VALENCIA. Hay una anécdota que ilustra la habilidad de Lola Johnson para ocultar a todo el mundo sus pensamientos. Cuando era una joven presentadora que se iniciaba en Aitana se produjo el cambio de gobierno en España y José María Aznar llegó a La Moncloa. En una conversación con sus compañeros del centro de producción de RTVE les dijo: "No os lo había contado antes pero yo soy del PP". Los presentes guardaron silencio. Johnson pertenecía a Nuevas Generaciones en Xirivella y nunca, nadie, había imaginado esa filiación.
Elegante y coqueta, ya en esos años era cliente asidua del peluquero Tono Sanmartín, el mismo que Esther Pastor, la secretaria autonómica de Organización, Coordinación y Relaciones Institucionales, y mano derecha del presidente Alberto Fabra. Pastor y Johnson han coincidido en el local que tiene el famoso estilista en la calle Maestro Gozalbo de Valencia. Comparten peluquero y ahora compartirán confidencias en el Palau de la Generalitat, donde trabajarán juntas.
Licenciada en Derecho por la Universitat de València en la especialidad de Empresa, inició su andadura en Canal 9 como copresentadora del programa En primera persona con Inés Ballester en el año 1994. En RTVV estaban encantados con ella, según recuerda un directivo de aquellos años, e intentaron retenerla, pero Johnson recaló finalmente en Aitana donde llamaba la atención por su facilidad y naturalidad a la hora de hablar un valenciano exento de influencias catalanas. La entonces directora de Las Provincias María Consuelo Reyna ordenó escribir una información alabándola. Había sido bendecida por el diario conservador.
Tras su paso por la delegación de TVE llegó a dirigir un canal privado en Alicante. Volvió a Valencia como subdirectora de Punt 2 y su ascenso en la cadena pública valenciana fue paulatino y constante. En tan solo unos meses fue nombrada directora de Punt 2, cargo que ocupó durante tres años y en otoño de 2007 pasó a ser jefa de Informativos de RTVV en sustitución de Lluís Motes.
Cuando se produjo el caso Gürtel, en febrero de 2009, Johnson realizó un férreo marcaje sobre el contenido de los noticiarios de Canal 9 hasta el punto de que jamás se pronunció la palabra Gürtel, se omitió la implicación del presidente Francisco Camps y, en definitiva, apenas se informó de las investigaciones del juez Garzón. Siete meses más tarde se le designó directora de Televisión Valenciana con plenos poderes sobre todos los canales de la cadena pública valenciana.
OBSESIÓN POR EL CONTROL
Johnson se ha destacado siempre por intentar tener todo controlado. "Es una persona muy estricta", dice un antiguo colaborador en RTVV. Su capacidad llega hasta los más mínimos detalles. Durante su etapa como directora de Televisión Valenciana dio instrucciones para que el personaje de Tonet en L'Alqueria Blanca muriese. Ferran Gadea hacía entonces campaña por Jorge Alarte. "Era terrible. No daba la orden directamente, sino que las hacía llegar por terceras personas", relata.
En la Conselleria de Cultura organizaba reuniones en otoño para preparar las posibles críticas de la Sindicatura de Cuentas y sus correspondientes réplicas. "No olvida ningún detalle, tiene en cuenta todos los aspectos", dice una persona que trabajó bajo su mando. "Discutir con ella no tiene sentido porque cualquier recoveco, cualquier duda, cualquier inexactitud por pequeña que sea la aprovechará para llevarte a su terreno; al final tienes que darle la razón o enfrentarte", agrega.
En el trato diario resulta una persona cordial, amable, muy educada y siempre con la palabra adecuada a mano. Madre de dos hijas, muy religiosa, la imagen que ofrece Johnson es siempre la de una persona familiar, de gustos sencillos, exquisita y hasta simpática. Nunca pierde la compostura en público. En una ocasión, durante unas Fallas, se encontró en un concurso de paellas de una comisión fallera a un trabajador que había despedido. Johnson se aproximó, le saludó, le preguntó por su familia y, tras una breve conversación, se fue a comer paella.
Sus amigos alaban su capacidad de trabajo. "Nunca mira el reloj", dice uno de ellos. Quienes la defienden poco menos que la veneran. "Es una persona de firmes creencias, muy profesional y es un gran nombramiento", sostiene este amigo suyo. Fallera de Doctor Zamenoff, es una enamorada de las tradiciones valencianas a las que siempre que puede loa y ha sido, por ejemplo, pregonera de la Semana Santa de Crevillent. En dos palabras: Transmite proximidad. "Si te la presentan una noche, si se sienta a tu lado en una mesa y cenas con ella, acabas pensando que es maravillosa", comenta un conocido. "Cuando la tratas en profundidad es cuando ves su otra cara; yo no tengo queja, a mí me cae muy bien, pero sé que hay gente que no ha acabado contenta con ella", añade.
Esta 'gente-que-no-ha-acabado-contenta', estos detractores dan de ella una imagen terrible. "No te puedes fiar. Su capacidad de mentir es patológica. La he visto decir delante de mí que estaba en un sitio y estaba en otro. Es capaz de sostener una cosa y estar pensando lo contrario y lo que es peor, nada en su lenguaje corporal te puede dar pistas de lo que piensa", dice un antiguo subalterno de Johnson en RTVV. "Eso es lo peor, que no la ves venir", agrega.
Y es que a Johnson nunca le ha gustado discutir con nadie directamente. Sus reprimendas son con segundas. Una vez inició una de ellas con un escueto: "¿Sabes por qué te llamo?". Johnson no dijo ni una mala palabra en toda la conversación de apenas dos minutos y concluyó con un críptico: "Recuerda: la Generalitat somos todos". Su interlocutor fue despedido al mes siguiente.
Johnson es leal a un pequeño grupo de personas, entre las que se encuentra Maite Fernández, a quien ha recuperado como directora general de Relaciones Informativas. Precisamente a Fernández le correspondió la censura durante los peores momentos de los informativos de RTVV, con el grueso de la investigación del caso Gürtel. Recibía órdenes directas de Johnson. "Había que inventarse sinónimos absurdos para no decir la palabra cohecho", recuerda un exdirectivo de RTVV.
Una periodista que coincidió con ambas en RTVV asegura que Fernández era "la que de verdad sabía de televisión". Según el testimonio de quienes vivieron aquellos años, la actual secretaria autonómica de Comunicación sólo hablaba con los redactores de Política a quienes les daba consignas. "El trabajo sucio se lo dejaba a Maite", afirma un redactor de RTVV. Cuando Fernández fue cesada en septiembre de 2011, Johnson maniobró para recuperarla y la puso como directora de Comunicación del ente, pasando por encima de los responsables de la cadena e imponiéndose a José López Jaraba, quien tuvo que claudicar. "Ella es así; si estás con ella, te apoyará siempre, pero si dudas, a la calle. Exige lealtad ciega".
ENTRÓ EN POLÍTICA DE LA MANO DE CAMPS
Johnson no pertenece a ninguna familia concreto del PP, al menos de manera evidente, y entre sus amigos del partido se citan a Paula Sánchez de León y Juan Cotino, con quien dicen que mantiene una gran sintonía desde hace muchos años. Fue la más leal defensora de Camps y pudo mantener al mismo tiempo una buena relación con el actual vicesecretario nacional del PP de Estudios y Programas, Esteban González Pons, quien la definía en privado como amiga.
Si bien siempre ha sido cercana al PP, su carrera política en sentido estricto se inició de la mano del expresidente Camps por la puerta grande, cuando la nombró consellera de Turismo, Cultura y Deporte y le dio también la cartera de Portavoz. Fue entonces cuando soltó un chascarrillo que mostraba su excelente sentido del humor: "Como soy negra me dan todos los marrones"... Era junio de 2011. Los dos meses que pasaron hasta que Camps dimitió estuvieron marcados por la más estricta opacidad informativa. Tras la renuncia de Camps por el juicio del caso Gürtel, su posición quedó en precario.
Con Fabra coincidió durante una breve etapa como portavoz del Gobierno, apenas unos meses, hasta que el presidente la sustituyó por José Císcar, en diciembre de ese año, buscando una mayor transparencia. Aguantó apenas un año como consellera de Cultura, Turismo y Deporte, hasta que fue cesada en diciembre de 2012.
Dos semanas después, era recuperada como secretaria ejecutiva de coordinación de las comisiones de estudio del PP valenciano, un cargo de nueva creación que dependía directamente de Serafín Castellano. Con todo, era más una cuestión nominal que real porque, según confirmaron ayer fuentes del partido conservador, "estaba apuntada al paro".
Este viernes, apenas un año después de haber sido apartada de todos su cargos, Fabra la recupera como nueva secretaria autonómica de Comunicación tras su participación en la crisis de RTVV, donde su papel ha sido relevante. En un mes de diciembre perdió la portavocía. En un mes de diciembre fue cesada como consellera. Otra vez en diciembre, a dos semanas de la Navidad, vuelve a la primera línea de la política. Bienvenida, señora Johnson.
Ding-dong. - Usted es... Albeto ¿verdad? ¿este es su Palau?... - Exacto.....- Soy la Sra. Lobo, soluciono problemas. ... - Bien, tenemos uno.... http://www.youtube.com/watch?v=ULLsucrwSf4
¿Se os ve un poco el plumerín, no? 70% de loa clara, 30% de crítica desganada.
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