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LA DESMESURA DEL GENIO

10 verdades sobre Calatrava

CARLOS AIMEUR. 31/01/2014 Genial, talentoso, irascible, el arquitecto Santiago Calatrava ha situado a Valencia en el mapa pero su difícil personalidad le ha granjeado enemigos allá donde ha ido

VALENCIA. Santiago Calatrava por partida doble. El arquitecto valenciano ha planteado este jueves al conseller de Economía, Máximo Buch, una batería de soluciones para recuperar el recubrimiento del Palau de les Arts. Un día antes había presentado en los juzgados de primera instancia de Valencia una demanda contra la formación política Esquerra Unida por su página web Calatravatelaclava.com para que se cierre este dominio y se le indemnice con 600.000 euros por las ofensas a su honor que, según él, se vierten desde ella.

En el caso de la denuncia se ha traducido en lo que popularmente se conoce como Efecto Streisand. En apenas unas hora la web superó las 94.786 visitas y 511.900 páginas vistas. En el caso del trencadís del coliseo, Calatrava se volverá a Zúrich sin una solución clara y el edificio a partir del 23 de febrero se convertirá en una postal apocalíptica, casi un símbolo de la crisis de la Comunidad Valenciana. Una región que tuvo en su momento al arquitecto como una estrella y que ahora lo tiene como epítome de los años del exceso.

1. SUS ADMIRADORES SE CUENTAN POR MILES

Los premios que atesora Calatrava son numerosos. Su fama es mundial. Premio Príncipe de Asturias de las Artes, Premio Nacional de Arquitectura, es doctor honoris causa por más de veinte universidades. Posiblemente sea el arquitecto valenciano contemporáneo más internacional. "A mí me apasiona porque he visto la reacción de la gente en el mundo entero cuando hemos enseñado sus obras", explica una ex alto directivo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. "Ha cambiado la foto del DNI de Valencia", explica otra; "los socialistas tuvieron muy buen ojo cuando Joan Lerma lo contrató", añade.

A principios de los noventa Calatrava era una figura incontestable. En la laudatio que se leyó durante su investidura como doctor honoris causa por la Universidad Politécnica de Valencia, Arturo Martínez Boquera citó a Kenneth Frampton quien había dejado escrito de él que la naturaleza de su obra "escapa a cualquiera de las nociones comúnmente aceptadas de práctica constructiva. Ni es solo un ingeniero, ni es solo un arquitecto y, por otra parte, desborda los límites de lo que se entiende por ejercer estas profesiones realizando unos proyectos que desafían a ambas".

Hoy, que está caído en desgracia, los defensores y admiradores de Calatrava hablan con la boca pequeña, pero basta con acercarse a la Ciudad de las Artes y las Ciencias para ver cuál es la reacción de los turistas. No en vano el diseñador de producción Scott Chambliss y el cineasta Brad Bird eligieron este espacio como decorado para la película Tomorrowland por su carácter vanguardista.

2. SUS DETRACTORES SON TAMBIÉN MILES

Las voces contra Calatrava son un rumor que no deja de crecer. En un célebre artículo del New York Times, el presidente del Colegio de Arquitectos de Bilbao, Jesús Cañada Merino, apuntaba que "el problema" que tenía Calatrava es que estaba "por encima del cliente" y sólo pensaba en la singularidad de su obra. Algunos de sus puentes son peligrosos para las personas. Sus obras son caras de mantener. El Palau de les Arts, por ejemplo, cuesta 3,2 millones al año sólo en luz, limpieza, seguridad y mantenimiento. En la Facultad de Arquitectura de Valencia algunas de sus soluciones arquitectónicas son empleadas como ejemplo de lo que no hay que hacer. Eso apenas quince años después de haberle investido doctor honoris causa.

Uno de los pocos compañeros de profesión que se ha pronunciado abiertamente contra él es Fredy Massad, quien en una entrevista en el Faro de Vigo señalaba que Calatrava era un "personaje tóxico" para la arquitectura que "los propios arquitectos deberían apartar de la profesión". "Él se cree que el resto de la gente es tonta, es el culmen del vendedor de humo. Precisamente, la Ciudad de las Artes de Valencia es un proyecto desastroso, lleno de caprichos. Es muy buen comerciante pero un inútil respondiendo a los problemas", decía. Cuando Guillermo Vázquez Consuegra, autor del MuVIM, presentó en Valencia este edificio, durante una cena con periodistas, criticó al valenciano y su obra empleando incluso palabras más duras.

3. A ÉL TAMBIÉN LE DEMANDAN

Antes de Esquerra Unida, Calatrava demandó al ayuntamiento de Bilbao por unos cambios en su puente. Ganó y los 30.000 euros de compensación los dio a la beneficencia. Pero a él también le demandan. Si no se hubiera acordado una solución sin coste para la Generalitat por la caída del trencadís, Valencia habría sido la tercera denuncia en España tras la de Oviedo, donde Calatrava ha recurrido la condena a pagar 3,2 millones de euros por desperfectos en su Palacio de Congresos, y la bódegas Ysios de Domecq en Álava, donde le piden dos millones por daños en su tejado. En el extranjero, el Tribunal de Cuentas de Venecia ha decidido juzgarle por los sobrecostes del polémico puente de la Constitución y el ayuntamiento de la ciudad italiana ha solicitado a sus abogados que reclamen además 464.000 euros por los defectos del proyecto del citado puente.

Las posibilidades de que Valencia le hubiera llevado a los tribunales fueron muchas. Calatrava ni se preocupó ni preguntó por el estado del Palau de les Arts cuando se cayó el trencadís. Ni una llamada. Aquello irritó en el Palau de la Generalitat. No sólo era el hecho de que el edificio tuviera que cerrar, es que además podría llevar al traste la grabación del filme Tomorrowland, lo que habría obligado al Consell a pagar una indemnización millonaria a Walt Disney Studios.

No fue hasta que el tenor Plácido Domingo habló que el arquitecto reaccionó. Al cantante y director madrileño le informaron de que se tenían que cancelar las representaciones de Manon Lescaut y rápidamente salió a la palestra para decir que estaba "decepcionado" y pedir que estuviera solucionado antes de abril. La solución llegó de la mano de  Florentino Pérez, presidente de Dragados (una de las dos empresas de la UTE que construyó el edificio), gran amigo del tenor. Calatrava se reunió con Pérez en Madrid y accedió a buscar una solución.

Para sorpresa del Consell, Calatrava se desplazó después a Valencia para reunirse con Buch y anunciarle que retirar el trencadís y solucionar la cubierta del edificio iba a tener un coste cero para las arcas públicas. La secretaria autonómica de Presidència, Cristina Macías, se guardó su bolígrafo y no hubo demanda.

4. IMPROVISA Y DIBUJA PROYECTOS EN SERVILLETAS

¿Por qué las obras de Calatrava tienen sobrecoste? "Porque no las medita y sólo hace que ir retocándolas", asegura un extrabajador. Más allá del cliché de que Calatrava retoca y retoca porque le da igual el coste, la realidad es que el arquitecto e ingeniero tiene problemas a la hora de concretar sus trabajos por su perfeccionismo obsesivo y su carácter caótico.

Un buen ejemplo se vivió en el Puente de l'Assut de l'Or cuando Calatrava decidió cambiar el carril bus de sitio. Los ingenieros que colaboraban con él le hicieron ver que eso obligaba a rehacer todos los cálculos. El de Benimàmet dijo que no era necesario, que él sabía que el puente podía aguantar ese cambio y para ejemplificarlo se acercó a la maqueta y presionó con el dedo. "¿Veis? Aguanta", cuentan que dijo.

"A Calatrava le queman las ideas", comenta una de las fuentes consultadas. "Yo le he visto llegar al despacho con una servilleta dibujada durante una comida y pedirle a los compañeros que prepararan una maqueta a partir de un garabato", relata un trabajador de la oficina ya cerrada de Valencia. Así aseguran que nació el proyecto del Centro de Convenciones de Castellón, en una mesa de un restaurante con unos dibujos sobre una servilleta.

El mismo Palau de les Arts es un buen ejemplo de ese proceder, en el que la improvisación fue casi norma. El trencadís no estaba inicialmente previsto pero el arquitecto valenciano decidió instalarlo. Estaba tan obsesionado con la cerámica que llegó a proponer que todo el edificio fuese forrado con ese revestimento. Aquello indignó al entonces vicepresidente Gerardo Camps, quien discutió agriamente con él. Dicen que las broncas entre ambos eran frecuentes por esos cambios, aunque nunca transcendieron a la opinión pública. Al final ni se hablaban.

Tanto cambio, tanta improvisación, se ha traducido en que el complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencia ha multiplicado su presupuesto de manera exponencial. Con Lerma iba a costar 150 millones de euros; Eduardo Zaplana lo modificó y pasó a presupuestarse en 308 millones, una vez se retiró la Torre de Comunicaciones y se incluyó L'Oceanogràfic, la única obra que no es suya. Calatrava no tuvo problemas en cambiar el proyecto de Torre y presentó la primera maqueta del Palau de les Arts. Finalmente, 16 años después, el coste se situaba en torno a los 1.282 millones. Una factura que aún se está pagando.

5.  SE QUEJA DE QUE TARDAN UN AÑO EN DEVOLVERLE EL IVA

Calatrava vive en Suiza porque su mujer Robertina, su gran baluarte, la que de verdad controla su despacho, es suiza. Vive apartado del mundanal ruido. Es tan austero, dicen, que es tacaño. "Bordea lo miserable. En una ocasión en el Valencia Palace devolvió un sandwich porque le parecía muy caro", recuerda un ex trabajador. En su demanda contra EU Calatrava admite que no paga IVA pero lo hace quejándose de que tardan un año en devolvérselo.

En el texto de la misma se indica literalmente que "no repercutir IVA no beneficiaba a Santiago Calatrava sino todo lo contrario, dado que la mayor parte [de] las personas y entidades subcontratadas por la empresa de Santiago Calatrava para trabajar en el proyecto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias eran españolas, por lo que el IVA que pagaba a dichas personas y entidades (IVA soportado en España) no lo podía repercutir directamente al cliente (CACSA), sino que tenía que solicitar la correspondiente devolución (...) y esperar más de un año a su devolución tras las debidas comprobaciones por parte de la AEAT".

6. NUNCA RECONOCE UN ERROR PROPIO

Antes de su enfrentamiento, Calatrava y Gerardo Camps mantenían una buena relación, o al menos cordial. Durante una visita al edificio del Palau de les Arts con el ex vicepresidente, el arquitecto quiso ver como había quedado el restaurante mirador. Ante su sorpresa descubrió que el mirador no miraba a nada; estaba tapado por las dos cubiertas del edificio. Calatrava entonces murmuró: "Vaya, no se ve nada; bueno, da igual". Se giró a Gerardo Camps y le dijo: "Os estoy dejando un edificio maravilloso". Y siguió visitándolo.

Existen dos documentales que dan sobrada muestras de esa actitud. Ambos tratan sobre el mismo edificio, el Turning Torso. Uno es el trabajo que dirigió Fredrik Gertten y el otro un programa de la serie Megaconstrucciones de Discovery Channel que se estrenó el 7 de julio de 2004. En ambos se ve como el valenciano echa la culpa a los demás de una serie de fallos de construcción o como minimiza los sobrecostes del edficio.

"Lo de las equivocaciones lo lleva fatal", comenta un antiguo empleado del arquitecto. "Si son propias no las admite. Cuando le decíamos algo y le ofrecíamos una solución nos replicaba: 'Usted calle y escuche'. Al cabo de un tiempo hacía suya la idea. Venía y te decía: 'Se me ha ocurrido...' Y te planteaba una propuesta que era exactamente la que tú le habías dicho." 

7. LE CUESTA RESOLVER PROBLEMAS

Como apunta Massad, Calatrava se bloquea ante los problemas. Es por eso que a ninguna de las fuentes consultadas le extraña que el arquitecto no tenga ninguna solución clara para cómo volver a recubrir el Palau de les Arts. En muchas ocasiones los problemas que generan sus propuestas arquitectónicas los han tenido que resolver su subordinados.

Aún así hay casos de embrollos que no ha sabido cómo solventar. Un buen ejemplo, de nuevo el Puente de l'Assut de l'Or, que ha sido rebautizado como el Jamonero por dos soportales que se pusieron en su día de manera provisional y que nadie se atreve a quitar. Los soportales estaban inicialmente para permitir la construcción. Cuando se terminó, los ingenieros le advirtieron de que si se quitaban el puente podría volcar. Ahí se han quedado.

Con el Palau de les Arts está bloqueado y no sabe qué hacer. En principio, este jueves planteó tres posibles soluciones para resolver la caída del trencadís del Palau de les Arts. La primera, volver a poner el trencadís. "Nosotros no tenemos problemas en que lo haga si nos consigue demostrar que aguantará 150 años", aseguraba un miembro del equipo del conseller de Economía, Máximo Buch. Es una forma elegante de decir que no, comentan fuentes de la Generalitat.

La segunda, colocar planchas de aluminio a la manera de L'Hemisféric, que fue rechazada de pleno por el propio Buch, quien dijo este jueves: "está prácticamente descartada porque el aluminio se oxida y pierde brillo". Queda pues la tercera, pintar, que es la que se ha planteado desde siempre. De hecho era la idea original para el edificio.

8. NO MANTIENE EQUIPOS

De Santiago Calatrava se cuentan anécdotas por docenas que dibujan el perfil de un hombre tan complejo en el trato como tortuoso. Quienes han trabajado con él no quieren repetir, pese a admitir que ha sido un privilegio estar al lado de uno de los grandes arquitectos de nuestro tiempo. Un caso llamativo fue el valenciano Fernando Villalonga. Diplomático, ex conseller de Cultura, aguantó a su lado apenas un par de años. Aunque le alaba como artista, ha admitido que tiene "sus partes negativas".

En privado, sus colaboradores más próximos reconocen y admiten que es una persona "muy talentosa", pero la desmesura del genio, dicen, hace complicado el trato cotidiano. "Es insufrible en el día a día", asegura un antiguo colaborador suyo. "Tiene un lado oscuro", afirma otra.

"Sólo piensa en él; mira cómo ha criticado que la web de EU tenga una foto de él con Camps y Carlos Fabra. Es que no sólo dice que no quiere que salga esa foto, es que dice que estar con ellos es ligarle a una trama de corrupción". La imagen corresponde, en concreto, a la presentación del Centro de Convenciones de Castellón, el que se dibujó sobre una servilleta, un proyecto que se ha aplazado sine die y por cuya maqueta cobró 2,7 millones de euros.

El retrato que hacen quienes fueron sus antiguos empleados es el de una persona compleja, "llena de inseguridades", en ocasiones grosero, que lleva mal las críticas y que desprecia a casi todo el mundo; "para él todos son tontos: políticos, periodistas...", explica una exempleada haciendo suyas las palabras de Masad. Su relación con sus trabajadores en Valencia fue tan mala que algunos se negaron a colaborar a pagar su parte de la corona de flores que encargó el despacho por la muerte de su madre.

Por eso a ninguno le ha extrañado que haya presentado una denuncia contra Esquerra Unida por la web Calatravatelaclava, en la que se critican sus obras más famosas, incluidas las que le han provocado demandas, o se le ataca por tributar en Suiza, país de residencia. "Para él le han insultado y ha reaccionado cómo cree que debe".

9. NUNCA ESCUCHA A NADIE

"Él es el representante de Dios en la tierra", bromea uno de los ex colaboradores del arquitecto consultados. "No sé si conoces el chiste. Vale para Calatrava y para muchos. ¿Cuál es la diferencia entre Dios y Calatrava? Que Dios no se cree Calatrava", agrega.

"Está por encima del planeta", asegura una de las ex altos cargos contactadas. "Él es consciente de que tiene unas ideas brillantes, geniales. Por eso es tan impositivo, tan poco dialogante, tan poco humano; no escucha, sólo a los que cree que están a su altura y te aseguro que son pocos", agrega.

Un ejemplo. En el caso del Palau de les Arts y el trencadís, los ingenieros de la Ciudad de las Artes y las Ciencias acumularon decenas de informes en los que se advertían de los problemas que conllevaba colocar trencadís sobre una superficie de acero. Calatrava desoyó las recomendaciones de sus compañeros de profesión. "Él los despreciaba", comenta un extrabajador del despacho valenciano. "Pensaba que ninguno de ellos comprendía su genial idea, lo brillante que había sido al decidir colocar trencadís sobre el acero". Si Calatrava se preguntó por qué nadie lo había hecho antes, ahora ya sabe la respuesta.

10. NO ES EL ÚNICO GRAN ARQUITECTO CRITICADO

Al danés Jørn Utzon lo echaron de Australia y poco menos que lo declararon persona non grata por los sobrecostes de la Ópera de Sidney. Thomas Krens, el ex director del Guggenheim, relató en un ocasión como durante los veinte años que estuvo al frente del museo muchos artistas criticaban "la pendiente del suelo o la inclinación de las paredes" del edificio diseñado por Lloyd Wright. Esta obra, considerada en la actualidad como un icono de Nueva York, fue objeto de rechifla por parte de la muy exigente prensa neoyorquina que la llegó a calificar de 'lavadora'. Hoy ambos inmuebles son considerados obras maestras del siglo XX.

Otra de las grandes influencias de Calatrava, Gaudí, tras su muerte cayó en un relativo olvido y su obra fue denostada por la crítica por barroca y fantasiosa, y no fue recuperada hasta que Dalí la puso en valor en los años cincuenta. Posiblemente, dentro de cincuenta años, todas las críticas que hoy se vierten sobre Calatrava sean vistas como anécdotas.

"Algún día se olvidará esta basura del asunto del trencadís y se le reconocerá su talento, pero antes espero que esta humillación de ver el Palau de les Arts desnudo, de tener que rehacerlo, le haga ser un poco más humilde", comenta una ex alto cargo de la Generalitat. Hasta entonces, el de Benimàmet tendrá que lidiar con una fama, la de caro y caprichoso, que eclipsa su arte y su talento, y resolver un problema que se creó él sólo cuando hizo lo que todo el mundo le dijo que no hiciera. Es el peaje a la eternidad, a la que él aspira. Las cuitas humanas son nimias ante ese reto.

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8 comentarios

Oscar escribió
02/02/2014 19:38

¿Se puede ser un genio y un impresentable? Claro que se puede. Así ha sido y así será siempre, Sólo que ahora se tolera mucho peor que antes -entre otras cosas, porque se sabe más- este tipo de perfiles.

El Hambre, las Ganas de Comer... y la falta de comida escribió
02/02/2014 11:04

Cuando alguien es proclive a creerse Dios lo peor que le puede suceder es encontrar un entorno dedicado a endiosarlo y el PP, sus connivencias "constructoras" y sus delirios de grandeza para espantar complejos de inferioridad proporcionaron ese entorno a base de llenar Valencia de "puentes de Calatrava" y la Ciudad de las Ciencias de "megaedificios" sin sentido ni utilidad clara en lo que, en su exceso, ha acabado siendo un disparate económico y estético. Y todo precisamente después de haber estado criticando agriamente en la oposición como excesivos los proyectos de la etapa socialista (Jardín del Túria, Palau de la Música, Parque Tecnológico o el mismo inicio de la Ciudad de las Ciencias)

Joanot escribió
01/02/2014 12:47

Comparar-ho amb Dalí em pareix, quant menys temerari. La Sagrada Familia porta dret un segle i no ha tingut problemes d'estructra ni de diseny, en absolut. En canvi, la Ciutat de les Arts i les Ciències té tot tipo de problemes estructurals. Ja amb això diferència un com un geni, Gaudí, i l'altre com un excèntric "chapuzas", Calatrava, a banda de xuclar de la mamella dels diners públics valencians més que ningú...

Jose escribió
01/02/2014 02:27

Más que un genio, lo que parece es un gilipollas prepotente. Los genios no hacen obras que luego tienen problemas de mantenimiento, no se trata sólo de hacer un diseño "genial" sino de que también se mantenga firme y estable durante al menos más tiempo que la efímera vida del "artista". Otro payaso que triunfó porque los que lo rodeaban se lo permitieron.

Horacio escribió
31/01/2014 17:21

En resumidas cuentas. Te la clava.

Joaquim escribió
31/01/2014 15:40

PAMMG!

Talens escribió
31/01/2014 12:42

Le Corbusier -la modernitat en arquitectura- pensava que construir és emprar materials, respectar les lleis de la resistència, inventar mitjans per vèncer-la. L'accent sobre la matèria, l'obra ben acabada, això és l'arquitectura, la d'ara i la de sempre.

jj escribió
31/01/2014 11:52

El hemisferic tenía un acabado en su cubierta que dio problemas de goteras, acabaron poniéndole una capa de impermeabilización que vendieron como que era un acabado especial que permitía proyección de espectaculos laser, en http://farm8.staticflickr.com/7021/6635156703_a6351c4004_o.jpg se puede ver como era el acabado cuando se inauguró, y en http://i1.trekearth.com/photos/82070/l_hemisferic.jpg como es ahora

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