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¿Por qué empezaron a invertir? ¿Qué valoran de las empresas? ¿Cuánto invierten? Cada 'business angel' tiene un traje diferente para decidir cómo y por qué depositan capital semilla en startups valencianas

VALENCIA. Hace unas semanas se presentaba el informe 'Global Entrepreneurship Monitor (GEM) Comunidad Valenciana' en el que se apuntaba a la financiación como la mayor carencia del ecosistema emprendedor valenciano. Sin embargo, una cifra curiosa afloraba entre tanta desolación: el porcentaje de individuos que afirmaba estar financiando en los últimos tres años la puesta en marcha de negocios de terceros mediante aportaciones propias ha ascendido.

Aunque en muchos casos aquellos que invierten en un negocio suelen tener lazos familiares, los business angels en la Comunitat Valenciana siguen cogiendo fuerza y aunque en ocasiones no quieren dejarse ver de forma individual ni descubrir las empresas en las que invierten, existen muchos de ellos y cada uno con un traje diferente. La mayoría empezaron a invertir de casualidad Y su forma de actuar, de elegir y de implicarse tienen muchas diferencias.

Raúl Aznar es uno de los inversores más conocidos no sólo en la Comunitat Valenciana, sino también en España. Según explica lleva invirtiendo, de forma personal, desde enero de 2007. Antes profesor de Esade (Barcelona), realizó inversiones que no le fueron demasiado bien hasta que dio con la clave. Es socio director de Aznar Patrimonio y recogió el premio Mejor Business Angel 2013 que otorga la asociación española Aeban. 

En 2010 decidió entrar en PeerTransfer,  una compañía de pagos internacionales especializada en el sector educativo impulsada por el valenciano Iker Marcaide. Llegó a ser nombrada la mejor startup del mundo y ahora sigue extendiéndose en Estados Unidos, Reino Unido y Australia, fundamentalmente. El año pasado decidió invertir en el estudio de animación Clay Animation, quién ha internacionalizado su serie Clay Kids emitiéndola en más de 59 países.

"Mi trayectoria no se mide por las inversiones que hago, sino por lo que veo" explica Aznar. "Evalúo unos 150 proyectos al año, entrevisto a unos 12 e invierto en uno o ninguno". Destaca que en 2011 y 2012 no invirtió en ninguno y en cuanto a cantidades su horquilla se ha movido de los 3.000 a los 50.000 euros. Al preguntarle en qué se fija para elegir las empresas apunta a que le gustan mucho los equipos con talento. "Es duro decirlo pero yo invierto en el talento y no en la empresa".

En cuanto a nichos en los que lo hace, asegura que son sectores que nada tienen que ver. "Da igual que sean tradicionales o de nuevas tecnologías si se tratan de ideas rupturistas en su sector" destaca. Sin embargo, confiesa que le gustan los sectores tradicionalmente invertibles como las telecomunicaciones, entretenimiento y la logística. Sin embargo, no se considera proactivo a invertir en ningún sector concreto. 

A pesar de algunos se quejan de la poca cantidad que invirten algunos business angels, la gran magia de éstos es el gran efecto arrastre de otros inversores que producen. "Yo invierto pocas cantidades porque me arrastran" apunta Aznar. "Antes parecía que competíamos entre nosotros, pero nos organizamos". Teniendo en cuenta que en la mayoría de casos el capital de los mismos es limitada, Aznar recomienda realizar pequeñas inversiones en varios proyectos. 

JAVIER GARÍN,  DE LA BANCA A 'BUSINESS ANGEL'

Aunque algunos como Raúl Aznar se enteraron de que lo que hacían desde hace años se llamaba ser un business angel, otros como Javier Garín, ex director territorial de Levante de Ibercaja, decidió emplear su tiempo en adentrarse en el ecosistema emprendedor. "Cuando terminé pensé que podía hacer y dije, a analizar startups no, por eso entré en contacto con Business Booster y Sinensis, su venture capital. Garín apunta que se trata de una forma de ir arropado.

Luego pensó que también era conveniente encontrar a gente que conociera el mercado, por lo que se unió a CvBan, la asociación de business angels valencianos. "Es independiente y libre y participando podías aportar al ecosistema, ahora estoy en la junta directiva" explica. También comparte la visión de que 3.000 euros de muchas personas puede suponer una gran inversión para una misma empresa, algo que ha ocurrido en The Road Project 2013. 

Teniendo en cuenta que empezó hace relativamente poco, está buscando hacerse una cartera con prudencia. "He formado una pequeña sociedad para realizar las inversiones y estoy analizando proyectos de biotecnología, videojuegos y una startup de eliminación de colas entre otras". Ahora asegura estar buscando algo que tenga que ver con la cosmética. "Quiero realizar inversiones diversificadas en muchos nichos, no en un sólo sector".

"Si hay algo en Valencia son propuestas" asegura Garín. "Aunque aún necesitan rodaje". Destaca que en Estados Unidos e Israel son más sólidas, mientras que en España han surgido por necesidad. Garín también ha decidido involucrarse en el ecosistema emprendedor en otra faceta, la de mentoring, colaborando en las iniciativas que están llevando a cabo desde Adeit. 

MIGUEL ÁNGEL RODA, INVERSIONES A LO GRANDE

Miguel Ángel Roda era propietario de una empresa desde 1996. "La tuve 12 años, era una empresa de recursos humanos, Grupo Activa" explica. "Después de llevarla a lo más alto la vendí en diciembre de 2007 y después de un par de años alejado del mundo empresarial pensé que podía invertir" apunta. Por este motivo decidió contactar con CvBan y empezó a introducirse en los círculos del negocios y a adentrarse en el mundo de las universidades.

"He asistido a la presentación de más de 400 proyectos, he entablado conversación con unos 100 y hablar en profundidad con unos 25" apunta. Finalmente, decidió invertir en dos empresas. La primera de ellas, Onbile. "Es una empresa que en dos años hemos conseguido grandes contratos con multinacionales" apunta. Roda explica que están en una ronda de financiación para intentar contratar más personal por la gran cantidad de demanda. También ha invertido en Meetizer.

Roda asegura que se trata de un proyecto que le ha llevado a hacerse un reflexión como business angel. "No sólo quería invertir dinero sino también aportar lo que pudiese, como la relación con las entidades financiaras o participar en los procesos de selección de personal" explica. 

"En mi caso, cuando me lanzo a buscar proyectos, veo que está todo por hacer" apunra. "Y aunque en el mundo online, la mortalidad es muy alta, un proyecto online llevado por la experiencia en el mundo offline es lo perfecto". Asegura que ha visto muchos proyectos tecnológicos, pero al final los que le han llamado más la atención era los que requerían los presupuestos más altos. 

También apunta a que se encuentra con obstáculos que ponen los propios emprendedores en el camino. "Hay proyectos que vas a ver a la universidad y te encuentras con científicos o arquitectos que no se dejan aconsejar y no están preparados empresarialmente" explica. 

Respecto a la cantidad de la inversión, asegura que cuando llegó a este mundo le aconsejaron que invirtiera poco, pero lo desoyó. "En Onbile invertí 250.000 euros y en Meetizer 150.000 euros. "Sólo invierto en proyectos que me motiven y que me enganchen" destaca. 

JUAN ROIG Y LANZADERA, LA APUESTA POR EL EMPRENDIMIENTO

Entre los business angels más consolidados en la Comunitat se encuentra el presidente de Mercadona, Juan Roig. Éste ha aglutinado en la sociedad Angels Capital, creada el pasado mes de septiembre para canalizar toda su actividad emprendedora, traspasando todas las inversiones que había realizado a través de Atitlan.

Angels aglutina actualmente numerosas inversones en capital semilla, concretamente Grupo Sothis, Instituto Valenciano del Pie (IVPie), Grupo Vintes (Bodega Torre Oria), Valres y Vicente Gracia Internacional Art Jewellery.

Además de estas cinco empresas, la sociedad Angels, mantiene en su cartera toda la actividad del Proyecto Lanzadera, que actualmente apoya a 14 empresas de muy diversos ámbitos y que ha decidido ampliar a 20 el número de proyectos que seleccionará en su segunda convocatoria, lo que supondrá una inversión de 4 millones de euros (200.000 por proyecto), frente a los 3 millones de euros de la edición en curso. Lanzadera acoge todo tipo de proyectos. Desde los relacionados con las TIC hasta los que se tratan de ideas innovadoras en sectores tradicionales.

JUAN ROURE, DE COBRAR CON ACCIONES A 'BUSINESS ANGEL'

Juan Roure, profesor del IESE y presidente de Aeban es otro de los inversores habituales en la Comunitat Valenciana. "Mi caso es un poco especial" explica. "Yo estaba en el año 86 haciendo un doctorado en Stanford sobre el lanzamiento de negocios y una startup me pidió consejo para una internacionalización" explica. "Cobré con acciones y luego con la compañía tuve suerte, conseguí con 15 dólares el sueldo de un año". 

Roure, quien empezó a invertir tras experimentarlo de forma casual, apunta que entre uno de sus aprendizajes tras años de experiencia es que no se debe invertir en una única compañía, sino en un abanico de entre 8 y 10 compañías. "Normalmente no tengo un sector" apunta."Casi siempre invierto en modelos de negocio que he entendido, que sean escalables".

Destaca que se fija mucho en la gente y el sentirse cómodo con el equipo. "Que admire la profesionalidad del equipo". En cuanto a su implicación en los proyectos que invierte, depende del nivel de inversión que realice. "Si es un poco elevado me involucro más, si es bajo lo sigo desde lejos". Roure considera que en zonas como Madrid, Barcelona, el País Vasco y Valencia, es decir, donde hay innovación, es donde los business angel tienen sentido y pueden rentabilizar su inversión.