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VALENCIA. Desde que Alberto Fabra llegara al poder en 2011, dentro del PP de la Comunitat Valenciana se han producido diversos trasvases de poder y protagonismo entre diferentes dirigentes de la formación popular. Sin duda, uno de los que ha mejorado su situación en este tiempo ha sido el secretario general del partido, Serafín Castellano, que se ha aupado a un puesto de máxima responsabilidad orgánica de la mano del jefe del Consell.

Ahora bien, el cargo superior ostentado por Castellano no ha venido acompañado de un ascenso significativo de tropa ni cuota territorial. Una circunstancia que el número dos de Fabra en el partido se empeña en subsanar en lo que resta de legislatura para, pase lo que pase tras 2015, haber constituido un grupo de poder lo suficientemente consistente para mantenerse a flote si llegan las ‘vacas flacas'.

Uno de los que goza del respaldo de Castellano es, como ya informó este diario meses atrás, el vicesecretario de Política Territorial y alcalde de Altea, Miguel Ortiz. Sin embargo, y así lo señalan fuentes populares, ha crecido el protagonismo de otra antigua zaplanista, la diputada alicantina Macarena Montesinos.

Parlamentaria en el Congreso con amplia trayectoria -va por la tercera legislatura- y anteriormente en Les Corts, destacó recientemente en su defensa en la cámara baja del cierre de Radiotelevisión Valenciana. Un examen complicado del que salió airosa pese a la difícil justificación de la medida y a la oposición del resto de grupos.

No es por lo único por lo que se habla de Montesinos en el PPCV. La delicada situación que atraviesa la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, imputada por presuntas irregularidades en el PGOU, ha incrementado las opciones de otros políticos interesados en ocupar el puesto. Montesinos, es una dirigente valorada por el entorno de Castellano para esta posible misión de relevo o, en su defecto, para respaldar alguna otra opción respaldada por el secretario general.

En este sentido, fuentes populares señalan que el número dos de Fabra está evitando en los últimos tiempos los enfrentamientos con el presidente provincial de Valencia, Alfonso Rus, para centrar sus esfuerzos en la provincia de Alicante, competencia con el vicepresidente y líder en esta área, José Císcar.

No obstante, y aparte de las posibles maniobras en Alicante ciudad, fuentes populares apuntan a que la diputada nacional es una de las dirigentes que suena para ocupar algún puesto de responsabilidad que pudiera quedar vacante en este año y medio previo a elecciones autonómicas.