A nivel nacional, el dato de morosidad se eleva al 5,9 por ciento, mientras que la morosidad superior a 90 días alcanza el 3,8 por ciento. Asimismo, el análisis refleja profundas diferencias geográficas entre las regiones de la costa sureste española, donde la tasa de morosidad supera el 6 por ciento, frente al dato inferior al 4 por ciento observado en el norte de España, lo que parece estar relacionado con el impacto relativo de la construcción en la pérdida de empleo en las diferentes regiones.
Por detrás de la Comunitat, se sitúan Murcia y Baleares (7,3 por ciento), Islas Canarias (6,8 por ciento) y Andalucía (6,3 por ciento), mientras la tasa de morosidad más baja se observa en País Vasco (2,4 por ciento), Cantabria (3,7 por ciento), Galicia (3,8 por ciento) y Extremadura (4 por ciento).
Por otro lado, el estudio destaca la correlación apreciada entre la antigüedad de los préstamos hipotecarios y la tasa de morosidad, ya que las hipotecas de 2006 y 2007 registran una mora de entre el 7,5 por ciento y el 8,5 por ciento, mientras que las suscritas en 2003 y años anteriores registran tasas inferiores al 2 por ciento.
"El patrón de morosidad en relación a la antigüedad puede reflejar una creciente presión sobre la asequibilidad de las cuotas hipotecarias en relación con los ingresos en los años sucesivos hasta 2007, así como una mayor exposición al deterioro patrimonial causado por los descensos en el precio de la vivienda".
HIPOTECAS
Asimismo, el informe indica que el ocho por ciento de los hipotecados en España se encuentra en situación de pérdidas patrimoniales (negative equity), es decir, que el importe de sus hipotecas es superior al valor actual de los inmuebles hipotecados.
Si los precios continúan su senda descendente la situación podría agravarse aún más. Según las estimaciones de la agencia, si la caída de precios se acentuara hasta un 30 ó 35 por ciento desde los máximos registrados, el porcentaje de españoles con hipotecas por encima del valor de sus viviendas llegaría al 19,6 o al 28,2 por ciento, respectivamente.
Por comunidades, en la actualidad la tasa más alta de pérdidas patrimoniales se observa en Valencia (12,4 por ciento), Navarra (12,3 por ciento), Castilla La Mancha (11,4 por ciento) y Murcia (10,6 por ciento), mientras que Galicia (1,4 por ciento), Extremadura (2,9 por ciento), Castilla León (3,4 por ciento), Cantabria (3,9 por ciento) y Asturias muestran la menor incidencia del 'negative equity'.
Por su parte, Aragón cuenta con un porcentaje del 9,4 por ciento, mientras Madrid, Andalucía y La Rioja registran una tasa del 8,3 por ciento; Cataluña se sitúa en el 7,3 por ciento; y País Vasco alcanza el 5,2 por ciento.
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