VALENCIA. Mañana de desayuno en el Mercado de Tapinería. Es la nueva unidad urbanística creada por fusión de la plaza Cobertizo Santo Tomás, la de Guillén del Rey y la calle Tapinería. Una madriguera a pocos metros de la plaza de la Reina, en pleno recoveco de calles históricas en la Valencia más medieval.
La ambientación reclama que todos los días sean domingo, hay un aura de celebración. Tenderos saliendo al espacio exterior, un buen bar decorado a modo de cantina siguiendo el catecismo Pinterest (a veces sacan la olla a la calle y sirven arròs amb fesols i naps y platos con arreglo de puchero; a Esther Pastor le encantaría), cuatro espacios de venta, un mini auditorio para presentaciones... En mayo del año pasado las socialités locales, sindicadas para la ocasión, dieron el pistoletazo de salida a este experimento urbano nacido como resorte ante la contracción inmobiliaria.
A la hora de comer una de las voces de Tapinería, Ruth Aznar, comentará una de sus inquietudes: "si buscas en Google Maps aquí hay un solar. Estamos pendientes de que lo cambien". En efecto, en la última actualización satélite todo esto es una ratonera de vegetación furtiva, puro Mordor. Desde entonces, en poco tiempo, una de tantas plazas abandonadísimas del centro histórico ha mutado en punto caliente de la vida de la ciudad.
¿Qué explica un cambio tan brusco? "Surge porque la promotora Nou Tapinería pone en venta los edificios y se encuentra con bajos comerciales que ni vende ni alquila", razona Ruth Aznar desde una de las mesas de la cantina ('Bar&Kitchen'). "Nos lo plantea y se nos ocurre animar los bajos haciendo tiendas efímeras; tenemos unos espacios fijos y cambian las temáticas comerciales cada dos semanas.
O durante una semana si una misma marca alquila todas las salas. Está abierto para que haya actividad y vida en la plaza". Ella, junto a Fernando Millet, comanda la agencia de publicidad Uvedeuve, gestora de los espacios, con innovadores precedentes: en 2012 abrieron las naves de la ciudad fallera para combinar ninots con tiendas. "El momento de dificultad económica nos ha dado pie a experimentar. El modelo de negocio cambia. Aquí cada quince días ves cosas nuevas".
Paseamos las tiendas junto a un vecino hasta detenernos en una célula recreativa con máquinas de pinball: "esto hace dos años eran ruinas, no podíamos ni pasar, ahora hay veces que nos parece que estamos en la plaza del pueblo. No deja de ser una recuperación del gusto mediterráneo de salir a la calle".
En una de las vías retorcidas que traen a la nueva plaza espera David Estal, el arquitecto que lidera una batería de propuestas para la 'ciudad construida'.
-¿Qué te parece Tapinería, David?
-Es un experimento necesario -responde Estal, didáctico a la luz de la media tarde-. Un ejemplo novedoso de cómo actuar en el centro histórico desde la promoción privada para incentivar la vivienda. Tiene sus 'peros' y sus efectos negativos que hay que evaluar, pero está bien. Es una diferencia con lo que hace la administración pública con sus bajos comerciales, desde Aumsa e Ivvsa, que no tienen ninguna idea de dinamización, ninguna, cero, nada más allá del alquiler. Este promotor privado -Nou Tapinería- encuentra una salida para sus intereses, que son los de alquilar o vender viviendas que están en planta alta. ¿Cómo lo hace? Dinamizando el espacio público y los espacios comerciales, eso le da una visualización brutal.
- ¿Es una recuperación de las virtudes mediterráneas del centro histórico?
- A nivel urbano es un proyecto que ha sabido vincular distintas plazas reproduciendo la plaza medio islámica y después cristiana, espacios íntimos donde por un lado tienes posibilidad de encontrarte con gente y por el otro te sientes seguro. Un espacio acotado, eso sí es algo muy mediterráneo. Cuando te metes dentro apareces de repente como en una realidad diferente donde todo parece que funciona. O al menos en apariencia. Es una especie de centro comercial al aire libre: te da la misma sensación, todo está bien, pero no deja de tener algo de ficción.
-¿Qué ficción?
-Básicamente que le falta conflicto. El día que encontremos a una persona durmiendo en un banquito o pidiendo en la puerta, se ha acabado 'El show de Truman'. ¿Cómo se va a resolver? Eso está por ver.
-¿Comercialmente qué te llama la atención?
-Si te fijas, los comercios del mercado de Tapinería no son comercios cerrados en sí mismo. Tienen grandes escaparates, mucha interacción con la calle. Los comerciantes están más fuera que dentro. Si ves las fotos antiguas de la Plaza Redonda, te darás cuentas que los comercios tenían más producto fuera: los botijos estaban acumulados fuera, la comida estaba fuera... En Tapinería han sabido entender las ventajas de tener los comercios cara a la calle, han hecho -y me parece muy positivo- un teatro de ello. La intención ha sido recuperar la forma comercial del centro histórico: cercana, de estar en la calle, del juntos hacemos fuerza... Porque hay otra cuestión: la organización gremial. Frente a lo que habitualmente se piensa, que los negocios de un mismo sector no deben estar juntos, aquí se unen porque creen que juntos van a ser un mejor reclamo.
Vuelta a la plaza. Un tendero se refiere a ese espíritu gremial. Temporalmente profesionales de una misma temática, en lugar de evitarse, se agrupan para comerciar en conjunto: "viene una persona y tiene doce tiendas en una. Y además, encaja con el pasado del lugar, porque la calle de las Mantas, la calle de Cadirers, la calle de Tapinería... todas eran calles de gremios". La de Tapinería en concreto estaba poblada por el gremio de los chacineros, dedicado a los zapatos artesanales. Fin del apunte.
En la mesa, sigue la conversación con Ruth Aznar, satisfecha del rendimiento obtenido con una de las experiencias urbanas a pequeña escala más llamativas del curso. "En Nou Tapinería (la promotora inmobiliaria) están encantados"
-¿Qué tipo de tienda es la que viene?
-O son comercios on-line que están pensando abrir una tienda física y esto les sirve de termómetro, o son tiendas de otras ciudades o barrios que quieren abrir en esta área y les sirve de prueba, o bien son tiendas de producción propia que ganan visibilidad.
-¿Por qué os decidisteis por un modelo en el que las tiendas cambian cada quince días, por qué no tiendas fijas?
-Permite despertar más interés, sorprender, porque de aquí unos días lo que haya aquí será totalmente diferente. Sabes que lo que encuentres no va a estar otra vez, y eso te hace estar más predispuesto a la compra.
Aunque parezca difícilmente extensible, plazas vecinas ya se han interesado en copiar el 'modelo Tapinería'. Una explanada circundada de viviendas con un cinturón de espacios comerciales. Donde ayer sólo quedaba maleza, hoy ha vuelto la vida. Es un pequeño rescate en el centro histórico.
A las diez de la noche la plaza cesa su actividad y baja las persianas. Al día siguiente el experimento continúa. Seguiremos observando.
show de truman??? sue male es la envidia, que pasa que no se te ha ocurrido a ti??? es que en oslo hace frio.
david estal no estaria de mas especificar quien es el arquitecto de tapineria no? con la entrevista en la revista da pie a la confusión. tanto cuesta reconocer la obra de un colega?? o es que no sabes realmente quien es??
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