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VALENCIA. El informe anual de la Sindicatura de Comptes, el tribunal de cuentas valenciano, celebra un avance relevante en la forma de actuar de la Generalitat. Por primera vez en 2012, el Consell consiguió cerrar su ejercicio sin lo que se conoce como 'facturas en el cajón', es decir, gastos ya realizados para los que no había ninguna consignación presupuestaria. Es más, el presupuesto no los contemplaba, pese a que se trata de necesidades básicas.

Sin embargo, que ya no estén ocultas no significa que la Generalitat las pague. De hecho, el avance conseguido consiste en que los gastos no reconocidos en el presupuesto en lugar de guardarse en un cajón a esperar su regularización, se apuntan en dos cuentas concretas, la 409 y la 411, que no son más que un contenedor que organiza los gastos que no estaban previstos en las cuentas públicas.

La cuestión es que, al no estar previsto el gasto, tampoco hay dinero disponible para atenderlo, pese a estar en un capítulo presupuestario. De hecho, en 2012, y pese al ejercicio de transparencia y orden que supone la creación de este sistema de control de las facturas, la Generalitat acumuló 2.221,22 millones en facturas sin consignación. En resumen: impagadas.

En todo caso, poner orden a ese cajón desastre, que fundamentalmente se genera en la Conselleria de Sanidad, es un logro que tanto la propia Sindicatura como el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, pusieron en valor. Un avance.

LOS PROBLEMAS DE LIQUIDEZ SUBSISTEN

Pero el fondo de las cuentas públicas sigue siendo un quebradero de cabeza para Moragues. Pese a la asistencia del Gobierno central la Generalitat mantiene un problema de solvencia grave. "Es importante señalar el deterioro que muestra el fondo de maniobra de la Administración, observándose que la diferencia entre el activo circulante y los acreedores a corto plazo alcanza al cierre del ejercicio 2012 la cantidad negativa de 14.397,6 millones de euros, lo que supone el 63,8% del total del balance", afirma el informe de la Sindicatura.

Para el organismo que preside Rafael Vicente Queralt, este elevado fondo de maniobra negativo "es un indicador de la delicada situación de liquidez y de solvencia a corto plazo de la Administración de la Generalitat".

El conseller insistió en que esos problemas obedecen a la crónica infrafinanciación que padece la Comunitat Valenciana. "En la Generalitat, y así lo constata la Sindicatura en su informe, estamos haciendo más con menos", ha señalado Moragues en referencia a la disminución de ingresos vía impuestos y al mal sistema de financiación que el propio informe señala como causa de la complicada situación económica de la Generalitat. 

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