozona no crecerá a su nivel potencial hasta 2015 siendo muy notable la brecha de crecimiento esperada para 2011 (2,5 puntos) debido a "una demanda agregada que no se verá favorecida por las políticas de consolidación fiscal en curso y por la evolución esperada del empleo".
EN FUNCIÓN DE LA RETIRADA DEL CRÉDITO ILIMITADO
El experto de Arcano apunta que "el inicio de un nuevo ciclo de subida de tipos de interés sólo se producirá con la constatación de una aceleración de los indicadores económicos que proyecte el crecimiento nominal anual de la Eurozona a los entornos del 2,5%. Actualmente el consenso de los organismos supranacionales converge al 1,5% para 2011. De ahí que pensamos que la primera indicación adelantada de este escenario de subida de tipos se producirá con la retirada por parte del BCE del crédito ilimitado que existe en algunas ventanas de refinanciación a las entidades financieras".
Al igual que Javier Navarro, Susaeta tiene claro que una vez llegado el momento de cambio de sesgo de la política monetaria, "la magnitud de los sucesivos movimientos no será significativa, manteniéndose los tipos de referencia por debajo del 2% hasta el tercer trimestre de 2013, según los tipos implícitos descontados por el mercado".
Por otro lado, y desde el punto de vista corporativo, el experto opina que la correa de transmisión del crédito bancario a las empresas "seguirá limitando las posibilidades de financiación bancaria. Sin duda, el proceso de desapalancamiento exigido por Basilea III limitará la expansión crediticia de las entidades financieras. Seguiremos en la actual bicefalia donde existe una alta accesibilidad y bajo coste de financiación de las grandes empresas a través de los mercados de capitales y una alta dificultad del resto para acceder a la financiación bancaria aún pagando un alto precio".
Alejandro Martínez, socio consultor de EFE & ENE, abre otro frente al considerar que "lo primero que debe llamarnos la atención es que el Euribor oficial ha dejado de ser referencia válida, teniendo el Euribor real casi medio punto por encima. Esto ha ocurrido muy pocas veces con esta claridad, la última de ellas en la antesala de la crisis subprime, con la diferencia de que en este momento ya no tenemos espacio para bajar tipos".
"Como todos sabemos, el riesgo es la pérdida de confianza en el dinero y como consecuencia la pérdida de control sobre la inflación. En nuestra opinión es el escenario más probable para solucionar el problema del endeudamiento soberano de Estados Unidos y Europa, algo a lo que se opone China con todas sus fuerzas ya que es tenedora de cantidades increíbles de deuda que perderían muchísimo valor. De ahí lo que se ha dado en llamar la 'guerra de divisas".
DE LA DESAPARICIÓN A LA FUERTE REVALORIZACIÓN
Según Ignacio Zarza, responsable de distribución de renta variable de Interdin Bolsa, el distanciamiento en las 'recetas' de política monetaria aplicadas por el BCE en contraposición a la Fed y al Banco de Japón, es claro. El nuevo plan de estímulos aprobado recientemente por el Banco de Japón, junto con el segundo plan de ayuda que la Fed parece va a poner en marcha a partir de noviembre -eso están descontando los mercados en los últimos días-, ya han causado en la evolución de las divisas el mismo efecto que en principio debería de tener una eventual subida de tipos en la Eurozona: "Se ha producido una fuerte revalorización del euro con respecto al dólar, situándose por encima de las 1,40 unidades, cuando hace prácticamente seis meses se hablaba de la posible desaparición de la moneda europea".
Para Zarza, la política del BCE dejará en una mejor posición a los países de la Eurozona a medio/largo plazo porque "lo cierto es que en el corto plazo, la apreciación del euro respecto al resto de divisas fuertes hace que los productos europeos sean menos competitivos y, por el contrario, hace más competitivos a los productos procedentes de Estados Unidos o de Asia en Europa".
A medio y largo plazo, termina apuntando el experto, "las grandes cantidades de dinero que se están poniendo en circulación, especialmente desde el área del dólar, elevan el peligro de ver altos procesos inflacionistas, en el mejor de los casos, ya que en el peor y si la recuperación económica no se llega a producir a pesar de las ayudas empleadas, se podría pensar en llegar a un proceso de estanflación, que sería realmente demoledor".
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