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SUPERVIVENCIA

El día después de
salir de una aceleradora de empresas: '¿y ahora qué?'

ESTEFANÍA PASTOR. 17/02/2014



Entrar en un incubadora durante meses, ¿y luego qué?. Cada startup toma una ruta que va desde espacios de coworking a repetir en otros programas de 'mentoring'

VALENCIA. Numerosas startups valencianas han pasado por las aceleradoras. Pero después, ¿qué hacer?. ¿Cómo afrontar la andadura en solitario? ¿Es mejor un despacho? ¿Un coworking? ¿Llamar a la puerta de los inversores o esperar? Luis Picurelli, uno de los fundadores  de Yeeply, una startup valenciana que tiene como objetivo poner en contacto a empresas o particulares interesados en el desarrollo de una aplicación móvil con aquellos desarrolladores freelance capacitados para la elaboración de los proyectos propuestos, explica como afrontar la situación.

"Nosotros estuvimos durante tres meses, de septiembre a noviembre de 2012, en Plug and Play" explica Picurelli. Estos cinco emprendedores continuaron su andadura en un espacio ofrecido por la Universidad Politécnica de Valencia a través del programa StartupUPV. "A través de la UPV nos ofrecieron venir al vivero de empresas, un proyecto que han impulsado recientemente" explica. Primero debes registrarte en el Instituto Ideas y luego te puedes presentar al espacio, en el que seleccionan a las empresas que lo compondrá.

Se trata de un despacho de diez metros cuadrados en el que incluyen Internet, la limpieza y la luz. Es un periodo de seis meses y cada tres haces un control de una serie de objetivos. "Si facturas mucho te tienes o si se cierra la startup te tienes que ir, por ejemplo" apunta Picurelli. "Aunque de vez en cuando viene gente de otras universidades o algún mentor no es una formación metódica como la aceleradora" insiste.

Tras salir de Plug and Play e intentar obtener inversión en el Expo Day, Yeeply pasó a la búsqueda activa de inversores. "Primero nos pusimos en contacto con los más conocidos, sobre todo en Valencia, a nivel local. También hicimos llegar nuestro proyecto a los family office de la ciudad. Luego empezamos a llamar a las puertas de las empresas de capital riesgo de Madrid y Barcelona y más tarde a todos los business angels de grandes ciudades" apunta Pucurelli. No obstante, reconocen que tras salir de la aceleradora tuvieron que empezar a facturar un mínimo para poder revalorizar la empresa y facilitar el proceso de encontrar financiación.

"NO NOS IMPORTA QUE LOS EMPRENDEDORES SE QUEDEN"

"Si el espacio nos lo permite y a ellos les encaja en sus planes, estamos encantados de que se queden después del programa de aceleración" explica Christian Olivares, miembro del equipo de Plug an Play España. "En el programa que acaba de terminar parece que hay dos o tres startups de Madrid que van a seguir con nosotros al menos unas semanas más y nos parece estupendo". Insiste en que es un signo del buen ambiente de trabajo que se crea aunque hay empresas que ya han buscado sus propias oficinas o gente que es de fuera y que después de tres o cuatro meses prefiere volver a casa.

En cuanto al seguimiento, sí que procuran estar pendientes de los emprendedores que han mentorizado y apunta a que hay una comunicación constante. "Nosotros nos convertimos en sus socios, así que somos parte interesada y queremos que les vaya lo mejor posible" explica. "Su éxito es también el nuestro". Aunque no estén en el día a día, sí les envían métricas periódicamente para ver cómo va creciendo y evolucionando la startup y, además, están a su disposición para aprovechar sus contactos, ayudarles con futuras rondas de inversión y cualquier cosa que necesiten.

"Precisamente, porque el contacto no se pierde, creo que la salida no es en absoluto traumática" apunta Christian. "Hay que tener en cuenta que durante el programa los emprendedores hacen su trabajo habitual, no les llevamos de la mano. Simplemente les aconsejamos y les asesoramos, tanto el equipo de Plug and Play como los mentores y expertos que vienen casi cada semana". Apunta a que el día a día realmente no va a cambiar demasiado para ellos al salir.

"ACABAS BUSCANDO UN ENTORNO COLABORATIVO"

"En nuestro caso los recursos económicos no eran muy ostentosos y necesitábamos un lugar en el que instalarnos" apunta Francisco Conejos, uno de los fundadores de Tenloahora.com. "Buscábamos algo a coste cero y en el caso de que no fuera así que tuviera un coste mínimo". Por este motivo, enlazaron su salida de Business Booster con la entrada en los despachos de Startup UPV.

Destaca que al salir de una aceleradora de empresas en la que has estado acostumbrado a intercambiar impresiones y opiniones con otras personas, en muchas ocasiones acabas buscando de nuevo un entorno colaborativo y en el que encuentres a gente con la que puedas establecer sinergias. Ahora van a pagar algo de dinero por estar en la universidad, pero aseguran que es algo asequible. "Estaría bien tener una oficina en el centro de Madrid, pero nos perderíamos otras cosas" apunta.

Respecto a su relación con la aceleradora, apuntan a que ésta tiene un porcentaje del accionariado, por lo que te siguen dando contactos. "Es un poco extraña la salida, empiezas de su mano, te dejas guiar pero terminas y tienes que andar solo" apunta. "Al principio vas un poco perdido y tienes que buscarte la vida". La primera sensación es de saltar al vacío pero asegura que toda la experiencia es muy enriquecedora.

"Cuando sales también puedes buscar otro espacio similar. Nosotros lo intentamos con Proyecto Lanzadera porque aportaban capital" destaca Conejos. "El programa tenía sus condiciones y por eso nos presentamos, pero ya no pensamos en ir a otras aceleradoras". Ahora ya tienen el modelo de negocio desarrollado pero tienen la duda de hasta que punto les rechazaron en Lanzadera por tener en su accionariado a otra aceleradora.

EL COWORKING MERECE LA PENA SI SON POCOS

"Cuando acabamos el proceso de aceleración en Business Booster decidimos buscar una oficina aparte y finalmente hemos terminado en un espacio de coworking" apunta José Miguel Corrales, fundador de Efirmarket. "La relación con la aceleradora la mantenemos, y de hecho hay que hacerlo, porque puede ayudarte a llegar a posibles inversores interesados en tu negocio" explica.

En el caso del coworking, abonan un alquiler mínimo. "Normalmente se paga por puesto, por cada persona que se instala en un espacio" explica Corrales. Por eso recomienda esta modalidad si se son pocas personas en la empresa, en su caso unas seis". En cuanto a la búsqueda de inversiones, primero recibieron una ronda de Sinensis, el venture capital de Business Booster, y a continuación les otorgaron una subvención del Instituto Valenciano de Finanzas y luego del Enisa. Actualmente están buscando una segunda ronda de financiación.

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