VALENCIA (EP). Un extrabajador de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) que ejercía de contramaestre en el momento del accidente de la Línea 1 de Metrovalencia que en julio de 2006 costó la vida a 43 personas y provocó heridas a otras 47 ha asegurado ante la juez instructora del caso que unidades como la UTA siniestrada no solían tener problemas de freno, a diferencia de otras de modelos diferentes más antiguas.
Así lo señala en su declaración, consultada por Europa Press, en la que ha afirmado que no tiene conocimiento de avería de frenos en la unidad seis meses del accidente y que, en caso de haber un problema de este tipo, los maquinistas no sacan el tren. Asimismo, ha declarado que no le consta la existencia de averías en las que no frenan los trenes, es decir, "de trenes que se queden sin freno ya que, si no va el eléctrico, va el neumático que las complementa".
El testigo ha afirmado desconocer las averías que pudo tener la UTA en relación con los bogies ya que en su departamento no hacían reparaciones sino intervenciones programadas y ha asegurado ignorar por qué se desprendió el bogie primero y la razón por la que la otra unidad no volcó.
En el momento del accidente, su cometido era encargarse de las reparaciones programadas. En este caso, unos oficinistas controlaban los kilómetros que llevaban recorridos los trenes y entonces los pasaban a revisión. El contenido de las revisiones iban en función de los kilómetros recorridos, aunque no recuerda si eran cada 100.000 o 200.000, según ha explicado, aunque cree que transcurrían más de tres meses entre ellas.
En esta línea, ha respondido a los abogados que las revisiones son tareas programadas que van desde cosas más sencillas a operaciones varias y que si no consta ninguna revisión de las efectuadas en su departamento en los seis meses anteriores al siniestro imagina que sería porque los kilómetros recorridos no le corresponderían.
SECCIÓN DE BOGIES
Otro de los testigos que ha declarado es un trabajador de la sección de bogies, rodamientos y ruedas que estuvo en el túnel el día del accidente y que cuando llegó la unidad estaba volcada. Al empleado se le mandó a desmontar un pantógrafo que se había quedado enganchado. El testigo vio que el bogie que salió despedido y estaba entero. En un principio, creían que el accidente podía haber tenido por causa los electropatines --piezas que van debajo del carro-- aunque estaban en su sitio.
A su juicio, es imposible que con el tren en marcha la causa del descarrilamiento fuese porque se hubiera desprendido el bogie. Por la posición en la que quedó la UTA, el testigo cree que se facilitaba que se cayera.
Asimismo, ha declarado un tornero trabajador de la empresa, que ha explicado que normalmente no realiza reparaciones, y que ha asegurado que se comprobaron las ruedas, si bien no reflejó en un documento su estado
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.