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VALENCIA. Termina el año y es tiempo de hacer balance sobre cómo ha transcurrido 2013 para los políticos valencianos y, especialmente, en cómo ha terminado, puesto que lo acontecido en la última parte del ejercicio es lo que marca la situación de cara a un año fundamental en lo que se refiere al futuro de los responsables de los diferentes partidos.

2013, un año de transición en la legislatura, considerado eso sí para el PPCV y especialmente para Alberto Fabra como "punto de inflexión", ha dejado a algunos dirigentes reforzados, a otros 'tocados' y a varios en estado de hibernación o resistencia: en política, si no se puede mejorar, hay que mantener lo que se tiene. 

-Alberto Fabra (PPCV). Año complicado, con decisiones difíciles y algunas torpezas, pero con una buena noticia. Y esta es que el líder popular sale de él todavía con 'vida' política. Cerrar Radiotelevisió Valenciana (RTVV) de manera precipitada y estruendosa, enfrentarse a la situación del Valencia CF o renunciar a la reforma estatutaria y los desplantes sobre el sistema de financiación, han sido decisiones o circunstancias de fuerte desgaste.

Más aún si esto se adereza con esperpénticas contrataciones como la de su 'coach' de liderazgo, los extraños actos como el acuerdo con la sociedad civil, las continuas filtraciones del misterioso 'topo' del Consell, la firma de indulto a Hernández Mateo en Les Corts, las luchas verbales con el condenado Carlos Fabra al que el presidente abrazaba poco antes de sentarse en el banquillo, los tachones en la línea roja contra la corrupción o sus golpes de timón en el departamento de comunicación.

En definitiva, no ha sido un buen año para el presidente: lo mejor del mismo es que termina y que todavía podría tener opciones de enderezar la situación. Las elecciones europeas y el aumento de peso en Madrid o, lo que es lo mismo, una mejora en la financiación sellada en 2014, podrían ser su tabla de salvación.

-Ximo Puig (PSPV). 2013 más que aceptable. El líder de los socialistas valencianos ha contado con una complicidad con Madrid muy superior a la de Fabra. Aunque cabe discutir de si el apoyo de Alfredo Pérez Rubalcaba suma o resta en la opinión pública, Puig ha sabido moverse con Ferraz, también en el Congreso y, lo más importante, mantener contacto fluido con otros líderes autonómicos. Prueba de ello es haber sacado adelante la concesión y adelanto de las primarias abiertas para el candidato a la Generalitat, el respaldo del grupo parlamentario sobre la financiación o la inclusión de diversas iniciativas del PSPV en la Conferencia Política del PSOE.

Puig, eso sí, nada con la corriente a favor de la delicada situación que atraviesa el Consell de Fabra. Ahora, deberá resolver la lucha interna de primarias con solvencia para evitar que aparezca de nuevo el soniquete de las eternas peleas internas del PSPV. Pese a todo ello, los sondeos solo reflejan una contención de la caída de los socialistas valencianos, que sigue mirando con preocupación a sus rivales por la izquierda, Compromís y EU. 

-Rita Barberá (PPCV). Tiempos duros para la alcaldesa. La responsable municipal, uno de los referentes del partido en el ámbito nacional, no ha tenido un gran año. Pese a superar, al menos de momento, la posible imputación que planeaba sobre ella en el caso Nóos, la alcaldesa sigue atravesando dificultades: las estrecheces económicas y los sondeos que reflejan la pérdida de la mayoría absoluta en la capital, auguran una pelea épica en la ciudad entre Barberá y la oposición hasta las elecciones.

Esto si llega a producirse, dado que pese a que la primera edil ha manifestado públicamente en varias ocasiones que será candidata, en el PPCV siguen existiendo voces que opinan que Barberá no se enfrentará a las urnas.  

-Serafín Castellano (PPCV). De tener un pie fuera a salir reforzado. El secretario general del PPCV ha terminado fuerte el año tras superar situaciones delicadas como la denuncia sobre el caso Taroncher, que de haber terminado en su imputación, hubiera significado probablemente su caída en desgracia debido a la doctrina Fabra. Sin embargo, el político de Benisanó superó el trance y ha conseguido imponer su estrategia política -principalmente identitaria- y relegar al vicepresidente del Consell, José Císcar. A día de hoy, y pese a las reticencias de buena parte del partido, se ha convertido en el principal general de campo del presidente Fabra.

-José Císcar (PPCV). De lugarteniente a conseller de desgaste. 2013 ha sido un año extraño para el vicepresidente y líder del PP alicantino: de ser la mano derecha del jefe del Consell en la primera parte del ejercicio, ha pasado a convertirse en un político principalmente utilizado para surfir desgaste. El crecimiento de Castellano y otros consellers como Manuel Llombart o Máximo Buch, y el aumento de influencia de la secretaria autonómica de Organización de Presidencia, Esther Pastor, han estrechado el margen de maniobra de Císcar. Su futuro en el Ejecutivo, es una incógnita.

-Alfonso Rus (PPCV). Un año preocupante de resistencia satisfactoria. El presidente de la Diputación de Valencia y líder provincial ha mantenido su tropa intacta. Los afines a Rus no pueden admitir que un ejercicio en el que Castellano, rival histórico, sale reforzado, sea un gran año. Más aún cuando las perspectivas electorales resultan preocupantes para muchos alcaldes y la situación económica no termina de mejorar. El barón provincial ha hecho lo que mejor se le da: mostrarse reivindicativo, arengar a los suyos y resistir territorialmente, congresos comarcales y locales incluidos. 

-Enric Morera (Compromís). Un año de transición. El portavoz parlamentario se juega el tipo en los próximos meses: 2013 no ha dejado ninguna señal palpable sobre sus predicciones de crecimiento desaforado de Compromís, aunque eso no ha impedido que se le haya visto cómodo aprovechando el desgaste de los dos grandes partidos. El desarrollo de las primarias abiertas de la formación, con la duda de si Morera será o no candidato, sigue siendo la pregunta sin respuesta de la coalición.

-Marga Sanz (Esquerra Unida). 2013 de oposición firme y relativa calma interna. La síndica de Esquerra Unida ha tenido un año considerablemente cómodo. Los cambios en el seno del Partido Comunista del País Valencià (PCPV) no parecen haber distraído a EU del objetivo electoral de 2015. Sanz, quien no ha aclarado si optará a ser candidata, ha planteado una labor de oposición seria en Les Corts sin aspavientos ni florituras, aprovechando el desgaste de los dos grandes partidos.

-Francesc Romeu (PSPV). Difusión nacional y limitado respaldo regional. El portavoz socialista, que ya ha anunciado públicamente su intención de medirse a Ximo Puig en las primarias, se ha movido en 2013 por toda España presentando su libro 'Hasta aquí hemos llegado'. Una iniciativa que le ha permitido una buena promoción en medios de comunicación y en otras federaciones socialistas. Sin embargo, fuentes de distintas familias socialistas le otorgan un apoyo de cara a las primarias muy limitado dentro del partido. 

-Ignacio Blanco (Esquerra Unida). ¿Año de preparación?. Suena como uno de los dirigentes que podría optar a ser candidato a la Generalitat por EU. En 2013 ha batallado en Les Corts con asuntos relacionados con la corrupción que le han dotado de cierta popularidad mediática, aunque sin duda su papel contra el cierre de RTVV ha sido uno de sus grandes momentos del año. En definitiva, un ejercicio con saldo positivo para el diputado, cuyas habilidades y estrategias parlamentarias algunos discuten, pero que continúa creciendo de manera indiscutible.

-Mònica Oltra (Compromís). De puntillas. La diputada valenciana posiblemente más mediática ha tenido un año discreto. La pérdida de su padre en un accidente y los agrios conatos de batalla interna en la coalición a cuenta de las futuras primarias parecen haber llevado a la parlamentaria a un segundo plano. En un acto semanas atrás señaló que no tomaría ninguna decisión en el presente ejercicio: si ha cogido fuerzas, 2014 podría ser su año.

-Toni Cantó (UPyD). El orgullo de presentarse en Valencia. Al margen de la labor realizada por el diputado en el Congreso o los líos a cuenta de sus declaraciones y tuits, Cantó ha dejado en 2013 una importante declaración pública: su orgullo (casi su intención) de encabezar una lista, posiblmente la del ayuntamiento, en Valencia. Esta mera posibilidad, ya ha hecho tambalearse el escenario preelectoral en la capital, donde el resto de grupos empiezan a dar por hecho que habrá que contar con UPyD de cara a 2015. 

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