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VALENCIA. Investigadores valencianos han creado un colchón de cuna que permite reducir los factores de riesgo que rodean al síndrome de la muerte súbita del lactante, una de las primeras causas de mortalidad en bebés de 0 a 6 meses. Este innovación ha sido fruto de la colaboración del Instituto Europeo del Sueño (ESCI), el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) y el Instituto Tecnológico Textil AITEX.

Expertos apuntan a que se desconocen las causas por las que se produce este síndrome pero los estudios concluyen que en ella intervienen una serie de factores. Aunque hay algunos que apenas pueden controlarse por ser de carácter intrínseco al bebe, la mayoría genético, hay otros sobre los que sí se puede influir. En este punto se ha centrado la investigación que ha originado BabyKeeper.

Entre los factores de riesgo sobre los que interviene destacan el estrés térmico, la asfixia y la reinhalación de CO2, entre otros. El primer caso consiste en un bloqueo del sistema nervioso del bebé, potenciado por el aumento de temperatura que se produce al impedir que el bebe pueda evacuar el exceso de calor.

La asfixia en cambio puede producirse al darse la vuelta y quedarse bocabajo, lo que le impediría respirar de forma natural. En estos aspectos el secreto de BabyKeeper consiste en su sistema estructural que permite evacuar calor y transpirar evitando recalentamiento y garantizando que aunque el bebé se quede bocabajo pueda respirar.

"De hecho basta con acercarnos el colchón y hacer la prueba para ver que el aire circula con facilidad", dice el Tomás Zamora, director del departamento de innovación del Instituto Europeo de Calidad del Sueño (ESCI). Y sigue: "Conseguir este sistema nos ha llevado más de cuatro años de trabajo porque se trata de combinar el diseño, con una firmeza que garantice la seguridad y la salud del bebé, y todo ello con materiales que ofrezcan la mayor higiene y eviten la emisión de gases tóxicos como ocurre con otros colchones". De igual modo evita el exceso de reinhalación de CO2 que producimos al respirar, reduciendo el riesgo de muerte súbita por esta causa en un 72%.