Santiago Mañez, Ignacio Zoco, Carlos Boga, Francisco Corredor y Frank de Weerdt
VALENCIA. El negocio del lujo en Valencia pasa por horas bajas. De los fastos de la Copa América, la Fórmula 1 y los tiempos de los grandes eventos y congresos poco negocio ha quedado, como reconocía la presidenta del lobby Valencia Premium, Ana Merelo. Sin embargo, hay que sacar adelante las inversiones privadas que arrancaron entonces.
Uno de los casos más significativos es el de los hoteles de cinco estrellas, una oferta de lujo que inició en la ciudad el actual SH Valencia Palace y a la que pronto le siguieron el hotel Las Arenas del Grupo Santos, The Westin Valencia, el Hospes Palau de la Mar o, más recientemente, Caro Hotel.
Para llevarlos a buen puerto, cinco hombres con orígenes profesionales distintos, pero una amplia experiencia en la hotelería y el turismo, llevan el timón de una actividad que busca "lo exquisito hasta el mínimo detalle", como describe el director de SH Valencia Palace, Francisco Corredor.
EL DIRECTOR VOCACIONAL
El responsable del establecimiento veterano en la hospedería de lujo de Valencia, se reconoce como un profesional vocacional. Con 14 años comenzó sus estudios en la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Madrid y en la veintena comenzó su actividad hotelera.
Primero como subdirector y, después como director, ha estado al frente de hoteles de la cadena Melià, como entonces lo era el Rey Don Jaime del Valencia, Azafata (Manises) o el Melià Zaragoza. Con su paso a la cadena SH, del empresario Andrés Ballester, asumió la apertura del SH Altea Hills y ha dirigido el SH Villa Gadea, y desde 2002 el SH Valencia Palace.
Además de por su actividad de alojamiento, su establecimiento ha conseguido convertirse en lujar de celebración de los encuentros de algunos de los principales lobbys empresariales y sociales valencianos, como las reuniones de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) o el Club de Encuentro Manuel Broseta.
EL EMBLEMA INTERNACIONAL
La apertura del hotel The Westin Valencia en 2006 significó la recuperación de un edificio clásico del patrimonio industrial valenciano como La Lanera, herencia de la Exposición Regional Valenciana de 1909, pero también significó para Frank de Weerdt el inicio de una relación con la ciudad que dura casi ocho años.
Con un experiencia en la actividad hotelera de 27 años, su carrera profesional está vinculada al lujo en España desde 1999, cuando asumió la dirección de la gestión del hospedaje del The Westin Palace Madrid durante tres años, para pasar a la dirección general del Hotel Sheraton María Cristina (San Sebastián) entre 2003 y 2006.
Formado en el Lycee Enseignement Profesionnel Capbreton, en las Landas francesas, durante su gestión, The Westin Valencia se ha ganado, entre otras cosas, la condición de hotel de las celebridades. No en vano ha acogido en su estancia en Valencia al jeque árabe Sheikh Hamad Bin Hamdan Al Nahyad, conocido por circular por la ciudad con su espectacular coche de lujo Black Spider o al equipo de la película Tomorrowland, incluidos los actores George Clooney y Hugh Laurie.
UN HOMBRE DE ALICIA KOPLOWITZ
Ignacio Zoco, director del Hospes Palau de la Mar es a sus 42 años el responsable más joven de un establecimiento de lujo en Valencia. Sin embargo, cuenta con una amplia experiencia. Diplomado en Marketing y Publicidad por el Instituto Internacional de Técnicas Especializadas de Madrid, completó estudios en habilidades directivas en el IESE y en el Instituto de Empresa, además de sobre control de gestión de hoteles y restaurantes, organización y costes en ESADE.
Antes de incorporarse a la cadena propiedad de Ailia Koplowitz, ha sido director general del complejo hotelero Villaitana Wellness Golf & Business Sun Resort (antiguo Sheraton Real De Faula Golf Resort & Spa) en Benidorm y ha ejercido el cargo de director general de Operaciones de Pronigestión Hotelera, responsabilizándose de implantar el standard de calidad en los nuevos hoteles, el desarrollo de sus áreas operativas y la planificación de la estrategia comercial.
Vinculado en el inicio de su carrera a la cadena NH Hoteles, ha sido coordinador de operaciones en Madrid, director en Madrid, Vigo y Valladolid, para dar el salto internacional siendo director del NH Liberdade en Lisboa, así como del NH Harrington Hall en Londres.
EL HOTEL COMO DESTINO
Especialmente singular es también el hotel Las Arenas del Grupo Santos. Tras distintos cambios de responsables, actualmente está dirigido por Carlos Boga, un gestor experimentado en establecimientos hoteleros que está obteniendo buenos resultados gracias al posicionamiento internacional del complejo como destino en sí mismo.
Sus vistas privilegiadas de primera línea de playa, al igual que la singularidad arquitectónica del conjunto, que recuerda al antiguo balneario que acogió desde los años 20 hasta el último cuarto del siglo XX, le permiten figurar entre las estampas de la ciudad. Aunque fue en la Copa América cuando tuvo uno de sus periodos más relevantes, Boga reconoce que ha sido en los años posteriores cuando mejores resultados económico ha ofrecido.
Ya en el corazón de la ciudad se encuentra otro establecimiento de referencia, el Caro Hotel. Aunque su director, Santiago Mañez, estudió arqueología, está implicado desde hace años en el negocio turístico. Igualmente, participa en este proyecto desde sus inicios, en 2004, cuando entró en la iniciativa procedente de la empresa para la recepción de visitantes premium con la que empezaron los financiadores de la recuperación del edificio, un economista y un abogado que querían cambiar de vida.
En el proceso de restauración, este palacete del siglo XVII resultó un auténtico museo de la ciudad, al descubrirse en su interior restos de un palacio gótico, de la muralla y de una de las torre isláminas del siglo XII y una vía romana. Unos activos que ha sabido explotar. En el caso de Mañez, dirige el hotel de lujo con menor número de habitaciones de Valencia, apenas 26, pero aspira a convertirlo en un hotel destino: "que vengan a Valencia sólo por visitarnos".
Comparto la opinión de Jaime, en lo referente a Las Arenas.Menuda aberración urbanística
Me parece bastante desafortunada la equiparación del Hotel Las Arenas junto con el resto, que éstos si, son un ejemplo de recuperación de edificios singulares de la ciudad. El Hotel las arenas, lejos de "la singularidad arquitectónica del conjunto, que recuerda al antiguo balneario" es un claro ejemplo del desurbanismo valenciano reciente y de la destrucción del patrimonio. Con mucho menos podría haberse realizado algo digno, en un lugar que desde luego, necesita muy poco para resultar atractivo. En fin, leer este artículo en este diario ha sido desilusionante.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.