"Puesto que las causas más profundas de los desequilibrios en los países deficitarios son domésticas les concierne principalmente a ellos adoptar medidas", dijo Weber en una conferencia pronunciada en la Asociación de Política Exterior en Nueva York.
"Son necesarias reformas estructurales para mejorar la competitividad de las empresas domésticas, incrementando la productividad y manteniendo los costes bajo control. Asimismo, los países deficitarios tienen que aumentar la flexibilidad de su mercado laboral y consolidar los presupuestos gubernamentales", dijo el presidente del Bundesbank.
"Puede sonar duro, pero es inevitable un ajuste de las que economías que han vivido por encima de sus posibilidades", añadió el banquero alemán, principal candidato a suceder a Trichet en la presidencia del BCE el próximo año .
A este respecto, Weber apuntó que el principal problema para los estados miembros con persistentes déficit corrientes es la ineficiencia con la que en ocasiones se gestionaron los flujos de capital recibidos, puesto que en España e Irlanda sirvieron para financiar la burbuja inmobiliaria, mientras que Grecia los empleó en financiar el déficit público y Portugal en respaldar el consumo privado.
"Así, se estimuló la demanda privada y, ante mercados laborales rígidos, los salarios aumentaron más que la productividad, lo que redujo la competitividad en precios de estos países, provocando un aumento de las importaciones y un descenso de las exportaciones, incrementando el déficit", explicó.
No obstante, Weber señaló que, a pesar de que estos desequilibrios tienen raices domésticas, los problemas asociados no se ciñen únicamente a los países afectados, sino que representan un problema para otros países y para el conjunto de la eurozona.
LAS ANALOGÍAS ENTRE ALEMANIA Y CHINA SON ENGAÑOSAS
Por otro lado, el presidente del Bundesbank advirtió de que, aunque los países con superávit también tienen que realizar ajustes, éstos no deberán ir dirigidos a estimular su demanda interna, puesto que un incremento de sus importaciones tendría un efecto apenas visible en las balanzas corrientes de los países con déficit.
"Con la actual estructura de comercio, un incremento del 10% de las importaciones de Alemania mejoraría el déficit de España, Grecia y Protugal solamente en un 0,25% y en un 1% el de Irlanda", dijo.
A este respecto, el banquero germano hizo hincapié en que la situación de los países con superávit de la eurozona no es comparable a la de algunos países emergentes.
"Las analogías entre Alemania y China pueden estar muy de moda, pero son muy engañosas", afirmó Weber, quien considera que estas comparaciones "confunden más que aclaran".
REFORMA DEL PACTO DE ESTABILIDAD PARA INCLUIR SANCIONES
Por otra parte, el banquero alemán reconoció la necesidad de mejorar el cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, puesto que "la experiencia ha demostrado que cuenta con un grado de flexibilidad excesivo" en la normativa.
A este respecto, Weber apuesta por incorporar al pacto un mecanismo de "sanciones automáticas", así como por prestar mayor atención al nivel de deuda de los estados y no sólo al déficit presupuestario.
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