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A pesar de conseguir el acuerdo de refinanciación con las entidades financieras y la Generalitat, casi siste meses después Bruselas sigue bloqueando su reactivación

VALENCIA. La Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) sigue esperando correo de Bruselas. Después de casi siete meses desde que la entidad alcanzara un acuerdo con más de 30 entidades financieras y la Generalitat para cubrir el 99% del riesgo financiero total avalado por la sociedad, la Comisión Europea no ha dado respuesta a la solicitud de autorización que permita aprovechar esta situación.

Después de solicitar concurso voluntario de acreedores hace ahora un año y retrasar su declaración mientras se cerraba el acuerdo para evitar la quiebra con el visto bueno del Banco de España y del Ministerio de Hacienda, la formalización del acuerdo de refinanciación parecía permitir la vuelta a la normalidad.

Sin embargo, la entidad ha tenido que dejar en niveles mínimos su actividad crediticia hasta que las autoridades comunitarias tomen una decisión al respecto. "Que no haya noticias tampoco es mala noticia", reconocen fuentes próximas a la entidad.

Aunque la demora no está causada exclusivamente por cuestiones estricto papeleo, lo cierto es que algunas de las entidades implicadas en el acuerdo insisten en que "Montoro no dio su visto bueno a la ligera"; y achacan al celo comunitario y a "los tiempos con los que trabajan en Bruselas" esta demora de más de medio año.

GESTIÓN DE SUBSISTENCIA

En todo caso, esta situación ha hecho que los responsables de la entidad, presidida por la empresaria Dolores Font Cortés y dirigida por Santiago de Santos, hayan optado por planificar el futuro para el relanzamiento e ir gestionando los avales concedidos, reduciendo el riesgo vivo.

En todo caso, para evitar que entrara en liquidación, la Generalitat autorizó el pasado mes de agosto la concesión a la entidad de avales para "facilitar mecanismos de financiación que permitan a la SGR cumplir las obligaciones derivadas de la ejecución de los avales otorgados en el desarrollo de su actividad y cumplir con los requisitos mercantiles de equilibrio patrimonial y regulatorios propios de su actividad", según el Diario Oficial de la Comunitat Valenciana (DOCV).

El plazo de vigencia de esta autorización finalizó el 31 de diciembre de 2013, un periodo que en la entidad ha aprovechado para reajustar internamente la organización y tenerla dispuesta para iniciar su actividad en cuanto se pueda, aunque con un nuevo planteamiento estratégico y de negocio.

REDEFINICIÓN ESTRATÉGICA

Lejos de aspirar a volver a convertirse en la SGR más grande de España, la idea es volver a los orígenes, sirviendo a pequeñas y medianas empresas con avales por pequeñas cantidades para aspectos que aporten valor añadido y no otro tipo de operaciones, como ocurrió en el pasado y la llevó a una sobrexposición inmobiliario que casi termina con ella.

De hecho, el propio De Santos insisten en que la distribución sectorial de sus clientes debe ser similar al de la estructura de la economía de la Comunitat Valenciana, donde son mayoritarias las empresas de menos de diez trabajadores dedicadas a los servicios y la industria, en sus diversas áreas de actividad.