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VALENCIA (EP). Begoña Campaña, técnico de la extinta Conselleria de Solidaridad adscrita al servicio de Planificación, ha relatado en el juicio que se sigue por la primera pieza del 'caso Cooperación' que su becaria se puso en contacto con ella "alarmada" cuando visitó Nicaragua y se percató del dinero que había llegado de las dos subvenciones otorgadas a la Fundación Cyes en 2008. Según le dijo, el socio local le comentó que a los proyectos se habían destinado unos 50.000 dólares, pese a que las ayudas ascendían a 1,6 millones de euros.

Campaña se ha pronunciado en estos términos en su declaración, en calidad de testigo, en el juicio por la primera pieza del 'caso Cooperación', que investiga presuntas irregularidades en la concesión de subvenciones por parte de la extinta conselleria a la Fundación Cyes en el año 2008 para dos proyectos en Nicaragua, y en la que hay nueve acusados, entre ellos el exconseller y diputado No Adscrito en las Corts, Rafael Blasco.

La testigo, que comenzó a trabajar en la Generalitat en septiembre de 2006, ha explicado que estaba adscrita al servicio de Planificación de la conselleria, y que no tuvo contacto ni conocimiento de los dos expedientes de la Fundación Cyes hasta el año 2010, cuando una becaria suya fue a Nicaragua a visitar el estado de los proyectos.

Hasta entonces, ha indicado que no vio estos expedientes, y que solo sabía "lo que sabía todo el mundo", porque los mismos eran "famosos". "Todo el mundo sabía que esos expedientes no pasaron la criba administrativa porque no cumplían con el requisito en red y el de la experiencia previa; que esos proyectos no se envían a la evaluadora, y lo siguiente que sé es que están aprobados, y lo siguiente es que el equipo directivo al completo sale de la conselleria", ha indicado. "Era 'vox populi'. El 90 por ciento de los que estábamos trabajando en ese momento sabíamos lo de esos expedientes", ha puntualizado.

Lo siguiente que conoció de estos expedientes fue cuando su becaria Victoria Vila le comenta que le llamaba la atención los proyectos de la Fundación Cyes, porque la matriz --ha dicho-- tenía "toda su lógica" y "parece que no encajaba con la actividad llevada a cabo". "También había una alta inversión en inmuebles y era algo muy contradictorio", ha apuntado, al tiempo que ha agregado que tenía la percepción de que los proyectos podían estar "plagiados".

"EN OTRAS ESFERAS"

La becaria le pidió más información sobre estos proyectos, con lo que ha indicado que consultó la base de datos, y al ver que no aparecía documentación se puso en contacto con la técnica Francine Codina y le mandó un correo para solicitar más información. Ella le contestó por teléfono y le dijo que no podía darle ninguna información porque los expedientes "estaban en otras esferas" y que seguramente si seguía preguntando, le iban a "desaconsejar" la visita.

"Y así quedó", ha dicho, hasta que la becaria visitó los proyectos en el mes de agosto de 2010 para hacer seguimiento y nada más llegar se puso en contacto con ella "bastante alarmada" ante la cantidad "real" de dinero que le dijeron los socios locales que había llegado del proyecto, que cifraban en 50.000 dólares. Sobre esta cantidad, se ha preguntado: "¿cómo piensa una persona que trabaja en cooperación que se van a invertir en el proyecto solo 50.000 dólares?".

Esta observación --ha explicado-- se la trasladó a su jefa "inmediata", Concha Gisbert, quien le pidió un informe, se lo hizo y se lo trasladó. Preguntada por si después alguien de la conselleria le dijo que se iba a iniciar alguna investigación, ha contestado que lo desconoce, y que a ella no le llegó ninguna información al respecto. Sí tiene constancia de que llegó a manos del exjefe de área Marc Llinares un informe con las "irregularidades".

Seguidamente, en octubre de ese año comenzó a publicarse en los medios de comunicación presuntas irregularidades en torno a estas subvenciones, y ha indicado que se formó "bastante revuelo" y la jefa de Servicio les trasladó el "malestar" y el "enfado" del equipo directivo respecto a los técnicos porque se entendía que había habido filtraciones.

TAREAS "PRÁCTICAMENTE A CERO"

Tras ello, le pidieron --ha añadido-- que hiciera una especie de informe de sus comunicaciones con Victoria Vila, su contenido, y le apartaron de sus tareas de tutorización de becas. Asimismo, le quitaron el acceso a varios proyectos y a la base de datos: "en tres meses me redujeron las actividades prácticamente a cero", ha expuesto.

La testigo ha insistido en las "irregularidades" en torno a los expedientes, puesto que ha indicado que "en el mundo de la cooperación internacional se da por supuesto que el dinero es para las ayudas", y no para la "compra de inmuebles": "no se puede comprar inmuebles con el dinero para las subvenciones", ha insistido. Y se ha preguntado: "¿cómo piensa una persona que trabaja en cooperación que se van a invertir en el proyecto 50.000 dólares? Eso no le cabe a nadie en la cabeza", ha aseverado.