Pretender que un club de fútbol sea público y una televisión pública termine privatizada? El mundo al revés. El VCF ha de venderse, sí o sí. Es una empresa como cualquier otra, y si ha de venderse para evitar problemas mayores, que se venda.

La alcaldesa ya ha empezado su particular campaña electoral. Chitona que se quedó con la venta del Banco de Valencia al oro catalán; frente el descalabro de Bancaixa en manos del Gran Rodrigo Rato tampoco dijo esta boca es mía; y parece importarle una higa lo que le pase al Cabanyal, ese barrio al que con ahínco se esfuerza por derruir, por las buenas o por la malas, en la mejor tradición española de "la maté porque era mía". Más o menos como su comilitone Alberto Fabra en el más reciente "tot per la finestra" de RTVV. En esta ocasión, la Sra. Barberá votó, sin que le temblara el pulso, la orden de la "crema" de Canal 9 en una más que esperpéntica "Nit de La Tancá", que pasará a la historia del despropósito valenciano para ofrendar nuevas glorias a España. Porque llegó tarde la noche de autos, que si no se encarama al pirulí de Canal 9 y, megáfono en mano, rompe la noche con su alarido preferido: "¡Senyor LiKidador, pot asshhhkomensshhar la Destrossshhháá´!". Daría la sensación de que Dña. Rita ha decidido presentarse a la alcaldía de Valencia, pero empiezan a no salirle los números, que la ve peligrar, vamos. Así que, como tonta no es, ha decidido recurrir al tan decaído forofismo valencianista en la creencia de que entre ellos aún puede "agranar" los votos de los más despistados. Nótese que la alcaldesa tiene apellido de jugador de fuerza, tronío y furia capaz de encarnar las esencias del valencianismo balompédico: " ... ... y en la media Pasieguito, Puchades y "Barberá". Así que, a buen seguro, Dña.Rita se calzará los borceguíes del Valencia CF, se envolverá en su bufanda blanquinegra y lo que "fassshha falta". Según aseguran sus más allegados, le están tomando las medidas en una sastrería próxima a su domicilio. No logran quitarle de la cabeza la peregrina idea de salir disfrazada de murciélago, en plan Batman pero con la bandera valenciana de leitmotiv, la próxima cabalgata del Ninot. Valencia bien vale este ridículo espantoso. ¿Apostamos?

Evidentment que s'oposa. Aixíi deixarien de controlar-lo els empresaris mediocres amics seus que han recolzat tots estos anys per fer ús del nostre VCF. Entre venda, actual situació, anteriors propietaris o que siga de la GVA, la millor opció és la venda.