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VALENCIA. El Consell no quiere que la crisis laboral de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) se alargue más de los estrictamente necesario. "Todo el proceso será lo más corto posible", ha asegurado el vicepresidente de la Generalitat, José Ciscar.
La cuestión es zanjar de forma rápida la situación de 1.650 trabajadores de la casa que perciben un sueldo sin ejercer ninguna actividad, a excepción del centenar que no se encuentran afectado por el permiso forzoso y retribuido para poder cumplir con las funciones administrativas y de mantenimiento de la instalación.
Como ha señalado el vicepresidente, la intención del Ejecutivo es que el proceso laboral "no llegue a marzo, y veremos si no llega a febrero". Para cumplir estos plazos, fuentes conocedoras del proceso apuntan un calendario para el que los despachos interesados han de tener muy presente que estas Navidades no podrán disfrutar de un tiempo de descanso.
EL CALENDARIO DE LA ADJUDICACIÓN
El próximo lunes, el consejo liquidador de RTVV se reunirá para constituirse en órgano de contratación, al desaparecer el que ya existía en la empresa con el cese de su plana mayor, y poder aprobar el pliego de condiciones que remitirán a la Generalitat publicar el Diario Oficial de la Comunitat Valenciana esa misma semana, según fuentes conocedoras del proceso.
Aunque el documento está pendiente de algunos ajustes, la previsión es que la semana de fin de año sea la elegida para presentar las propuestas y, a marchas forzadas, elegir a la empresa adjudicataria. A pesar de que las fechas están muy apretadas, entorno al día de Reyes podría llegar el anuncio de adjudicación.
Sólo así se podrían empezar a realizar los despidos en la segunda quincena de febrero, como pretende el Consell, ya que es obligatorio un mes de negociación con el comité de empresa y unos días para tener preparada la documentación necesaria para el despido de todos los trabajadores.
UN ERE 'LOW COST'
Sobre el coste de la adjudicación, distintos potenciales interesados estiman que la política de precios que se aplicó en el anterior despido colectivo convocado para RTVV será la que se imponga en este caso, a pesar de que no es el mismo caso.
Aunque el Consell planteó en el pliego un coste de 120 euros por trabajador, fijando un precio máximo de 190.000 euros por el servicio; Garrigues lo obtuvo ofreciendo un precio de 78 euros por trabajador, 125.000 euros por el servicio.
Sin embargo, este despido colectivo se prevé mucho más costoso, ya que no incluye el proceso de selección de los afectados pero sí la defensa jurídica de la empresa ante las demandas colectivas que se prevé planteen los sindicatos, si no se llega a un acuerdo (como parece lo más probable) y las individuales, que podrían superar el millar.
Otro ritmo llevará el proceso de liquidación de la empresa. Aunque Ciscar ha asegurado que "irá más allá de febrero o marzo", lo cierto es que se puede prolongar durante muchos meses, como ocurre con cualquier empresa en esas circunstancias.
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